Estaba con prisión domiciliaria, pero eso no le impedía distribuir en sus búnkeres de Rosario la cocaína que compraba en Buenos Aires​

ROSARIO.- Yanina Alvarado, hermana Esteban Lindor Alvarado, uno de los jefes narcos más poderosos de Rosario, cumplía arresto domiciliario, porque fue condenada a 11 años de prisión por narcotráfico en marzo del año pasado. Estar detenida en su casa no era un problema para seguir en la distribución de drogas. Este viernes fue detenida por la Policía Federal Argentina (PFA) en un allanamiento en el que se secuestraron 32 kilos de cocaína.

El arresto de esta mujer se concretó en el marco de una investigación que llevó adelante la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), que seguía los pasos de la hermana de Alvarado. Este operativo que terminó en la detención de Yanina Alvarado se originó luego de que la PFA detuviera a comienzos de julio pasado en la ruta 9, a la altura de San Pedro, donde a los conductores de un convoy narco integrado por un Fiat Cronos que hacía de taxi y un Peugeot 308 que funcionaba como vigía en el camino.

En ese momento, la investigación, cuyo juez fue Marcelo Bailaque, que está siendo sometido a una investigación en el Consejo de la Magistratura por su accionar en la causa Alvarado, determinó que la droga que se incautó en San Pedro era de la hermana del jefe narco. Se sospecha que con los controles más rigurosos en los penales federales, el capo narco derivó en su hermana una parte del negocio de la distribución de droga. Por eso, la detención de Yanina es un fuerte golpe a la organización, cuyo jefe es su hermano, que se encuentra detenido en el penal de Ezeiza, condenado en dos causas, en una de ellas a prisión perpetua.

En marzo del año pasado, Yanina Alvarado fue condenada a una pena unificada de 11 años de prisión por el Tribunal Oral Federal 1 de Rosario por el delito de tráfico de estupefacientes. Dentro de la pena se le unificó a esta mujer una condena a dos años de prisión por el delito de portación ilegal de armas y un remanente de los siete años a los que fuera condenada en marzo de 2019 junto a su entonces pareja Fabricio Lorincz. Yanina cumplía la condena en prisión domiciliaria, porque estaba al cuidado de sus hijos.

Además, la hermana del jefe narco fue detenida en abril de 2020 por orden del fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos Matías Edery en el marco de la investigación por la tentativa de homicidio contra Mariana Ortigala, atacada a balazos en la puerta de su casa en Roldán el 13 de marzo de 2020. Ortigala había declarado contra Alvarado en el juicio, pero luego fue detenida por ser parte de la banda rival, Los Monos. Y el fiscal fue suspendido por tener vínculos inapropiados con la extestigo.

Este viernes la hermana de Esteban Lindor Alvarado fue detenida por otra causa, en la que también aparece la droga como el negocio principal de la organización. Según fuentes judiciales consultadas por LA NACION, a lo largo de la investigación se detectó que la banda liderada por Yanina Alvarado se dedicaba al tráfico de estupefacientes. La organización se proveía de la cocaína que después distribuía en Rosario en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Luego trasladaban los panes de cocaína hasta Rosario, donde gente de la banda se encargaba de la distribución en distintos puntos de venta.

En la causa se determinó que los hermanos Fernando y Misael Robay oficiaban de “transportistas”, otra mujer se encargaba de la distribución del estupefaciente y, Ayelén Alarcón era quien tenía el rol de supervisión y coordinación de las tareas del reparto y venta de la droga. De acuerdo a la causa, Alarcón cumplía órdenes que le impartía desde su lugar de detención Agustín Cappeletti.

Alvarado fue identificado por las autoridades de Santa Fe como el gestor de los ataques “terroristas” que se produjeron en marzo pasado, como los calificó el gobierno tanto provincial como nacional, que provocaron la muerte de cuatro trabajadores elegidos al azar, entre ellos, dos taxistas, un colectivero y un empleado de una estación de servicio.

La investigación apunta a que Alvarado tramó estos ataques en coordinación con otras terminales mafiosas, como las que lideran Claudio Mansilla, alias Morocho, y Alejandro Núñez, conocido como Chucky Monedita. El móvil por el cual Alvarado ordenó esta seguidilla de asesinatos, como analizan en la administración de Maximiliano Pullaro, aún es un misterio, aunque se baraja como hipótesis principal la de golpear al gobierno provincial, como represalia por los mayores controles en las cárceles.

“Yo soy un banco, me entendés”, dijo Esteban Alvarado antes de intentar fugarse de la cárcel de Ezeiza. Para él la plata no era un problema, como le advertía a Lobo, el empresario y piloto que había comprado en Paraguay — lo importaron de España- con 100.000 dólares del narco un helicóptero Robinson R44, con el que pretendía fugarse de la cárcel de Ezeiza en marzo de 2022. El escape del siglo, jamás planeado en la Argentina, no se concretó porque el piloto terminó por traicionar al narco, que lo esperaba al mediodía en la cancha de fútbol del penal, vestido con una camiseta de la selección de Holanda, para que la aeronave descendiera y saliera de esa cárcel, después de haber sido condenado a prisión perpetua el año pasado.

¿Cómo había hecho tanto dinero ese hombre que había comenzado siendo un ladrón de autos en la zona norte de Buenos Aires? Los aviones fueron una de las claves en su vida. Rodrigo Ortigala, testigo en el juicio, contó que Alvarado heredó de su madre una ruta. Su mamá era una contrabandista de cigarrillos que durante la década del 80 traía desde Paraguay esa mercancía que era muy redituable. Los cargamentos de tabaco ilegal eran trasladados de avionetas Cessna. “Él usó los contactos y la logística que su madre tenía con los cigarrillos en Paraguay para traer droga”, recordó el hombre que estuvo dentro de la organización y de la que se apartó luego de que su exjefe quisiera matarlo y quedarse con su casa.

Alvarado se logró consolidar como uno de los principales narcos de Rosario, donde el negocio no solo estaba en el narcomenudeo, como sus rivales Los Monos, sino en la provisión de las organizaciones narco. Había comenzado después de los 2000 a juntar el dinero para embarcarse en el narcotráfico. Lo hizo a través de un negocio era fenomenal, que compartía con la policía de Santa Fe.

​ Yanina, hermana del capo narco Esteban Lindor Alvarado, fue arrestada en su casa, acusada de transportar cargamentos de droga desde la Capital; purgaba una pena de 11 años por tráfico de estupefacientes  Seguridad 

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *