El proyecto estratégico que mueve millones de dólares, genera empleo y reemplaza al petróleo

La transición energética dejó de ser un concepto abstracto para transformarse en una realidad que ya modifica la forma en que la Argentina produce y consume electricidad. En apenas una década, las energías renovables pasaron de ocupar un rol marginal a explicar cerca del 16% de la matriz eléctrica nacional. Dentro de ese universo, la generación eólica, impulsada en 2018 por el programa Renovar, es la que más terreno ganó. Hoy es posible encontrar unos 1000 aerogeneradores en 68 parques distribuidos por varias provincias.
Los registros de la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) muestran que esta energía tiene sus epicentros en dos grandes regiones, la provincia de Buenos Aires y la Patagonia: allí, los parques eólicos se multiplican, aprovechando al máximo las corrientes de viento para alimentar la matriz eléctrica nacional.
La energía eólica aprovecha la fuerza del viento para generar electricidad. Es una fuente renovable y de bajo costo, que se distingue por ser limpia, ya que a diferencia de la generación a partir de combustibles fósiles, no emite gases de efecto invernadero ni contamina la atmósfera. El crecimiento de esta tecnología se explica por múltiples factores: la Argentina cuenta con uno de los mejores recursos eólicos del mundo, y los avances tecnológicos permitieron aerogeneradores más altos, con palas más largas y mayor potencia unitaria, capaces de producir electricidad con costos cada vez más competitivos frente a las fuentes tradicionales.
Parque Eólico Los Teros
LA NACION visitó el Parque Eólico Los Teros ubicado en Azul, provincia de Buenos Aires, que sintetiza este proceso. Operado por YPF Luz, tiene una capacidad de 175 MW y puede abastecer a más de 215.000 hogares. Sus torres se alinean en la llanura bonaerense, aprovechando el oleaje del viento generado por las sierras cercanas. Los terrenos donde se ubican los aerogeneradores, además de producir maíz, trigo y soja, se alquilan a US$9000 anuales por aerogenerador.
Cada aerogenerador convierte la energía cinética del viento en electricidad. Las aspas, de 68 metros de largo, completan alrededor de once giros por minuto -a una velocidad máxima-, y la punta de las palas puede alcanzar hasta 200 km/h. La altura de la torre asegura corrientes de viento más constantes y potentes, maximizando la producción de energía que luego se envía a la subestación eléctrica. Cada turbina puede generar hasta 3,8 MW con viento nominal de 12 metros por segundo.
Además de sus dimensiones imponentes, Los Teros se destaca por la escala de la obra. El parque ocupa unas 3600 hectáreas y requirió la apertura de caminos internos y plataformas especiales para el montaje de cada torre, que alcanza los 115 metros de altura con rotores de 137 metros de diámetro. En total son 45 aerogeneradores: 32 de 3,8 MW y 13 de 4 MW, fabricados por la estadounidense General Electric. La inversión rondó los US$235 millones y, en su pico de construcción llegaron a trabajar ahí más de 800 personas. La energía generada –unos 838 GWh anuales– evita la emisión de 400.000 toneladas de CO2 al año. El parque se conecta al sistema eléctrico a través de una subestación que enlaza con la línea de 132 kV entre Tandil y Olavarría, con un factor de capacidad del 55%, uno de los más altos del país.
La tendencia renovable
Más allá de su contribución técnica, Los Teros ilustra cómo la energía eólica se integra al sector productivo. Desde 2018, Toyota se abastece con electricidad 100% renovable generada por YPF Luz para su planta de Zárate, donde fabrica los modelos Hilux, SW4 y Hiace. Gracias a este acuerdo, la automotriz redujo más de 180.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono y se consolidó como la primera en la región en operar íntegramente con energía limpia.
El vínculo entre YPF Luz y sus clientes industriales no es un caso aislado. “YPF Luz ya cuenta con más de 70 clientes en todo el país, muchos de los cuales contratan hasta el 90% de su consumo eléctrico con fuentes renovables. Con 3,4 GW en operación y casi 500 MW en construcción, la empresa genera alrededor del 10% de la electricidad argentina y refuerza la tendencia de que las renovables se integren de manera estructural a la matriz”, asegura Mariana Iribarne, gerente de Relaciones Institucionales y Sustentabilidad de YPF Luz.
La expansión de la eólica también plantea desafíos de sustentabilidad. La mayoría de los componentes, como la estructura de las torres y los generadores, se reciclan sin dificultad. Sin embargo, las palas presentan un problema, ya que contienen elementos que dificultan su descomposición. En distintos puntos del mundo, y también en la Argentina, se busca una solución para estos residuos, dado que aunque la energía sea renovable, no todos sus componentes son fácilmente reciclables.
Parque Eólico Casa
Mientras se buscan soluciones para la sustentabilidad de los aerogeneradores, YPF Luz sigue ampliando su presencia renovable con nuevos proyectos, como el Parque Eólico Casa en Olavarría, programado para entrar en funcionamiento en el primer semestre de 2026. Tendrá una potencia instalada de 63 MW gracias a nueve turbinas Nordex de última generación, que alcanzan los 200 metros de altura y despliegan palas de 80 metros, cubriendo un diámetro de barrido de 163 metros. Será el primero en la Argentina en alcanzar una potencia unitaria de 7 MW, situándose a la vanguardia tecnológica de la región.
El predio abarca unas 775 hectáreas, de las cuales cuatro están en manos de Cementos Avellaneda, que utilizará dos torres para autoabastecerse de electricidad. El resto del parque se conectará al sistema a través del programa MATER. La construcción del parque es compleja: se abrieron 12 kilómetros de caminos y plataformas de 5000 m² por aerogenerador. Cada base de hormigón tiene más de 600 metros cúbicos, con diámetros de hasta 24 metros y profundidades superiores a tres metros. Cada aerogenerador pesa alrededor de 660 toneladas. Los componentes principales se producen en Argentina, mientras que las palas provienen de India y la tecnología es de origen chino. El montaje de cada torre puede completarse en menos de una semana, aunque las obras civiles y la preparación del terreno insumen meses de trabajo.
La energía eólica impulsa inversiones por cientos de millones de dólares, genera empleo local y permite reducir las importaciones de combustibles fósiles Negocios
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