Escándalo judicial: una testigo reveló que también fue víctima del juez de San Isidro acusado por acoso sexual

Estaba citada como testigo. Tenía que dar su testimonio en el sumario administrativo en la Subsecretaría de Control Disciplinario de la Suprema Corte de Justicia bonaerense abierto contra el presidente de la Cámara de Apelación y Garantías de San Isidro, Ernesto García Maañón, denunciado por una funcionaria del tribunal de alzada por acoso sexual y laboral. Pero, en medio de su relato explosivo, reveló que ella también fue una víctima del magistrado.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes al tanto de la declaración de la testigo, cuya identidad se mantiene en reserva. Se trata de una funcionaria que cumple funciones en la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro.
Ernesto García Maañon, el juez denunciado por acoso sexual
“La declaración fue anteayer, a última hora. La testigo había sido citada por el sumario administrativo abierto después de la denuncia hecha por G. B. S., secretaria letrada del tribunal de alzada de San Isidro, que denunció por acoso sexual y laboral a García Maañón. Pero su relato se convirtió en el testimonio de una víctima. Palabras más, palabras menos, contó que fue manoseada por el juez en su despacho. También dijo que hubo un intento de beso por parte del magistrado”, explicaron las fuentes consultadas.
La testigo también habría contado que fue pareja de García Maañón y que después de que la relación sentimental no continuara, el magistrado le quitó la mayoría de las tareas que realizaba en la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro.
El sábado pasado, en el programa Caso Abierto, conducido en LN+ por el periodista Gustavo Carabajal, se dio a conocer un mensaje de voz de WhatsApp que García Maañón le mandó a la auxiliar letrada antes de que se presentara a declarar como testigo.
“Yo no quiero que declares a mi favor, pero tampoco quiero que declares en contra y mientas. Quiero que digas la verdad. Decí la verdad. Yo voy a seguir a muerte con falsa denuncia. Esto lo sigo a muerte”, le dijo, entre otras cosas, García Maañón.
El sumario administrativo fue abierto por la Suprema Corte de Justicia bonaerense el 16 de este mes, menos de 24 horas después de que G. B. S. presentara su denuncia.
“En horas de la tarde, el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Daniel Soria, firmó la resolución por la cual se dispone dar inicio de un sumario por la denuncia contra García Maañón, la cual tramitará en la subsecretaría de Control Disciplinario”, habían explicado en ese momento fuentes del máximo tribunal.
Y agregaron: “A partir de ahora un abogado instructor perteneciente a esa área recabará pruebas, tomará testimonios y realizará cada una de las diligencias de dicha actuación en el ámbito del máximo tribunal de Justicia provincial”.
En el sumario administrativo, según pudo saber LA NACION, ya fueron citados como testigos colegas de García Maañón en el tribunal de alzada de San Isidro.
Como se informó en su momento, la denuncia de G. B. S. ante la Subsecretaría de Control Administrativo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense comenzó con un relato pormenorizado de las situaciones de abuso que afirma haber vivido desde fines de febrero pasado, cuando García Maañon, de 76 años, estaba a punto de volver a ejercer la presidencia de la Cámara.
Según recordó la funcionaria, el 20 de febrero último, la funcionaria fue convocada a la oficina del magistrado “para ultimar detalles con relación a su futura presidencia” a partir de marzo. Entre otras cuestiones, hablaron de pautas de trabajo.
“Desde esa fecha comenzó un vínculo cordial, basado en el respeto y la confianza, de índole laboral, al menos de mi parte. Sin embargo, con el correr de los días comenzó a mencionar mediante mensajes o en forma personal que le parecía atractiva, que no me tire a menos, que así tenía que ir por la vida, señalando que era una ‘opinión masculina experta’.
El 25 de febrero, en el contexto de una conversación por WhatsApp, le dijo: “Cuidá tu cuerpo y salud, que te eleva la autoestima. Consejo, look para los juramentos (y para que me envidien): pelo suelto y el traje negro escotado con mini que llevaste el martes pasado”.
G. B. S. trató de ser cordial en la respuesta, pero nunca más se puso el vestido que le había pedido el juez, explicó en su denuncia.
El 30 de marzo pasado, un mes después de que García Maañon asumiera la presidencia, la denunciante comenzó a recibir mensajes de WhatsApp en horas de la madrugada. “¿Despierta?”, le preguntó un día a las 1.12, según dijo G. B. S. y, seguido, le escribió: “La noche es como el vino, te desinhibe. La noche es deseo, la pasión, la aventura”.
G. B. S. hizo referencia a una invitación del magistrado para que vaya a comer un asado a su casa, donde iba a estar un comisario, uno de sus hijos y un custodio. Pensó varias veces cómo decir que no a esa “reunión de trabajo” programada para un sábado, finalmente se enfermó y no fue.
