Descubren una misteriosa sala azul en Pompeya que sobrevivió intacta a la erupción del Vesubio
Las autoridades del Parque Arqueológico Pompeya, en Italia, dieron a conocer mediante sus redes sociales el hallazgo de una misteriosa sala azul que sobrevivió a la erupción del volcán Monte Vesubio en el 79 d.C. Este sitio se definió como “sagrado” por los expertos y se ubicó en la zona central de la antigua ciudad, en Regio IX. En su interior, se encontraron frescos que relatan las cuatro estaciones y símbolos de cultivo, ente otras cuestiones.
Pompeya es uno de los yacimientos al aire libre más importantes de Italia, el cual está en constante cambio y en permanente investigación. Hay algunos rincones que todavía permanecen bajo los escombros y otros de los que poco a poco florecen a la luz de los turistas y expertos de la vida pasada del Imperio Romano.
Tras la explosión del Vesubio y la catástrofe que llegó a posterior con la lava, la ceniza y los gases tóxicos, gran parte de la urbanización pereció. No obstante, algunas obras de arte resistieron los embates del tiempo y aún permanecen con gran esplendor en la actualidad.
Esta sala azul fue interpretada como un “sacrario”, es decir, un espacio dedicado a las actividades rituales y a la preservación de objetos sagrados. Su diseño es rectangular y en las paredes figuran diferentes pinturas de divinidades y campesinos, que en sus manos poseen frutas y productos de la cosecha.
“Se muestran figuras femeninas adyacentes a los nichos en el centro, y representan, en los lados, las cuatro estaciones y la hora, mientras que en el muro central hay alegorías de agricultura y pastoreo, según lo indicado por los atributos del arado y el pedum, un palo corto usado por pastores y cazadores”, explicaron los arqueólogos en el comunicado oficial.
Además, como dato llamativo, remarcaron que “el color azul encontrado aquí rara vez fue presenciado en los frescos de Pompeya y generalmente estaba presente en ambientes de gran esfuerzo decorativo”. Este lugar fue explorado en la época borbónica, pero en la reciente excavación se hallaron objetos pertenecientes a la decoración de la casa, que se depositaron temporalmente debido a las obras de construcción extendidas por todo el complejo.
Los arqueólogos señalaron que en el medio ambiente se encontraron quince ánforas de transporte y un pasillo de bronce compuesto por dos jarras y dos alfalfas. También descubrieron acumulaciones de materiales de construcción, listos para ser usados en las futuras reformas de la casa. Incluso, “en el umbral de entrada se encontró una pila de caracoles y de ostras ya consumidas que, probablemente, una vez molidas, se añadieron a la masa para yeso y maltas”.
En cuanto a las proporciones de la habitación, esta mide unos ocho metros cuadrados y surgió entre las estructuras colocadas en la parte sur de la manzana, perteneciente a un cuarto secundario de un gran domus -casa-, y a un salón negro renovado frente a un patio, con acceso por escalera al primer piso del complejo.
Este ambiente se estrenó al público en las Maravillas Especiales de la RAI el 27 de mayo, comisariado y dirigido por Alberto Ángela. Sobre la apertura ante el público visitante, todavía no se dieron detalles de cuándo sucedería, ya que el proceso iniciará con la restauración e investigación a fondo de este sitio.
La habitación tuvo un fin ritualista, con el objetivo de marcar las estaciones del año y pedir por la abundancia en las cosechas; su color es único en todo el Parque Arqueológico En las redes
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