En medio del conflicto por el financiamiento universitario, estudiantes tomaron el Colegio Nacional Buenos Aires​

En medio del conflicto entre Nación y universidades por el incremento de partidas presupuestarias, estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires anunciaron este lunes por la tarde la toma del establecimiento educativo durante la noche como medida de fuerza “frente al brutal desfinanciamiento” a las casas de altos estudios.

De acuerdo con un comunicado al que accedió LA NACION, que lleva la firma de Teo Boruchowicz, presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires (CENBA), la no respuesta de la administración Milei a los reclamos “perjudica enormemente a los colegios secundarios preuniversitarios”.

Para el caso del Colegio Nacional de Buenos Aires, que depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA), insisten en que, sin recursos, les es dificultoso ofrecer una “educación de excelencia”. “Se vuelve imposible de sostener sin salarios dignos para nuestros docentes y no docentes. No solo la educación de alrededor de 2.500 estudiantes se ve en riesgo, sino que también la calidad de vida de miles de trabajadores en la institución. remarcan.

Desde CENBA, anticiparon que se llevará adelante una conferencia de prensa el martes en la puerta de la institución -desde las 13-, de la que participaran todos los titulares de otros centros de estudiantes, representantes gremiales, docentes y no docentes. Tendrá por objeto visibilizar la problemática.

La medida de fuerza ocurre a días de la segunda marcha universitaria -se celebrará este miércoles desde las 17 frente al Congreso de la Nación- contra el Gobierno por el “vaciamiento a la educación” en lo que va del año. Asistirán a la convocatoria agrupaciones universitarias y gremios docentes.

El reclamo

Víctor Moriñigo, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), dijo que 2024 ha sido un año tortuoso para las instituciones públicas, y esta movilización es una respuesta a la falta de soluciones concretas para garantizar el funcionamiento de las casas de altos estudios. Moriñigo también advirtió que, si el Presidente decide vetar la ley de financiamiento universitario antes de la marcha, el objetivo será solicitar el apoyo de los diputados para que respalden la iniciativa.

Los rectores y gremios universitarios señalaron que el problema no radica únicamente en el financiamiento, sino también en las prioridades del gobierno nacional. “El retraso salarial de los trabajadores universitarios alcanza los 50 puntos respecto de la inflación, y los salarios son un 20% inferiores a los del resto de los trabajadores estatales”, comentó Moriñigo. En este contexto, los rectores exigen que se atiendan las demandas salariales y se reabran las instancias de diálogo.

A pesar de las diferencias entre las partes, el Ministerio de Capital Humano reafirmó su intención de continuar el diálogo tanto con los rectores como con los gremios, subrayando que es necesario un intercambio fluido para abordar los problemas estructurales de las universidades. Por otro lado, gremios y rectores mantienen su postura de continuar con las medidas hasta alcanzar acuerdos que aseguren la estabilidad financiera y laboral de las universidades públicas.

La cartera que dirige Sandra Pettovello insiste que los gastos de funcionamiento para las universidades se incrementaron en un 270%, y se transfirieron más de $49.000 millones adicionales para los hospitales universitarios. En el caso de la Universidad de Buenos Aires (UBA), estas transferencias cubrieron el 94,8% del pedido adicional realizado por la institución. Junto a ello, y a diferencia de gestiones anteriores, destacan que estos giros se realizaron en tiempo y forma.

​ Desde el Centro, que depende de la UBA, aseguran que les es dificultoso ofrecer una “educación de excelencia” sin salarios dignos  Sociedad 

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