El 2 de abril, explicó la denunciante en su presentación, García Maañon le dijo que era un “cazador” y que le gustaba la “presa difícil”, “el caballo que le costaba domarlo” y que le gustaban las “mujeres que no eran sumisas”.
“Ni una sola vez le di a entender al doctor García Maañon que había posibilidad de un vínculo del tipo que intentaba”, sostuvo G. B. S. en su relato de los hechos.
Al promediar la presentación, la funcionaria recordó una situación donde, por primera vez, se sintió intimidada.
“En una ocasión en la que nos encontrábamos a solas me ordenó: ‘Sentate en ese lugar’, señalando un cuerpo de un sillón, haciendo alusión a un sillón de tres cuerpos. Me senté y el almohadón se hundió considerablemente y quedé como hundida, pequeñita. Entonces se sentó a mi lado y, mientras yo intentaba leer y explicarle temas [de trabajo] que había llevado escrito en hojas, su mirada y su cuerpo se giró considerablemente sobre mi cuerpo y su mirada se posó por encima de mi hombro. Fue la primera vez que me sentí intimidada por el doctor García Maañon. Era el presidente, mi jefe, nunca antes había vivido tal incomodidad. La luz tenue innecesaria, y la cercanía de su cuerpo me incomodó, sentí como que respiraba casi sobre mi cara. Yo miraba hacia abajo las hojas, tratando de leer de manera rápida la firma para retirarme y él, en un tono lento, me miraba haciendo como que le interesara lo que leía. Me intimidó con su cercanía y lo notó. Luego, con voz suave, me preguntó ‘¿Te incomoda?’. Sí, le contesté con firmeza. Automáticamente, se levantó y se sentó en otro sillón, y me dijo, como desentendiéndose de la situación, ‘tendré que cambiar ese almohadón’“, sostuvo G. B. S. en su denuncia.
En un momento, como esa relación “jefe-empleada” le pesaba y la ahogaba, G. B. S. aceptó ir a cenar a un lugar público.
“Me dijo ‘con que cenemos juntos me basta. Por mí podés venir desnuda jaja…’. Sin embargo, no le pude poner freno. En horario laboral me citó en el despacho. García Maañon estaba en una postura juvenil, como excitado. Salió de su escritorio y me detuvo en el medio de su despacho [después de contarle que había averiguado un lugar con menú celíaco]. Me tomó de la cintura e intentó bajar la mano hacia mi cola, me sorprendí y di un paso hacia atrás, le dije ‘¿Pasó algo?’ Me dijo ‘no, solo quería verte’“, contó la funcionaria. Ella se fue del despacho.
Una de las últimas situaciones de acoso que describió G. S. B. en la denuncia fue el 19 de junio, hace casi un mes, en el despacho del magistrado. García Maañon ya le había dicho que era instructor de tiro.
“Me dijo que me sentara. Se levantó, saco del cajón su arma, le puso el cargador, le sacó el seguro o se lo puso, dado que solo escuche el ruido, y en un movimiento rápido la pasó cerca de mi cara. No recuerdo si la puso delante de su pantalón o detrás, quedé como helada de haber visto el caño del arma pasar cerca de mi cara. Él salió del escritorio, tomó un bolso, y dijo ‘me retiro’. Salí del despacho y fui a mi despacho y comencé a llorar”, sostuvo G. B. S., según consta en el documento al que tuvo acceso a LA NACION.
En la parte final de la denuncia, después y de hablar del temor reverencial, G. B. S. solicitó que se le autorice y se disponga el cambio de “dependencia laboral”, que se cite a una serie de testigos, que, “atento al cargo de García Maañon se tomen las medidas necesarias para lograr la mayor imparcialidad en la presente investigación” y, por último, pidió que “respecto de los delitos de acción pública” se le notifiquen el número y estado de la investigación penal preparatoria (IPP).
Tras la denuncia de G. B. S., la Procuración General bonaerense le dieran intervención a la Fiscalía General de San Isidro, a cargo de John Broyad. Se abrió una IPP que, después de una serie de excusaciones, quedó a cargo del fiscal José Amallo, funcionario que también participa de la investigación donde está bajo sospecha donde está bajo sospecha la magistrada Julieta Makintach, quien quedó en el centro de la polémica por su participación estelar en el documental Justicia Divina, producción audiovisual que derivó en la declaración de nulidad del juicio donde se intentaba develar si hubo responsabilidades penales por la muerte de Diego Maradona.
En el expediente penal, García Maañón es defendido por el abogado Adrián Murcho. G. B. S. es representada por el letrado Juan Saucedo.
La explosiva declaración se dio en el sumario administrativo abierto por la Suprema Corte de Justicia bonaerense contra el camarista Ernesto García Maañón Seguridad
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