El nuevo cardenal: con la designación de monseñor Bokalic, la Iglesia argentina tendrá una mayor presencia en un eventual cónclave​

Con la incorporación del arzobispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic, al Colegio de Cardenales, la Argentina pasará a tener cuatro purpurados en condiciones de votar en un eventual cónclave. Se trata de un obispo de bajo perfil, comprometido con el desafío de una “Iglesia de puertas abiertas y de las periferias”, y dedicado, desde hace más de una década, a la misión de enfrentar la marginalidad en una de las zonas más pobres del país.

El papa Francisco, así, va delineando la conformación del cuerpo que en algún momento elegirá a su sucesor, con nombramientos que favorecen a países y comunidades identificadas con los desafíos de las periferias geográficas y existenciales.

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Cuatro de cada cinco cardenales menores de 80 años –la edad límite fijada por las normas canónicas- fueron designados por Francisco desde su llegada al Vaticano. Con la conformación que quedará definida a partir del 8 de diciembre, la Argentina duplicará el número de cardenales que tuvo en el cónclave de 2013, cuando Jorge Bergoglio fue elegido papa.

Los otros tres cardenales de nuestro país habilitados hoy para participar de un hipotético cónclave son Mario Aurelio Poli (arzobispo emérito de Buenos Aires, Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba) y Víctor Manuel Fernández (prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe). Monseñor Bokalic tendrá el carácter de cardenal primado de la Argentina.

La sede primada

Con un estilo austero y fuerte espíritu misionero, Bokalic, de 72 años, fue ordenado sacerdote en la Congregación Vicentina, dedicada a la atención de los más vulnerables.

El Papa lo eligió como cardenal por ser el arzobispo de la sede primada de la Argentina. En julio pasado, Francisco decidió, como signo de “reparación histórica”, que Santiago del Estero pasara a ser arquidiócesis y recibió el título honorífico de sede primada, que hasta ese momento se le reconocía a la arquidiócesis de Buenos Aires.

“Santiago del Estero, como Madre de Ciudades, es mirada ahora como madre de las diócesis argentinas”, repiten en la diócesis del norte, que se constituyó en 1570 y en cuyo territorio se dieron los primeros pasos para sembrar el Evangelio en lo que hoy es el suelo argentino. A Bokalic se le reconoce haber logrado que las parroquias e, incluso, la sociedad civil acompañe con entusiasmo esta medida que inicialmente aparentaba ser administrativa.

El arzobispo Bokalic conduce el territorio donde inició su apostolado la primera santa argentina, Mama Antula, promotora de los ejercicios espirituales ignacianos, adoptados históricamente por los jesuitas, y una figura laica –no era religiosa- de creciente devoción, especialmente en las provincias.

Cerca del flamante cardenal primado entienden que su designación “cierra un año particularmente bendecido para Santiago del Estero”, que comenzó con la canonización de la santa mujer santiagueña y siguió con el reconocimiento de la diócesis como iglesia primada de la Argentina.

Nacido en Buenos Aires el 11 de junio de 1952, el nuevo cardenal se formó en la Congregación de la Misión, conocida como los Vicentinos, por su fundador, San Vicente de Paul. Ordenado sacerdote en 1978, fue párroco del Santuario de la Medalla Milagrosa, el templo de estilo neorrománico ubicado en Parque Chacabuco, y superior del Seminario de la Congregación Vicentina en San Miguel.

En 2010 fue designado obispo auxiliar de Buenos Aires, cuando Bergoglio era arzobispo, y sucedió a Oscar Ojea como responsable de la Vicaría Centro. A fines de 2013, Francisco lo nombró obispo de Santiago del Estero, donde desplegó el estilo pastoral marcado por el bajo perfil y su cercanía a la gente. Varias veces tomó personalmente la atención de parroquias, ante la falta de sacerdotes. Suele permanecer poco tiempo en la Curia del arzobispado, dado que prioriza sus visitas a sacerdotes, capillas y comunidades, revelan quienes lo frecuentan.

La misión de los jóvenes

Bokalic es un fuerte animador de la participación de los jóvenes y los laicos en la Iglesia y alienta el crecimiento de los Hogares de Cristo, creados en todo el país para la atención, recuperación y acompañamiento de los jóvenes que intentan salir de las adicciones y no encuentran horizontes. Este año cedió terrenos del Obispado para la consolidación de esta obra y puso en marcha el Hogar Madre del Puente Carretero, en la ciudad de La Banda, donde desde el año pasado desarrolla su misión pastoral el padre José María Di Paola, uno de los curas de villas y barrios populares con más experiencia en ese campo.

Conocida la designación del nuevo cardenal primado, el Episcopado declaró su alegría por la decisión de Francisco. En un comunicado, sostuvo que “la cercanía con el pueblo y la humildad de monseñor Vicente Bokalic han sido siempre características destacadas en su ministerio”.

Los obispos pidieron que “esta nueva misión que la Iglesia le encomienda, como colaborador del Santo Padre en el gobierno de la Iglesia Universal, sea fecunda”.

​ De bajo perfil y fuerte sentido misionero, el arzobispo de Santiago del Estero pasará a ser el cardenal primado de nuestro país; se sumará en el Colegio Cardenalicio a sus pares Mario Poli, Ángel Rossi y Víctor Manuel Fernández  Política 

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