“Es imposible trabajar”: la amenaza de cada fin de semana que tiene en vilo a una región

Durante el fin de semana se registraron nuevas lluvias en gran parte del área agrícola, con acumulados muy dispares. En el nordeste de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba, las precipitaciones superaron en algunos casos los 50 milímetros e incluso hubo caída de granizo, mientras que en otras zonas apenas lloviznó. Además algunos productores reportaron vientos intensos que provocaron roturas en estructuras rurales, caída de árboles y distintos destrozos en los campos.
En el centro y el oeste bonaerense, los milímetros fueron menores, pero se sumaron a excesos hídricos que ya venían complicando la situación. Productores y técnicos advirtieron que la repetición de estos eventos cada fin de semana impide el escurrimiento del agua y agrava el anegamiento de lotes y caminos. En este contexto, crece la preocupación por los atrasos en la siembra de la campaña gruesa —soja y maíz—.
Según explicó el meteorólogo Leonardo De Benedictis, “fue un fin de semana muy variado: hubo lluvias y tormentas importantes en Córdoba y en Buenos Aires, con registros que superaron los 50 mm y caída de granizo, especialmente en el noreste bonaerense y el sudeste cordobés”. Al mismo tiempo, agregó: “Hubo otras zonas donde prácticamente no llovió, como La Pampa, y en el centro de Santa Fe los acumulados no superaron los 10 o 15 mm”. Lo único generalizado, destacó, fue el descenso térmico y las ráfagas de viento.
En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo coincidió en que los registros no trajeron sorpresas, pero advirtió por el patrón que se repite cada semana. “Llovió en Buenos Aires, en el sur de Córdoba, sur de Santa Fe y sur de Entre Ríos, con acumulados entre 10 y 40 mm. El mayor registro se dio en Laboulaye, con valores cercanos a los 100 mm. Por suerte, la lluvia más intensa cayó fuera de Buenos Aires, pero las zonas más complicadas de la provincia —como 9 de Julio y Bolívar— siguen sumando agua”, explicó.
El problema, señaló, es que la dinámica de lluvias es “muy firme” y no permite que las áreas anegadas se desagoten. “Ya hay pronósticos que anticipan nuevas precipitaciones para el próximo fin de semana”, adelantó.
En el partido bonaerense de 9 de Julio, una de las zonas más afectadas por el exceso hídrico, la situación se agrava con cada nueva lluvia. El presidente de la Sociedad Rural local, Hugo Enríquez, indicó que la superficie cubierta por agua ronda entre 180.000 y 190.000 hectáreas, y que con las últimas precipitaciones esa cifra podría ser aún mayor. “El sur del partido está cada día más complicado; localidades como 12 de Octubre, French y Quiroga están muy ajustadas de agua, y hay zonas donde los caminos están prácticamente intransitables”, explicó.
Enríquez advirtió, además, que la campaña de siembra gruesa arrancó con una cuesta arriba: “Muchos productores no pueden llegar a los lotes; siembran lo que pueden tres días por semana, y después la lluvia los vuelve a frenar otros tres o cuatro. El suelo está completamente saturado”.
En Bolívar, donde el promedio de lluvias se ubicó entre 30 y 40 milímetros, los productores señalaron que, si bien estos valores son habituales para la época, llegaron sobre una región que ya estaba saturada. El presidente de la Sociedad Rural local, José Gabriel Erreca, advirtió que la siembra de maíz temprano está prácticamente paralizada. “En el 80% de la zona agrícola del partido hoy es imposible trabajar: no hay piso. El arroyo Vallimanca viene muy crecido y la zona noreste–noroeste, hacia Carlos Casares y 9 de Julio, está muy complicada también”, explicó.
Frente a este panorama, muchos productores están evaluando postergar la siembra para noviembre, aunque eso implica rindes menores y una cosecha más tardía. “Cuanto más se demore, más se corre todo el calendario productivo”, advirtió.
En la zona de Henderson, por ejemplo, el productor Miguel Hary fue uno de los que sufrió de lleno el temporal.“Cerca de las seis de la tarde se levantó de golpe una ráfaga fortísima; en cuestión de minutos empezó la lluvia y en unos 15 minutos cayeron cerca de 50 milímetros. Todo el episodio —entre el viento, la lluvia y el momento en que despejó— no duró más de media hora, pero fue realmente muy violento”, contó.
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A los excesos hídricos se sumaron además episodios de viento muy intenso y tormentas localizadas, que en algunos puntos dejaron importantes daños materiales. En la zona de Henderson, por ejemplo, el productor Miguel Hary fue uno de los que sufrió el temporal .“Cerca de las seis de la tarde se levantó de golpe una ráfaga fortísima; en cuestión de minutos empezó la lluvia y en unos 15 minutos cayeron cerca de 50 milímetros. Todo el episodio —entre el viento, la lluvia y el momento en que despejó— no duró más de media hora, pero fue realmente muy violento”, relató.
El vendaval volteó más de la mitad de un monte con plantas de 50 o 60 años, tiró abajo un molino con tanque en altura, arrancó chapas de un galpón y sacó de cuajo los portones. “Juntamos cosas que aparecieron tiradas a 200 metros a la redonda. Gracias a Dios no hubo daños personales, solo materiales, que iremos acomodando de a poco”, explicó.
A pocos kilómetros, hacia el sudeste, el viento también derribó tres torres de la línea eléctrica de El Chocón, de unos 30 metros de altura. “He visto muchas tormentas en mis 59 años, pero esta realmente me asustó”, reconoció.
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