Descubren en Bélgica tres búnkeres de la Segunda Guerra Mundial en perfecto estado​

Europa es testigo diario de los diferentes hallazgos que suceden dentro de los límites del continente, en su mayoría, resultan de hace unos pocos siglos o milenios; sin embargo, esta semana, en Bélgica, las autoridades de un proyecto de conservación privado, desenterraron tres búnkeres de guerra nazi que fueron olvidados por el paso del tiempo bajo las dunas costeras de aquel país.

Esta noticia sorprendió a los ciudadanos belgas y a los neerlandeses, ya que este descubrimiento surgió en el límite entre ambos países. El hallazgo se dio luego de una campaña de limpieza en las dunas Heist Willemspark, en el pueblo de Knokke-Heist, ante el avance de las plantas invasoras. Durante la Primera Guerra Mundial, este sitio, al norte del Estado, sirvió como base alemana para las baterías de artillería pesada, conocidas como Freya y Augusta, al igual que instalaron una seguidilla de búnkeres para el control de la navegación de barcos sobre el Canal de la Mancha.

A posterior, estas construcciones volvieron a ser utilizadas por el ejército alemán cuando invadieron Bélgica en la Segunda Guerra Mundial, solo que aquí las incluyeron como parte del Muro Atlántico ante la amenaza de los buques de la Armada de los Aliados, en particular de Gran Bretaña, desde 1942 a 1944.

En un comunicado de prensa, el municipio de Knokke-Heist indicó que el proyecto europeo Life Dunias, se ejecutó bajo la coordinación de la Agencia de Naturaleza y Bosques. En tanto, especularon que a lo largo del trabajo encontrarían diferentes resabios de ambos eventos bélicos, pero no imaginaron que se trataría de tan grandes estructuras, inclusive de otras 15 estructuras de menor tamaño.

Se trató de tres búnkeres del Gruppenunterstand tipo VF2a, que son “más ligeros” y cuentan con una habitación. Allí podría albergar a la unidad alemana más pequeña, de 10 soldados, y operaban con radares de avanzada tecnología. En el exterior, estas edificaciones miden entre seis a siete metros de largo y las paredes y el techo son de hormigón armado de un metro de espesor.

Asimismo, en los búnkeres se examinaron dos zanjas de ladrillo en la que encontraron utensilios, municiones, cableado y tuberías de agua.

El parque de 19 hectáreas esconde un pasado oscuro, ya que en dos ocasiones los nazis controlaron el área gracias a su ubicación estratégica. Allí, aparecieron montañas de escombros y resabios de intentos de demolición por parte de los colaboracionistas que tuvieron el fin de esconder la mayor cantidad de pruebas posibles. Incluso, estos búnkeres fueron cubiertos con una capa de tierra para que su existencia quedara en el olvido.

Por su parte, un portavoz de Life Dunias expresó: “Hoy, afortunadamente, la visión sobre estos restos de guerra ha cambiado un poco. Bellas o feas, determinan en gran medida la apariencia del paisaje contemporáneo de dunas y son una parte inseparable de nuestro pasado colectivo”.

El poderoso Muro del Atlántico

El Muro del Atlántico, o Muralla del Atlántico, fue una fortaleza de búnkeres, líneas de fortificaciones y posiciones de defensa que construyó la Alemania Nazi a lo largo de la costa occidental con el fin de proteger al Tercer Reich. En los 3.000 kilómetros comprometidos, se incluyeron miles de instalaciones militares entre 1942 y 1944 para evitar el desembarco de las tropas aliadas.

​ Luego de una campaña de limpieza en las dunas costeras del país europeo, las autoridades se toparon con diferentes estructuras bélicas que pertenecieron al régimen nazi y que quedaron bajo la arena por más de 70 años  El Mundo 

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *