El clásico de Rosario: tras la derrota de Newell’s frente a Central, aparecieron los violentos y la represión policial

En el estadio Marcelo Bielsa se respiraban aires llenos de la ilusión de ganar el clásico y reponer algo del flojo arranque de 2025, pero -sobre todo- se sentía mucha tensión, previniendo lo que 90 minutos después ocurriría. Sucedió lo segundo, Rosario Central venció 2-1 al equipo de Mariano Soso y el Parque de la Independencia terminó siendo nuevamente el lugar de expresión de los violentos y la represión policial, como ya había ocurrido el miércoles tras caer agónicamente contra Defensa y Justicia.
Si bien adentro del “Coloso” los hinchas leprosos silbaron al equipo, insultaron y cantaron contra la continuidad del entrenador, las cinco derrotas en seis encuentros (apenas le ganó a Aldosivi, último en la tabla) forzaron a que aquellas expresiones no bastaran para descargarse. Lamentablemente, un grupo quiso seguir mostrando su descontento en las afueras del estadio con formas que llevaron a la seguridad a actuar contra ellos.
La salida caótica se dio específicamente cerca de la intersección entre las avenidas Pellegrini y Pueyrredón, en la salida de la tribuna del Palomar. Cuentan en Rosario que, mientras la policía santafesina intentaba dispersar la muchedumbre con un cordón que los desviaba hacia otro sector de la ciudad, muchos fanáticos se retiraron de manera pacífica, pero otros comenzaron a combatir a la formación: piedrazos de gran tamaño contra los uniformados y con destino a algunos móviles, a los que les rompieron los vidrios: ya en la previa, el micro de Rosario Central había sido apedreado, con roturas en las ventanas.
En consecuencia, la policía comenzó a reprimir al grupo de violentos con los balazos de gomas desprendidas de sus escopetas, con destino claro de impactar “directamente al cuerpo de ellos” (informó el móvil de Zapping Sport), además de gases lacrimógenos. Incluso, hubo situaciones sin semejante violencia, pero sí con la necesidad de controlar a raíz del grupo de simpatizantes que fueron directo a la zona de palcos, en la que suele estar la directiva comandada por Ignacio Astore. El operativo para el clásico incluyó aproximadamente 600 efectivos.
Incidentes a las afueras del Coloso que desembocó en un enfrentamiento entre hinchas y policias pic.twitter.com/IYUZGBwrVB
— Zapping Sport – 23 años (@ZappingSportRos) February 16, 2025
Los incidentes duraron unos minutos, pero alcanzaron para volver a lamentar las situaciones que se viven en el fútbol argentino: así como en las tribunas los irresponsables e inmaduros de siempre se llevaron sus momentos de protagonismo por molestar con lanzamiento de objetos que demoraron tramos del encuentro, en las calles aledañas al Marcelo Bielsa se repitieron las imágenes que se observaron en la mitad de la semana, en el mismo sector de la ciudad.
Newell’s vive días que no imaginaba, con resultados negativos constantes, y la paciencia del público viene terminándose. Sobre todo, luego de caer ante el clásico de toda la vida. El clima, impotente y frustrante, se respira a toda hora, dentro y fuera de su hogar.
Tras la caída por 2-1 en el Coloso, el descontento se trasladó a las calles; el miércoles, tras perder con Defensa, también hubo incidentes Fútbol
Leave a Comment