El Cruce: el hospital modelo en el corazón del conurbano en el que hay dudas sobre el arancelamiento a los pacientes extranjeros​

LA PLATA.- Una enorme cruz blanca, rodeada por rejas, anticipa la llegada al hospital El Cruce, Dr. Néstor Kirchner, en Florencio Varela. El paisaje es propio del conurbano: ventas ambulantes, comida rápida y ropa de terceras marcas tapan las vidrieras a los costados de la carretera cargada de autos viejos y colectivos.

En el hospital flamean dos banderas: una de la Nación y una de la provincia de Buenos Aires. Una placa de mármol que recuerda la intervención del ex vicepresidente Daniel Scioli en la inauguración. Una vez dentro del hospital universitario, que apuesta por la docencia y la enseñanza de las ciencias de la salud al mismo tiempo que ofrece tratamientos de la más alta complejidad, nada indica que haya una orden para adaptarse a las nuevas instrucciones del presidente Javier Milei: cobrar arancel a los extranjeros.

Llama la atención la limpieza, la modernidad de las instalaciones y la amable atención del personal, que incluye seguridad privada. Desde el hall central no se ve el helipuerto, donde bajan los helicópteros provenientes de todo el país para el traslado de pacientes complejos. El hospital tiene 30 servicios, incluidos terapias intensivas de adultos y de niños, cirugía cardiovascular, oncología y medicina transfusional además de múltiples tratamientos por imágenes es centro de referencia nacional.

Pero además, es luminoso, amplio y tiene una atmósfera vibrante y cálida, por la cordialidad del personal. Es un hospital que más parece en su infraestructura edilicia a una clínica privada del centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que a otros nosocomios del Gran Buenos Aires.

“Este es el mejor hospital del país. Todos los casos complejos llegan acá. Sólo se atiende con turnos a personas derivadas. No sólo vienen extranjeros, vienen personas nacidas en el país con muy altos recursos y posibilidades de atenderse en cualquier parte del mundo, como Wanda Nara”, afirma Carolina Alem, una estudiante de Kineseología de la Universidad Nacional Arturo Jaureche. “Es el lugar donde todos soñamos trabajar. Y donde viene a atenderse gente de toda Latinoamérica”, agrega la estudiante. “Incluso han venido pacientes de Europa”, remata.

Nada parece haber cambiado aún, tras el anuncio de la Casa Rosada sobre el arancelamiento a pacientes extranjeros, en los hospitales financiados por el gobierno nacional. No hay una directiva en Informes. Tampoco en la secretaría de Trabajo Social.

Es imposible llegar a la dirección. Tres agentes de la empresa Goya Corrientes SRL se pegan a LA NACION e impiden avanzar. Informan al personal que está prohibido hablar con la prensa. “No se sabe nada oficial”, dicen sobre el arancelamiento a los pacientes que no sean argentinos.

La implementación de la reforma estará a cargo de la Secretaría de Interior y de la Dirección Nacional de Migraciones, según informaron en la Casa Rosada. Va acompañada del arancelamiento en las Universidades Nacionales para alumnos extranjeros. Pero debe pasar por el Congreso para modificar la Ley de Migraciones, según admitieron a LA NACION en el ministerio de Salud de la Nación. Es decir que por ahora es una carta de intención el anuncio que se hizo desde la vocería presidencial, a cargo de Manuel Adorni.

El arancelamiento de la salud para los no residentes será una decisión de cada provincia. Buenos Aires, donde está territorialmente instalado el hospital El Cruce, no adherirá. “Las medidas del gobierno nacional carecen de conocimiento del funcionamiento del sistema y sólo buscan generar odio y resentimiento, no cuenten con @BAprovincia donde la atención es gratuita en todo el territorio”, dijo Nicolás Kreplak, ministro de Salud de Axel Kicillof, en redes sociales.

Según datos del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, sólo el 0.81 por ciento del total de los pacientes del sistema de salud que se atiende en esta provincia, son extranjeros.

La medida del gobierno nacional tendría un alcance limitado. Además del Garrahan, que la Nación comparte en un 80% con la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Salud financia el hospital de alta complejidad de El Calafate (Santa Cruz), el hospital Posadas (Morón), el hospital Baldomero Sommer (General Rodríguez), el hospital de cuenca alta Néstor Kirchner (Cañuelas), el hospital de Alta Complejidad Del Bicentenario (Esteban Echeverría), el Hospital Nacional y de comunidad Ramón Carrillo (antes, Colonia Montes De Oca), el hospital René Favaloro (La Matanza) y el hospital en red especializado en salud mental y adicciones Laura Bonaparte (ciudad de Buenos Aires).

En esta lista pausible de arancelar la atención a los extranjeros está el hospital de alta complejidad El Cruce, donde los pacientes nacionales recién se enteran de la medida. “Yo vengo hace seis meses a acompañar a un familiar y veo muchísimos extranjeros. Casi diría más extranjeros que argentinos: peruanos, bolivianos, hasta gringos”, cuenta Sebastián Barrios, habitante de Hurlingham. Y agrega: “A mí me parece bien que se les cobre arancel porque al final lo que sucede es que en muchos otros hospitales hay sobre demanda y no nos atienden por la gran cantidad de gente que acude. Yo me curé sólo de dengue: a me atendieron en la sala de primeros auxilios de mi localidad. Esto es otra cosa: acá sólo atienden los casos más complejos. Y la atención es de primera”.

“Hay muchos extranjeros”

En el hospital que lleva el nombre de Néstor Kirchner solo se atiende por derivaciones hospitalarias, dado que es de alta complejidad. Hay unas 400 camas y un centro de estudios. “A mi me atienden más que bien, nada de que quejarme”, sostiene Jorge Bustamante, paciente argentina que asiste cada semana al hospital. “Pero si es cierto que hay muchos extranjeros: de Paraguay, de Bolivia, de Perú. Es entendible: la calidad humana y profesional es de otro planeta”, afirma.

Las enfermeras acceden a hablar con LA NACION, pero fuera del hospital. Mientras esperan el colectivo, sostienen que los extranjeros no son más que el 20 por ciento del total de los pacientes. “Se los atiende si tienen DNI como residentes”, afirman las mujeres vestidas con ambos azules y que piden mantenerse en el anonimato porque dicen que tienen prohibido hablar con la prensa. El personal no está contento con el gobierno de Javier Milei: los gremios de enfermeros y de profesionales de la salud protagonizaron el viernes pasado una medida de fuerza para reclamar por el aumento de los salarios.

Analía Fernández es familiar de un paciente. Reafirma la calidad humana del equipo profesional. “Tienen un trato excepcional- afirma-.Pero no veo porque deberían atender gratis a pacientes de otros países. Yo viajé afuera y me cobraban o no me atendían”, se queja.

“Yo no estoy tan de acuerdo con que se atienda a los extranjeros en iguales condiciones que a los nativos porque hay muchísima demanda. Pero a nosotros nos atendieron muy bien”, expresa Ana Flores.

El lema de El Cruce es: hospital humanizado. “Entendemos que es vital humanizar la relación entre personas que atraviesan situaciones vitales difíciles y que confluyen en el hospital”. Sobre esa consigna no hay desacuerdo.

​ El centro de alta complejidad está en Florencio Varela y depende del Ministerio de la Salud de la Nación; no hubo una orden de comenzar a cobrar por el servicio; el 20% de los pacientes son de otros países  Política 

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