El método imbatible para detener el hipo, según un neurocientífico de California​

El hipo es una contracción molesta e involuntaria del diafragma que, según Andrew Huberman, un neurocientífico y divulgador de la Universidad de Stanford en California, puede ser aplacada con una técnica respaldada por la ciencia.

Por qué tenemos hipos y cómo detenerlos, según Andrew Huberman

“La razón por la que tenemos hipos es porque experimentamos un espasmo del nervio frénico”, dice Huberman en un episodio de su podcast Huberman Lab titulado “How to Breathe Correctly for Optimal Health, Mood, Learning & Performance” (“Cómo respirar correctamente para una salud, estado de ánimo, aprendizaje y rendimiento óptimos”, en inglés).

El nervio frénico, recuerda el especialista, controla la contracción del diafragma para permitir la respiración, y también tiene una rama sensorial que detecta sensaciones en el diafragma y el hígado. Por eso, el hipo puede sentirse doloroso, debido a la rápida retroalimentación sensorial de la contracción.

La clave para detener el hipo, según Huberman, es interrumpir el espasmo del nervio frénico. Métodos tradicionales como respirar en una bolsa o beber agua del lado opuesto del vaso, aunque populares, son a menudo ineficaces. En cambio, Huberman propone una técnica que aprovecha la hipercontracción del nervio para luego relajarlo.

El método, explicado detalladamente por Huberman, consiste en realizar tres inhalaciones consecutivas por la nariz, seguidas de una retención de la respiración.

El truco con base científica para detener el hipo

Primera inhalación. Toma una inhalación grande y profunda por la nariz. Segunda inhalación. Sin exhalar, realiza una segunda inhalación por la nariz, aunque sea breve. Tercera inhalación. Puede ser incluso una micro inhalación de un milisegundo de duración, por la nariz. Retención. Después de las tres inhalaciones, contén la respiración durante unos 15 a 20 segundos. Exhalación. Finalmente, exhala lentamente, ya sea por la nariz o por la boca.

Huberman enfatiza que la segunda y tercera inhalación requieren un esfuerzo físico para introducir aire adicional en los pulmones sin exhalar primero. “Se siente como una ‘inhalación brusca’ porque debes activar la musculatura de los músculos intercostales y el diafragma”, explica.

La efectividad de este método radica en la hiperexcitación del nervio frénico, un patrón antinatural que provoca una hiperpolarización. “Esto provoca una hiperpolarización, lo que significa que el nervio frénico tiene una probabilidad mucho menor de activarse de nuevo durante un período de tiempo después”, señala Huberman.

Después de realizar la técnica, es importante volver a una cadencia de respiración normal. Si el hipo persiste, se puede repetir el proceso una segunda vez. Según Huberman, este es el método más eficiente y respaldado por la ciencia para eliminar el hipo.

Cuáles son los distintos tipos de hipo

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido consigna que, “a menudo, no hay una razón obvia para tener hipo”, pero algunas personas encuentran ciertos desencadenantes, como:

estrésemociones fuertes, como la excitacióncomer y beber

La entidad señala que “el hipo que dura más de 48 horas puede deberse a una condición médica o a un medicamento que esté tomando”, por lo que se sugiere la consulta a un profesional médico.

La Clínica Cleveland clasifica el hipo según su duración:

transitorio (segundos o minutos).persistente (más de 48 horas hasta un mes).intratable (más de un mes). recurrente, (regresa con frecuencia).

Las causas del hipo varían según su duración. El hipo transitorio a menudo no tiene una causa clara.

El hipo persistente e intratable, en cambio, puede ser causado por diversas condiciones médicas, según la Clínica Cleveland. Esto incluye enfermedades gastrointestinales como el reflujo gastroesofágico o la gastritis; condiciones que afectan el sistema nervioso central como el accidente cerebrovascular, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple; enfermedades pulmonares como la neumonía, la embolia pulmonar o la pleuresía; tumores o lesiones como tumores mediastínicos, cáncer de esófago o cáncer de páncreas; condiciones que alteran el metabolismo y la señalización nerviosa relacionada como la uremia o la hipocalcemia, y ciertas infecciones como la gripe, el herpes zóster y el herpes simple.

Algunos medicamentos también pueden causar hipo persistente, como los agonistas de la dopamina, las benzodiazepinas (en dosis bajas), algunos fármacos de quimioterapia, la dexametasona y la azitromicina. El hipo persistente también puede ocurrir después de ciertas cirugías o procedimientos que requieren anestesia general.

Si bien el hipo transitorio no suele causar complicaciones, el hipo persistente puede provocar problemas para respirar, tragar o hablar, dificultad para dormir y agotamiento, y pérdida de peso, según señala la clínica.

Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.

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