Es director técnico, vive en Angola y relató el significado de la visita de la selección argentina: “Es un hecho cultural y político”​

“Acá la señal es un desastre”, dice Gustavo Onaindia, entrenador argentino que comanda al club Sagrada Esperanza de la Primera División del fútbol de Angola. Este país africano, que se independizó hace 50 años de Portugal, será el anfitrión de un amistoso contra la selección argentina, a disputarse este viernes en el estadio 11 de Novembre.

Luego de varios intentos, se reestablece la señal telefónica y LA NACION accede a una entrevista con el director técnico que llegó hace cuatro meses a esta nación y se afincó en un pueblo llamado Dundo, a 1200 kilómetros de Luanda, la capital de Angola.

“No se está hablando mucho del amistoso de la selección. Las entradas son accesibles y el estadio es grande. Sin dudas que la presencia de Messi es un hecho cultural y político. El gobierno pagó una suma importante de dinero y desde ese lado hay una gran expectativa”, aclaró Onaindia, de 55 años, que cuenta con una vasta experiencia como director técnico en distintos clubes del extranjero. “El amistoso coincide con la semana del 11 de noviembre que se celebra la independencia del país, estaban todos enfocados en eso”, argumentó sobre esta fecha patria que reúne el sentir de los habitantes angoleños.

El estadio 11 de Novembro, ubicado a 20 kilómetros del centro de Luanda, tiene una capacidad estimada para 50 mil personas y será el escenario para este encuentro histórico. “Es una cancha antigua, con un buen césped, y va a estar lleno porque las entradas se vendían a un dólar”, retrató sobre este encuentro que tiene fecha para el viernes 14 a las 12h (horario argentino).

“El gobierno va a usar la llegada de Messi. Por lo que se lee acá en los periódicos, se pagó 12 millones de euros para que venga la selección argentina”, destacó el argentino que registra un pasado como jugador profesional en Rosario Central y Talleres de Córdoba, entre otros equipos.

La llegada de Onaindia a Angola se dio por intermedio de un agente. Luego de varios trámites burocráticos en la embajada del país africano en Buenos Aires, se tomó un vuelo hacia este exótico destino donde el básquet es el deporte más valorado y practicado, el cual desplaza al fútbol en un segundo orden. Lejos de luces cosmopolitas de Luanda, el DT argentino se instaló en Dundo, donde debió adaptarse a las precarias condiciones de vida de este pueblo de 100 mil habitantes.

“No hay nada. La gente no vive bien y se corta la luz y el suministro de agua a menudo. Llegué a estar dos días sin agua. Tuve que comprar un tanque de plástico que lo llenas de agua y con eso podés bañarte. Otro tema es la carga de combustible: cuando una estación tiene, las otras no. En África hay mucha corrupción, por eso las rutas y los caminos son un desastre, lo mismo los hospitales, hay muchísima pobreza”, relató, en primera persona, sobre el detrás de escena de ser entrenador de un equipo en Angola.

“Me levanto a las cinco de la mañana y a las seis estoy en el entrenamiento. Eso me lleva una hora hasta que la práctica comienza a las ocho. A las 10 termina el entrenamiento y a las 12 ya estoy comiendo en un hotel, donde también me dan la cena. A la tarde planifico la charla técnica y ocho y media de la noche ya estoy acostado”, destacó sobre la monótona y apasionante rutina diaria de dirigir a Sagrada Esperanza, un equipo que recibe aportes de la empresa pública llamada Endiama, que gestiona la producción de diamantes en Angola.

El idioma oficial de Angola es el portugués y su moneda se llama Kuanza. Según el relato de Onaindia las opciones para comer son variadas como carne, pollo y pescado. El único asterisco en el menú es la ausencia del asado. En cuanto al estilo de vida, contó que un trabajador gana, alrededor de 200 dólares al mes. “Las cosas comparadas con Argentina están mucho más baratas”, destacó.

“Acá el sueldo promedio es de 200 dólares; con 400 vivís sin problema. El alquiler de un departamento con dos piezas cuesta 25 dólares mensuales”, detalló sobre los costos de vivir en un país que será testigo de los últimos partidos de Messi con la selección argentina.

​ Gustavo Onaindia llegó al país africano hace cuatro meses y dirige al club Sagrada Esperanza; el paneo de cómo se vive en esta nación y el irrisorio precio que cuesta una entrada para el partido del día viernes  Deportes 

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