Detuvieron a uno de los diez prófugos más buscados: lo vinculan con un cargamento de cocaína de US$65.0 00.000

Gustavo Bruzzone era uno de los diez prófugos más buscados. Tenía orden de captura nacional e internacional por su presunta participación en el intento de contrabando de 1658 kilos de cocaína, cargamento valuado en US$65.000.000. La droga fue secuestrada en Rosario y tenía como destino final la ciudad de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
Bruzzone, que llevaba casi dos años prófugo, fue detenido ayer por detectives de la Brigada de la Dirección General de Operaciones Antidrogas de la Hidrovía del Paraná del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina. Cayó en Haedo, partido de Morón, cuando circulaba en un Peugeot 208 y se dirigía a visitar a un familiar.
En estos momentos, según informaron fuentes judiciales a LA NACION, es indagado por el juez federal de Campana, Adrián González Charvay.
UNO DE LOS DIEZ NARCOS MÁS BUSCADOS DEL PAÍS, ¡ATRAPADO!
Gustavo Alejandro Bruzzone, prófugo desde hace casi dos años y pieza clave en el intento de traficar 1.600 kilos de cocaína a Europa, fue capturado por el DFI de la PFA en la provincia de Buenos Aires.
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— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) July 2, 2025
“Bruzzone tenía una actividad accesoria al Tano Sofía”, explicó a LA NACION un detective del caso. Lo dijo en referencia a José Sofía, alias El Tano, condenado a 11 años de prisión por el intento de tráfico de los 1658 kilos de cocaína, investigación conocida como “Operación Rosario-Dubái”. Otro de los líderes de la organización criminal, Gabriel Nicolau, recibió una pena de 12 años de cárcel en ese caso.
Para el fiscal Federico Reynares Solari, que ejerció la acusación durante el juicio junto con Matías Scilabra de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Nicolau y Sofía fueron los encargados de la “pata local” de un negocio multimillonario que no llegó a concretarse: la droga debía partir rumbo a Dubái y España, pero nunca salió de Rosario. La Policía Federal secuestró el cargamento en un rústico galpón de Empalme Graneros.
Gabriel Jaime Londoño Rojas y Álvaro Antonio Ramírez Duque, dos narcos colombianos, ambos detenidos en Emiratos Árabes Unidos y en la ciudad española de Leganés, respectivamente, entre mayo y noviembre de 2022, y Newson Cheung Sabogal, que aún está prófugo, son acusados de ser los “líderes de la empresa criminal en el ámbito internacional”.
Entre el 21 de junio y el 31 de agosto de 2022 estuvieron escondidos en Rosario 3092 kilos de cocaína, un cargamento que cambiaba su lugar de escondite a la espera de una salida hacia Europa desde el puerto de Rosario.
Ese cargamento “fantasma”, que muy pocos sabían que se embarcaría por Terminal Puerto Rosario (TPR), tenía dueño: los colombianos Londoño Rojas y Ramírez Duque, quienes están acusados de ser engranajes claves de un cartel trasnacional que había puesto el ojo en este punto de la Hidrovía para sacar la droga hacia el Viejo Continente.
En la Argentina, Londoño Rojas y Ramírez Duque eran dos fantasmas, pero se sospecha que estuvieron en la provincia de Santa Fe para generar la operación de tráfico de droga más grande de la historia.
La Procunar y la Aduana tienen fuertes sospechas de que otros dos embarques que suman 1434 kg y que salieron de TPR rumbo a Rotterdam en junio de 2022 y fueron incautados en Santos, Brasil, y en los Países Bajos, eran de los mismos dueños.
La droga estaba embalada de una manera particular, en bolsos plásticos con cinta y nylon negro y los panes de cocaína tenían un logo o etiqueta que se repetía en las dos cargas: Louis Vuitton, la marca que productos de moda que se fundó en 1854 en París.
El 22 de junio de 2022 se hizo la primera reunión cumbre entre los narcos que pretendían “exportar” 1658 kilos de cocaína desde el puerto de Rosario. Al selecto encuentro no concurrió ninguno de los protagonistas de las crónicas de la mafia rosarina, tan proclive a llamar la atención con balas y sangre. Este fue un cónclave de gerentes internacionales y sus delegados en la provincia de Buenos Aires de una organización narco que movía más de 100 millones de dólares.
El encuentro entre varios miembros del cartel se hizo en el country Aguadas, en la localidad de Funes, al oeste de Rosario, un lugar selecto en el que viven funcionarios políticos, judiciales y empresarios importantes de la ciudad que no sabían que sus vecinos estaban preparando uno de los contrabandos de cocaína más grandes de la historia.
Según consta en la causa, Marco Páez, un bonaerense que había convocado Nicolau, había alquilado de forma temporaria una casa en el lote 183 en Aguadas.
La mañana del 22 de junio de 2022 en aquella reunión en el country estaba el representante del cartel internacional Antonio Ramírez Duque, otro colombiano que seguía de cerca la operación y controlaba a los argentinos.
Duque había llegado a Buenos Aires dos días antes y quien lo llevó hasta Rosario en su camioneta VW Amarok fue Nicolau. La reunión, según las tareas de inteligencia que constan en la causa, duró una hora. Las cuestiones importantes se definieron sin demasiada charla.
Duque regresó a Buenos Aires y se fue a España, pero un mes después volvió a la Argentina y viajó a otra reunión en Funes. Esta vez el encuentro no se hizo en el country Aguadas, sino en una casaquinta con pileta en calle Tandil al 2400, otra propiedad alquilada de forma temporaria.
Una característica que aflora en esta organización es el bajo perfil que pretendían imponer a las gestiones los representantes de este cartel. Por ejemplo, no se alojaban en hoteles, sino que preferían alquilar inmuebles de manera temporaria fuera de Rosario, donde los registros son menos rigurosos. Nicolau dormía en un complejo de cabañas en Victoria, Entre Ríos.
Al otro día, el 25 de julio, Duque y Nicolau fueron en la camioneta hasta un galpón en Juan B. Justo al 2800, una zona modesta de barrio Empalme Graneros. Allí vivía el herrero Ramón V., que habría preparado los dos lugares donde se acopió la cocaína, uno muy cerca de su casa, en Génova al 2400, y otro en la zona sur, a pocas cuadras del puerto, en Cerrito 17.
La hidrovía Paraná-Paraguay se transformó en un punto de salida de la cocaína que se consume en Europa y Asia. Si la droga llega a destino, su valor se multiplica entre cinco y diez veces. Desde las terminales de Paraguay salieron unas 40 toneladas de cocaína que fueron secuestradas en Rotterdam y Amberes, Bélgica.
En su momento, Nicolau, Sofía y otros seis integrantes de la banda fueron procesados por el juez González Charvay, magistrado a cargo del expediente.
Londoño Rojas y Ramírez Duque aparecen como los enlaces de la organización. El paradero de estos colombianos era un misterio hasta que Londoño Rojas fue detenido en diciembre de 2022 en Abu Dhabi. En paralelo, en Rosario atraparon a los eslabones locales de escaso poder dentro de la estructura: tres camioneros y un supervisor de la empresa acusados de ser los responsables de introducir la droga dentro del puerto.
En el otro cargamento secuestrado de 1658 kg fueron detenidos miembros de la pata argentina de la banda, entre los que figuran los mencionados Sofía y Nicolau. Faltaba Bruzzone, que acaba de caer en las redes de la ley argentina.
Se trata de Gustavo Bruzzone; fue atrapado por la Policía Federal Argentina en Haedo, en el partido de Morón Seguridad
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