El cura kirchnerista Juan Carlos Molina será primer candidato a diputado del peronismo en Santa Cruz​

Juan Carlos Molina (58) encabezará la lista de unidad del peronismo en Santa Cruz como primer candidato a diputado nacional por el frente Fuerza Santacruceña. Además de su vocación sacerdotal, Molina se desempeñó como titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, entre 2013 y 2015.

La trayectoria de Molina -también conocido como Juanca- se caracteriza por el trabajo social en sectores vulnerables. En la provincia de Santa Cruz, cuando Néstor Kirchner cursaba su último año como gobernador en 2003, impulsó la Fundación Valdocco, que abrió hogares y centros de apoyo en distintas localidades del país y en Haití, destinados a niños, adolescentes y comunidades de bajos recursos.

Mientras estuvo a cargo del Sedronar, implementó un enfoque territorial en la prevención y asistencia de las adicciones mediante la creación de Centros Preventivos Locales de Adicciones (CePLA) y Casas Educativas Terapéuticas (CET). También denunció irregularidades y desmanejos económicos.

Había definido como “crítico” al panorama administrativo que encontró a penas un mes después de asumir. Al ser notificada, la expresidenta le ordenó a Molina que se intervenga al organismo.

Molina aseguró que se encontró con “directores de áreas designados en forma anómala, con una simple resolución del subsecretario, que cobraban sueldos altos, y realizaban contrataciones irregulares, entre los que se destacan facturas por gastos en almuerzos en la zona del microcentro porteño”.

A penas un año y medio más tarde, antes de las elecciones presidenciales, “Juanca” renunció de manera sorpresiva. El jefe de Gabinete de ese momento, Aníbal Fernández, había revelado que el sacerdote sentía ya había cumplido su objetivo y que se apartó por motivos personales.

Como funcionario, una de sus mayores polémicas fue su defensa de la “no criminalización” del consumo de drogas, lo cual le valió muchas críticas. “Me dicen cura drogón, pero me hacen reír”, dijo al respecto.

En aquel tiempo, consideró que los medios “banalizan” el problema del narcotráfico y llegó a deslizar que Pablo Escobar, de los narcotraficantes más peligrosos de la región, era “un poco como Robin Hood”.

“La gente lo lloró porque ocupó el rol del Estado, hizo escuelas, hospitales, calles, se ocupó de los pobres”, había opinado Molina, al referirse a una reconocida serie. Las críticas no tardaron en hacerse escuchar.

Lejos de la función pública, mantuvo una presencia activa en los medios de comunicación y en el debate público. Condujo el programa radial “Rompiendo Moldes” (Radio 10), que este domingo tuvo su última emisión.

​ El sacerdote de 58 años estuvo al frente del Sedronar durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner  Política 

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