Del tsunami en Olivos a la revancha de Kicillof: el día en que la micro le ganó a la macro

Para el kirchnerismo, se jugaba la resistencia. Para el mileísmo, derrocar al último bastión peronista. El eslogan de campaña fue tan fuerte como peligroso a juzgar por los resultados: “Kirchnerismo nunca más”, se expusieron los violetas con una bandera visitante en La Matanza.
La nacionalización de la campaña con la presencia del Presidente y su equipo más cercano convirtió lo que era efectivamente un “fenómeno barrial” en un factor de alta incertidumbre para inversores internacionales y locales, y en una pesadilla para el equipo económico, que deberá lidiar desde hoy con más presiones sobre el dólar, las tasas y la actividad, además de un Congreso envalentonado por lo que sucedió en las urnas y preguntas de acreedores internacionales a los que se iba intentar seducir en busca de reforzar las reservas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró por la red social X: “Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario”, en una clara señal a los mercados, a los que tendrá que capear en los próximos días.
Un primer indicio fue la reacción del dólar cripto (un tipo de cambio operado en plataformas digitales), que subió $25 desde el cierre de los comicios y se ubica en $1415. Por otro lado, en el overnight trading de algunas plataformas, acciones como las de YPF caían un 6%, aunque con pocas operaciones.
“No se puede subestimar este resultado en una provincia que concentra el 38% del electorado y el 37% de la recaudación nacional. Mucho menos cuando el gobernador Axel Kicillof se encuentra exactamente en el otro extremo de las ideas económicas del Presidente”, respondió, preocupado, el dueño de una de las cinco compañías más grandes del país ante la consulta de LA NACION.
La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, solía decirles a los propios que “las crisis comienzan por el conurbano y terminan por el conurbano”. En este caso la micro le ganó a la macro.
“Nos jugábamos la gobernabilidad, los dos años que nos quedan en la provincia, y dimos vuelta la taba. Ahora el despegue será más rápido. Si terminábamos contra las cuerdas, estábamos obligados a hacer malabares para subsistir”, resumió, eufórica, una funcionaria de extrema confianza del gobernador Kicillof. La campaña del economista gobernador ya comenzó, a tal punto que en su discurso de festejo los militantes le gritaban “Axel la conducción”.
El discurso de Cristina Kirchner y su defensa de la expresidenta fueron dos símbolos claros de que el claim “sumar fuerzas” será parte de la nueva etapa que comienza hoy para el resucitado peronismo.
Desde el derrotero del criptogate, el caso del fentanilo y las presuntas coimas en discapacidad, el cambio de humor social se hizo evidente, a tal punto que la mayoría de las encuestas de opinión pública mostraban la palabra “corrupción” como el principal desvelo y ya no a la inflación, que para la sociedad parece estar bajo control. Por otra parte, si se analiza la provincia por su “mercado” que son los 17.000.000 de habitantes, se puede entender que varias de las últimas batallas contra la “casta” no hicieron más que recaer sobre los votantes del distrito. Fue así como la mano invisible terminó siendo claramente visible.
“Hay una máxima del mundo corporativo que bien puede aplicarse a lo que pasó ayer. Cuando todos son tus enemigos, ellos dejan de ser el problema y el foco se corre hacia vos. Aquí jubilados, empleados públicos, personas con discapacidad, familias que perdieron sus trabajos y fábricas que cerraron son solo un capítulo que justifica el porqué de lo que ayer sucedió”, reflejó el presidente de una empresa industrial que tuvo que despedir 1000 empleados por el cambio de reglas. “¡Ojo que yo no estoy con el kirchnerismo, ¡eh! Pero me cansé de que me griten y me den cátedra cuando tengo la misma presión tributaria y veo cómo se celebra la llegada de importados, que no generan trabajo ni cumplen las reglas. Eso me da vergüenza de solo escucharlo”, dijo, en referencia al plan de apertura económica.
En 2024, el producto bruto geográfico de la provincia de Buenos Aires cayó un 2,2%, con retracciones fuertes en la industria y en la construcción. El retiro de la Nación de la obra pública pobló de carteles la provincia, donde identificaban al Poder Ejecutivo como responsable de las interrupciones y al provincial como quien destraba la obra. Los datos del Ministerio de Economía de la provincia señalan que el 38% de las empresas que se cerraron este año a nivel nacional están en su jurisdicción. Y cuando se cruza la economía de las cinco secciones electorales del interior junto a la capital, generan el 35% de la riqueza de la provincia. Las principales actividades de estos municipios son el agro (22,6%), comercio (18,8%), industria (16,4%), inmobiliario y empresariales (8,4%), enseñanza (4,6%) y salud (3,9%). La industria siderúrgica en la segunda sección o la pesquera en la quinta son solo algunos ejemplos de rubros con fuertes caídas.
Es que la principal actividad productiva es la industria (aporta el 28,6% del total), ubicada en su mayor parte en los municipios del conurbano donde las suspensiones crecieron y los cambios de matrices también. En el primer semestre del año, la industria provincial atravesó uno de los peores períodos desde la pandemia, con su consecuente impacto en el empleo. El Ministerio de Economía de la provincia asegura que la contracción fue superior al 11% y que operan un 7% debajo del promedio de la última década.
