La batata, con su característico sabor dulzón, ideal para agregar a preparaciones en cacerola o para usar como guarnición al horno o en forma de puré, supo caminar por la avenida ancha de la fama en nuestro país, pero su consumo cayó abruptamente.

En la década del 70, según estadísticas nacionales de alimentación, se consumían 20 kilos de batatas por habitante cada año y actualmente su consumo en el mismo período no llega a los 3 kilos.

Cultivarlas en casa, además de ser económico y sustentable, tiene una ventaja extra: nos permite disfrutar de sus sabrosas hojas, que pueden cocinarse como espinacas y mantienen el sabor y aroma característicos de la batata.

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La batata contiene almidón, azúcares, vitaminas, fibras y minerales. A nivel vitamínico, se destaca el betacaroteno (provitamina A)

¿Cómo se cultiva la batata?

Para comenzar a cultivarlas en casa, se deben seleccionar las batatas sanas y de superficie lisa. Se cortan longitudinalmente al medio y se colocan las mitades sobre turba o perlita húmeda con la parte plana hacia abajo.

Si se realiza al aire libre entre los meses de agosto y septiembre, a las dos semanas las raíces comenzarán a brotar.

Pero lo interesante si no tenés lugar al exterior para cultivarlas es que también se puede hacer dentro de la casa, en algún rincón reparado de la cocina en cualquier temporada. La temperatura elevada de la cocina estimula la brotación de las yemas de la batata y el proceso se hace más rápido.

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Aproximadamente, luego de dos meses, los tallos jóvenes que brotaron de las yemas alcanzarán entre 15 y 20 centímetros y tendrán cuatro hojas desarrolladas. En este momento lo ideal es trasplantarlos a algún lugar soleado, en un sustrato rico en materia orgánica.

Cuando el follaje decae, se levantan las plantas y las raíces reservantes engrosadas serán las batatas listas para consumir.

​ Es ideal para emplear como guarnición y se pueden cultivar fácilmente. La cocina es el lugar indicado para comenzar la aventura, te contamos cómo.  Revista Jardín