Diana Mondino dijo estar “comodísima” como canciller y apuntó contra Francia en la antesala del viaje de Milei a París
La “muy buena” relación con China y Brasil, el “comodísimo” momento que atraviesa como canciller y el “excelente” vínculo que Javier Milei mantiene con su vice, Victoria Villarruel, fueron algunas de las definiciones con las que Diana Mondino intentó minimizar las internas en el Gobierno, las tensiones diplomáticas y los cuestionamientos que se alzan sobre su figura, soslayada en el último tiempo por otros miembros del oficialismo.
La ministra fue la protagonista excluyente del almuerzo organizado este miércoles por el Rotary Club de Buenos Aires en el Hotel Libertador, aunque dejó un sinsabor entre algunos de los comensales por el escaso “peso” de sus afirmaciones, sobradamente optimistas pese a la situación interna que atraviesa la canciller y las tensiones diplomáticas que abrió el Gobierno. Sí se destacó el dardo que le dedicó a Francia en la antesala del viaje de Milei a París, donde mantendrá una reunión bilateral con el presidente Emmanuel Macron y participará, este viernes, de la apertura de los Juegos Olímpicos.
En su discurso, la ministra de Relaciones Exteriores apuntó contra Francia por el demorado acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Es que, según Mondino, el país europeo realiza una “mala interpretación” del sector agropecuario local.
“Cada país tiene sus propias políticas. Dentro de la Unión Europea, Francia tiene una voz un poco más fuerte. Ellos tiene una campiña fuertemente subsidiada y tienen, creo yo, una mala interpretación de lo que es el sector agropecuario del Mercosur”, sostuvo la canciller. “El Mercosur tiene 32 años. Hace 19 años que estamos trabajando en ese acuerdo. No sé, algún día saldrá. Y si no sale, la verdad es que los que deberían estar preocupados son la Unión Europea, más que el Mercosur”, agregó. No mencionó la polémica abierta por el canto de los jugadores de la selección argentina y la posterior declaración de la vicepresidenta contra Francia.
“La relación con China es muy buena”, afirmó también Mondino, y aunque distinguió: “Una cosa es la relación política y otra la relación comercial”. En la misma línea se refirió a Brasil. “Excelente”, dijo sobre el vínculo bilateral con el país vecino, donde el presidente Lula da Silva viene de exigirle disculpas a Milei y de llamar a consultas a su embajador en Buenos Aires. “La relación con Brasil ha sido siempre la misma. Ha sido un hermano menor y un hermano mayor. Es buena. Estamos en el mismo barrio, producimos lo mismo”, amplió la ministra, y agregó: “Pero no somos hermanos gemelos”.
La canciller fue categórica con respecto a la soberanía de las Islas Malvinas. “Nosotros somos los dueños de ese lugar”, dijo, tras subrayar que no se trata de un posicionamiento personal, sino de una política de Estado. “Ellos [por el Reino Unido], con suerte, son inquilinos”, agregó.
Con todo, sostuvo que la “agresividad” que mantuvo Argentina frente a Londres en el último tiempo no contribuyó a ese objetivo, y dejó entrever la posibilidad de tejer acuerdos en algunas actividades productivas.
“Nosotros queremos tener una relación razonable”, afirmó, tras destacar que hay algunas actividades desaprovechadas por ambos países, como la pesca. “Tiene que empezar a haber, en algunos temas comunes, que no impliquen soberanía –enfatizó–, un trabajo en conjunto”.
Mondino se refirió también a su rol como canciller en el gobierno de La Libertad Avanza: “¿Cómo es ser ministra de relaciones exteriores de un presidente como Javier Milei?”, fue la pregunta que le hizo llegar un rotario. “Comodísimo”, respondió, sin rastros de ironía en el tono. “Me deja hacer todo lo que quiero. Pensamos igual. Yo soy más viejita que él. Pero tengo también un concepto muy liberal de las cosas”, dijo, tratando de ahuyentar los cuestionamientos que caen sobre su figura. Y agregó: “El es un poquito más sanguíneo que yo”.
La ministra llegó al Hotel Libertador –antiguo búnker de campaña libertario– pasadas las 12.30, se ubicó en el centro de la mesa principal, y cerca de la 1.40 comenzó su alocución frente a una centena de comensales. Fue la única oradora en un encuentro que contó con empresarios y directivos de peso (Techint y Cabrales, por caso, estuvieron presentes).
Una centralidad que le es esquiva dentro del oficialismo, tal como dejaron en evidencia algunos episodios recientes, como aquel que tuvo a la hermana del Presidente, la secretaria general, Karina Milei, pidiendo disculpas en la embajada de Francia en Buenos Aires por los dichos de Villarruel.
El discurso de Mondino –que se extendió por 30 minutos– dejó sobrevolando entre algunos de los comensales una sensación de “liviandad”. “No mostró programa”, dijo uno de ellos. “Cuando no dejan nada es porque quieren evitar que les peguen”, interpretó otro rotario, asiduo asistente de estos almuerzos.
Mondino se explayó durante un cuarto de hora antes de contestar las preguntas que los socios del club le hicieron llegar a través de un grupo de WhatsApp que administra la periodista Clara Mariño, habitual moderadora de los almuerzos. Buscó poner en relieve el comercio exterior; la importancia de que la palabra argentina vuelva a tener consideración en la arena internacional y las oportunidades que hay en la región para afianzar la integración del Mercosur.
Ganancias
Había cierta expectativa entre los funcionarios de Cancillería presentes en que la ministra tuviera algún tipo de pronunciamiento en favor de los trabajadores del sector afectados por Ganancias, luego de que este lunes se oficializara la reglamentación de la nueva ley, que deroga la exención de un adicional (”costos de vida”) entre los diplomáticos. “La gente piensa que no pagamos Ganancias y que llevamos una vida fastuosa”, se lamentaba por lo bajo uno de ellos.
La ministra, sin embargo, se limitó a defender la naturaleza del impuesto durante su intervención. ”Si un país tuviera que tener un único impuesto –dijo– sería el impuesto a las Ganancias”.
Antes de retirarse, la canciller sostuvo que el vínculo de Milei con su vicepresidenta es “excelente”, aunque enseguida matizó: “Siempre hay diferencias. ¿Vos no estás casado?”, le retrucó al periodista que le preguntó por la relación entre los miembros del Ejecutivo.
“¿Qué espera de las elecciones de este domingo en Venezuela?, preguntó otro periodista. “Que se hagan”, respondió lacónica. Al comienzo de su intervención, la canciller hizo énfasis en que durante mucho tiempo el país careció de una definición en el mapa geopolítico. “Un país tiene que defender sus valores, aquello en lo que cree. Argentina tiene que decir lo que piensa. Nosotros estábamos calladitos, íbamos con el viento”, afirmó.
La ministra fue la protagonista excluyente de un almuerzo que organizó el Club Rotary de Buenos Aries; defendió el impuesto a las Ganancias, pese a los reclamos de los diplomáticos Política
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