Empezó como modelo, fue fanático de Boca pero “inició” la etapa dorada de River: el dandy que enamoró a los argentinos

Para los pobladores de Las Breñas, Chaco, Antonio Jorge Garmaz, con el correr del tiempo Ante o Anté -con acento, como le encantaba que lo llamaran porque lo sentía más glamoroso- era “El yugoslavo”. Había nacido en Croacia el 7 de enero de 1928, pero llegó al país con su familia de muy niño. Luego, ya cuando él era un adolescente, todos se instalaron en Rosario donde cursó la escuela primaria en el colegio Mariano Moreno. La adoptó como propia, como su ciudad, como cuna de los primeros ruidos céntricos, lejos de aquel pueblo tranquilo.
Cerca de los veinte años dio otro gran salto cuando, curioso, se atrevió a instalarse en Buenos Aires para ir por más. Al principio fue por un tiempo corredor de seguros, empleo que le sirvió para permanecer y solventar sus gastos. Sin embargo, rápidamente, se convirtió en modelo publicitario, pionero en tiempos en que los hombres no incursionaban en esa actividad. Primero lo convocaron para comerciales en la gráfica, pero de manera casi simultánea sumó avisos en la TV y sintió que ese era su lugar. Rosario, su ciudad, había quedado atrás porque el mundo se abría ante sus ojos.
Ante Garmaz, el dandy que creó el “amuleto” de River
Con su andar y estilo excéntrico -y original a vez- siguió creciendo en el mundillo del modelaje hasta convertirse en una figura pública que sumaba detalles a su pintoresca personalidad: su colección ilimitada de sombreros y corbatas que lo convirtieron aún en más popular. Tanto que a principios de los 60, ya como modelo consagrado, invitó y logró que una figura del fútbol argentino como Amadeo Carrizo, arquero de River Plate, desfilara con un tapado de piel que generó polémicas y reproches que cuestionaron el proceder de Garmaz. Él, pese a ser un hincha ferviente de Boca y hasta soñar alguna vez con ser su presidente, siguió incursionando en el mundo Millonario. Era un amante del fútbol y de todo lo que lo rodeaba y llegó a ser vicepresidente de Chaco For Ever y amigo de Julio Grondona, presidente de AFA (Asociación del Fútbol Argentino) desde 1979 hasta su muerte en 2014.
Sin proponérselo, como una carambola del destino, le daría al conjunto de Núñez un regalo que se convertiría en un símbolo. Ocurrió en 1975. River llevaba dieciocho años sin salir campeón y Ante le obsequió una corbata que él mismo diseñó al director técnico Ángel Labruna, al que apodaban El Feo. Ese obsequio se convirtió en una cábala y River ganó torneo Metropolitano.
Así, la corbata se convirtió para Angelito, como también lo llamaban, en un emblema que no podía faltarle. Sin embargo, en un viaje caluroso en micro a Rosario para jugar un encuentro, Labruna se la sacó. Los jugadores no tuvieron mejor idea que empezar a bromear tirándosela uno a otro hasta que voló por una ventanilla. Nadie dijo nada hasta que el DT preguntó por ella y creyó que se la habían escondido. Cuando le confesaron que se había “caído” hizo regresar el ómnibus con todos los players con las ventanas abiertas observando el camino hasta que la encontraran. Finalmente alguien la vio al costado de la ruta y así volvió la paz y pudieron retomar el rumbo para cumplir con el compromiso futbolístico.
En 2016 la corbata fue reflejada en una camiseta y, cinco años más tarde, el entrenador Marcelo Gallardo lució una similar en el clásico contra Boca a manera de homenaje a su predecesor.
Ante Garmaz y su otra gran pasión: el buen vestir
Pese a que llegar a la televisión era su gran anhelo, Ante incursionó previamente en el cine con participaciones en películas como Cosquín, amor y folklore, Triángulo de cuatro, Los hombres solo piensan en eso y El soltero, nada menos que acompañando a consagrados como Jorge Porcel y Alberto Olmedo. Su primera aparición en la pantalla chica ocurrió junto a Pinky en el programa llamado Feminísimas, donde tenía su propio espacio conocido como El guardarropas de Adán. Hasta que tuvo ciclo propio allá por finales de los 80, El mundo de Ante Garmaz, que se mantuvo en el aire durante diez años.
Cómo no recordar su debut en ATC de la mano de Horacio Larrosa con la cortina musical de Frank Sinatra interpretando New York, New York, presentando y hablando de moda de manera tan particular en épocas en que era asesor de vestuario nada menos que del presidente Carlos Menem y entregaba “El Garmaz de Oro” como reconocimiento a aquellos que lo acompañaban con apoyo publicitario.
Manejaba un histrionismo muy característico en cada presentación, a menudo polémico, porque detrás de cámara asistentes, allegados y modelos tanto masculinos como femeninos resaltaban cierto destrato y soberbia cuando se dirigía para hacer sugerencias o indicaciones de forma altanera y bastante despectiva.
De su vida privada poco se sabía, pero él jugaba con respecto a ella cuando alguien quería saber un poco más, porque nunca ocultó su sexualidad. Tenía dos frases que siempre utilizaba para terminar la charla ante quienes pretendían juzgarlo por su elección, que acompañaba con sus clásicas carcajadas: “No soy gay, mis parejas sí”. Y: “En el amor siempre me fue fantástico porque, a rey muerto, rey puesto”.
En 2003, se dio otro gran gusto, pero esta vez con el club de sus amores, confeccionando los trajes de los jugadores del equipo xeneize que ese año se habían consagrado Campeones de América de la mano de Carlos Bianchi, tras vencer 3 a 1 a Santos de Brasil en el estadio Morumbí. Ahora el plantel se alistaba para viajar a Japón con el asesoramiento de Garmaz, quien supo traer suerte porque Boca le ganó al Milan de Italia por penales luego de empatar 1 a 1 en el partido y se coronó Campeón Intercontinental.
En sus últimos tiempos venía sobrellevando como podía sus problemas de salud, hasta que el 16 de julio de 2011 murió en el Hospital Fernández mientras atravesaba una neumonía. Lo que destacaron siempre sus sobrinos, amigos y seres queridos es que nunca perdió ni sus gestos de bondad ni su estilo, por eso lo calificaron en su despedida como el último dandy.
En el pueblo que recibió a su familia cuando llegó de Croacia le decían “El yugoslavo”; sin embargo, el mundo lo conoció como Ante Garmaz; vida y obra de una apasionado por el buen vestir Espectáculos
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