El Gobierno se prepara para otra marcha el miércoles con pocos cambios en el operativo policial

El Gobierno trabaja con la hipótesis de que el próximo miércoles, y quizás los que sigan, volverá a desplegar todo el uso de la fuerza para enfrentar la protesta en las inmediaciones del Congreso, en caso de que la manifestación tenga las mismas características que la de esta semana. De esto hablaron Javier Milei y Patricia Bullrich en el tiempo que compartieron en el viaje a San Nicolás por ExpoAgro. “Coincidieron en que no van a dar ni un paso atrás porque sino esto se lleva puesto al Gobierno”, dijeron a LA NACION muy cerca del Presidente y de la ministra de Seguridad.
No se percibe en la cúpula del Gobierno un cambio de actitud o una revisión del accionar policial, pese a que la represión terminó con 16 personas hospitalizadas y un fotógrafo, Pablo Grillo, herido de extrema gravedad. Tampoco exhiben autocrítica por las decenas de detenidos que fueron liberados por la jueza porteña Karina Andrade por falta de información sobre las razones de sus arrestos (si bien muchos fueron detenidos por la policía de la Ciudad). Sí hay un reconocimiento de que no se logró una de las banderas que venía enarbolando Milei como activo de su gestión: el orden en la vía pública. “No es sostenible esa violencia todos los miércoles, pero menos sostenible es que se apoderen de las calles”, dijo en las últimas horas un importante funcionario del Poder Ejecutivo.
El viernes, después de ExpoAgro, Bullrich mantuvo una reunión con las cúpulas de las fuerzas de seguridad, con la SIDE y con el ministerio de seguridad porteño para prever un nuevo operativo en caso de que a la marcha del próximo miércoles se plieguen eventuales grupos violentos, que el Gobierno ya caracterizó como barras bravas, algo que todavía está bajo investigación. La conclusión, según pudo reconstruir LA NACION, es que la directiva a las fuerzas de seguridad será la misma y que se utilizará el mismo armamento, pero que podrían haber cambios tácticos en el despliegue policial.
La idea que está sobre la mesa del Ministerio de Seguridad es la de trazar una “zona estéril” en las inmediaciones del Congreso y un sistema que obligue a encaminar la protesta dentro de la plaza. Es decir, liberar las calles y avenidas y “encuadrar la manifestación dentro de una zona”. Eso podría implicar que algunas arterias queden cortadas al tránsito de manera oficial “previo aviso a la ciudadanía”, dicen las fuentes oficiales, pese a que un operativo así iría contra el espíritu del protocolo antipiquetes del Gobierno, que apunta a no interrumpir la circulación vehicular.
Durante los incidentes del último miércoles, los enfrentamientos más violentos entre los manifestantes, la Policía Federal y la Gendarmería se registraron sobre Rivadavia y sobre Hipólito Yrigoyen, frente al palacio y en los dos laterales de la plaza.
El otro plan que se trazó en Gelly y Obes es el de “trabajar en las salidas de los manifestantes desde el conurbano”, promoviendo una mayor identificación y rastreo de antecedentes de los que se trasladen a la Capital Federal con el objetivo de sumarse a la marcha.
“El otro día sabíamos cómo venían y lo pesados que eran. Teníamos que obturar porque vinieron a romper todo”, insisten cerca de Bullrich, que no sólo fue ratificada en su cargo sino que también fue felicitada por el Presidente en ExpoAgro y fotografiada en una postal con aires de campaña electoral: Milei se mostró con ella, con el diputado José Luis Espert y con el vocero Manuel Adorni, tres de los candidateables de La Libertad Avanza para los comicios de este año.
Con esta actitud, en el Gobierno señalan que seguirán utilizando las mismas armas menos letales: proyectiles de gas lacrimógeno, balas de goma y cañones de agua, que -como quedó probado- pueden causar lesiones muy graves.
Para la semana próxima, a la luz de la fuerte represión policial que se registró días atrás, ya hay distintos grupos e hinchadas que anticiparon que se van a plegar a la marcha. En redes sociales, convocan a asistir con la camiseta de la Selección o vestidos de azul, luego de que Milei dijera que “los buenos son los de azul y los hijos de puta son los que tienen trapos en la cara”. “Mientras no cometan delitos que protesten como quieran. Pero al delito se lo reprime por la fuerza”, dijo a LA NACION un colaborador del Presidente.
Lo que se viene
Este sábado, Bullrich comunicó a la cúpula del Gobierno que las fuerzas aportaron nuevo material para reconstruir la forma en la que el gendarme ubicado sobre Hipólito Yrigoyen desarrolló el disparo del proyectil de gas lacrimógeno que viajó al menos 50 metros, golpeó contra una estructura de madera incendiada e impactó contra la cabeza del fotógrafo Grillo. “Vamos a demostrar que el tiro se hizo bajo protocolo, que no hubo mala praxis, tenemos reconstruido el disparo”, aseguró una altísima fuente oficial.
Sin embargo, todos los videos, las fotos y los registros que se vieron hasta el momento exhiben, tal como publicó LA NACION, que la trayectoria de la granada fue en línea recta y provenía de la zona donde estaba apostada la Gendarmería, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís. También la denuncia que hizo el propio Ministerio de Seguridad por supuesta sedición dice que el proyectil que le pegó a Grillo habría tenido “trayectoria horizontal”. Hay videos que muestran efectivos tirando gases lacrimógenos en parábola, como recomienda Naciones Unidas, y otros que exhiben que se hicieron disparos en horizontal.
En el Gobierno estiman un escenario más áspero en los próximos días en el Congreso ya que se comenzará a debatir el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que oficializa el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Prevemos un escenario de mayor conflicto, sobre todo por lo que se va a discutir dentro del parlamento”, dijo una fuente oficial.
En el Gobierno no quieren que estas protestas instalen un clima de inestabilidad política y están convencidos de que la manera de evitarlo es mediante el uso de la fuerza. Se comparan con Mauricio Macri, que en diciembre de 2017 impulsó una reforma previsional poco después de haber ganado las elecciones de medio término y enfrentó una violenta manifestación callejera.
Un funcionario lanzó: “La tibieza tira al Gobierno para atrás. Ya le pasó a Macri en diciembre de 2017 cuando estuvieron cuatro horas tirando piedras. Aquel fue el principio del fin”.
Milei y Bullrich acordaron “no dar un paso atrás”; prevén nuevas marchas y están dispuestas a enfrentarlas con el mismo armamento; ya planearon cambios tácticos; defenderán al gendarme que lanzó el proyectil que hirió a Grillo Política
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