“Los industriales somos fanáticos de lo que hacemos. Queremos competir, pero también que nos nivelen la cancha. Muchas veces veo a un ministro celebrando récords de importaciones y eso es directamente menos empleo. Mis operarios lo entendieron por la realidad, aunque en 2023 habían votado por el actual presidente”, se ufanó uno de los principales productores de la provincia. Según Abeceb, más del 40% de las pymes industriales se siente amenazada por las importaciones. La textil, confección y calzado, en un 66,66%; la metalmecánica, en un 54,1%, y la de sustancias y productos químicos, caucho y plástico, en un 40,2%.
La capacidad ociosa en el distrito es también otra luz amarilla. Está en torno al 40% y es justamente el mismo porcentaje del producto bruto industrial de la Argentina que surge en las tierras gobernadas por Kicillof.
“A poco de cumplir dos años de gestión el electorado no mira para atrás, sino para adelante. Y desde hace seis meses solo escucha a un gobierno que se aplaude a sí mismo y reta a quienes lo contrataron, que somos sus votantes, o a quienes plantean diferencias, que inmediatamente son mandriles”, grafica un economista que supo tener buena llegada al Presidente. Y agrega: “No todos los empleados públicos son ñoquis, no todas las empresas estatales son ineficientes, no todas las instituciones son inútiles y de hecho mucho de lo que se planea destruir no tiene un correlato de cómo se construirá su consecuente solución”.
En el universo de empleados estatales el tamaño de la administración de Axel Kicillof es el más grande. Según los datos del Mapa de Empleo Público provincial, asciende a 609.498. El podio de las provincias con la mayor cantidad de empleados lo completan la ciudad de Buenos Aires, con 197.473 empleados, y Santa Fe, con 138.903. Desde una óptica más general, el empleo público da trabajo a casi una de cada cinco personas ocupadas en la Argentina, lo que supone también un universo importante de votos a nivel nacional.
En paralelo, los datos del Registro Nacional de Personas con Discapacidad de la cuestionada Andis muestran que la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires (CABA) concentran la mitad de los certificados únicos de discapacidad (CUD). Esto se relaciona con el peso específico que tienen ambas jurisdicciones en la población del país, a tal punto que el 40,5% de los CUD vigentes a marzo de 2025 corresponden a la provincia de Buenos Aires; el 9,7%, a CABA; el 7,4%, a Santa Fe, y el 6,7%, a Córdoba. “En el país que no miramos hubo miles de errores al momento de cortar la protección a personas que efectivamente la necesitaban y, además de eso, se sospecha que había corrupción. Eso generó tanta bronca que hubo campañas genuinas para ir a votar en contra por parte de familias que sintieron una falta de empatía total por parte del Gobierno”, resumió un especialista en discapacidad que supo trabajar durante la gestión Macri. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, el 72% de las jubilaciones fue para quienes no habían completado los aportes. Es la jurisdicción, sin dudas, de mayor peso en cuanto al número de casos y al monto asignado: se trata de 1.596.487 prestaciones. Los recursos surgen de aportes y contribuciones, pero también de impuestos de rentas generales.
El país que no miramos
El nuevo riesgo país se disparó ayer con la hipótesis de un Kicillof a la cabeza de los presidenciables y con la posibilidad que las reformas que planteaba el Presidente para su segunda mitad de gobierno se vuelvan inviables por la falta de consenso. Además de los pedidos de investigación abiertos en el Congreso y la apuesta por poner fin a los vetos presidenciales. También fue una novedad para los directivos del FMI que conocen a la Argentina de vidas anteriores y para gran parte del empresariado que, sigiloso, tiende sus redes en territorios antagónicos y ayer mismo empezó a estrechar redes con lo que estiman puede ser una alternativa pendular a futuro. Caputo, en tanto, se recuperaba anoche en su casa del cansancio posviaje a la costa oeste de Estados Unidos y se preparaba junto a su equipo para un día distinto.
No se trata de la inflación, ni del dólar ni del endeudamiento. Es la pelea latente entre el presidente de la Nación, Javier Milei, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que a partir de ahora marcará los próximos dos años. Para algunos es demasiado pronto y eso puede perjudicar al gobernador. Para otros, la refundación del Gobierno parece lejana si no toma nota de lo que efectivamente ocurrió en la provincia. El miedo a un efecto contagio es lo que primaba ayer entre los dirigentes de La Libertad Avanza.
Tampoco les pasa inadvertido que la coalición ganadora terminó de alinearse por la “causalidad” de dos cortes de luz y hasta ayer tenía grietas muy profundas que aún están bajo la superficie. Con mucho sigilo Kicillof ya dio una orden a su mesa chica. “Si voy a ser el candidato en 2027, no quiero llegar como Alberto. Vamos a trabajar con un plan para tener todo listo y unificado antes de que nos sorprendan los resultados en las urnas. Primero alineamos y luego gobernamos”, confió a sus personas de confianza.
El Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que tiene hoy una “marquesina” provincial, se convertirá en nacional en los próximos días. El velo se correrá definitivamente. Allí funcionarán las primeras mesas de trabajo con una dinámica similar a la que tuvo la Fundación Pensar antes de la llegada de Mauricio Macri al poder, pero también es una muestra cabal de la unión de todos los antagonistas de Milei: desde la izquierda provincial hasta los líderes sindicales más disímiles. Basta con recorrer el listado de los adherentes para entender que justamente se trata de otra Argentina la que plantean.
Desde hoy, todos los intendentes buscarán duplicar la apuesta del “Estado presente” y ayer bromeaban con la idea de que la realidad impone “Volver a Keynes”. Anunciarán coberturas médicas, obra pública y empatizarán con todas aquellas minorías que sean –según su punto de vista– atacadas por el Poder Ejecutivo. Kicillof empezó a hablar de su familia, respaldará a los actores y actrices y abrazará banderas que supo abrazar el matrimonio Kirchner.
“La verdad, no podíamos creer que se metieran con la universidad pública, el Garrahan, las personas con discapacidad. Falta que odien a Favaloro y nos sirven al electorado en bandeja. Ahora encima les va a tambalear el plan económico, que está sostenido en alfileres”, celebraba ayer un estratega de Fuerza Patria que anticipó que después de que caló la idea del gobierno del “hombre cruel” instalarán la del “gobierno para unos pocos”, como para recuperar el voto peronista que Milei les había sacado.
Desde el mileísmo dicen haber tomado nota del resultado, aunque las heridas están todavía muy abiertas para recalcular tan rápido. Ahora queda esperar si, como dice el gabinete económico, serán ellos quienes terminen con los efectos no deseados de esta derrota que sin dudas se convirtió en un cisne negro a nivel internacional. “Habrá que ver si luego del triunfo de Kicillof se guarda la motosierra para operar en el hospital de guerra y se pasa a la etapa de cirugía fina dentro de los estándares de la sociedad. Todavía están a tiempo, pero viste cómo somos los argentinos: cuando menos lo pensás, los votos te ponen FIN, como diría Adorni”, concluyó irónico el número uno de una alimentaria que tenía prevista una llamada hoy a las 8 de la mañana para hablar del fenómeno Milei. Pasada la medianoche seguía cambiando slides.
Para el kirchnerismo, se jugaba la resistencia. Para el mileísmo, derrocar al último bastión peronista. El eslogan de campaña fue tan fuerte como peligroso a juzgar por los resultados: “Kirchnerismo nunca más”, se expusieron los violetas con una bandera visitante en La Matanza. La nacionalización de la campaña con la presencia del Presidente y su equipo más cercano convirtió lo que era efectivamente un “fenómeno barrial” en un factor de alta incertidumbre para inversores internacionales y locales, y en una pesadilla para el equipo económico, que deberá lidiar desde hoy con más presiones sobre el dólar, las tasas y la actividad, además de un Congreso envalentonado por lo que sucedió en las urnas y preguntas de acreedores internacionales a los que se iba intentar seducir en busca de reforzar las reservas. El ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró por la red social X: “Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario”, en una clara señal a los mercados, a los que tendrá que capear en los próximos días. Un primer indicio fue la reacción del dólar cripto (un tipo de cambio operado en plataformas digitales), que subió $25 desde el cierre de los comicios y se ubica en $1415. Por otro lado, en el overnight trading de algunas plataformas, acciones como las de YPF caían un 6%, aunque con pocas operaciones.“No se puede subestimar este resultado en una provincia que concentra el 38% del electorado y el 37% de la recaudación nacional. Mucho menos cuando el gobernador Axel Kicillof se encuentra exactamente en el otro extremo de las ideas económicas del Presidente”, respondió, preocupado, el dueño de una de las cinco compañías más grandes del país ante la consulta de LA NACION. La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, solía decirles a los propios que “las crisis comienzan por el conurbano y terminan por el conurbano”. En este caso la micro le ganó a la macro.“Nos jugábamos la gobernabilidad, los dos años que nos quedan en la provincia, y dimos vuelta la taba. Ahora el despegue será más rápido. Si terminábamos contra las cuerdas, estábamos obligados a hacer malabares para subsistir”, resumió, eufórica, una funcionaria de extrema confianza del gobernador Kicillof. La campaña del economista gobernador ya comenzó, a tal punto que en su discurso de festejo los militantes le gritaban “Axel la conducción”. El discurso de Cristina Kirchner y su defensa de la expresidenta fueron dos símbolos claros de que el claim “sumar fuerzas” será parte de la nueva etapa que comienza hoy para el resucitado peronismo. Desde el derrotero del criptogate, el caso del fentanilo y las presuntas coimas en discapacidad, el cambio de humor social se hizo evidente, a tal punto que la mayoría de las encuestas de opinión pública mostraban la palabra “corrupción” como el principal desvelo y ya no a la inflación, que para la sociedad parece estar bajo control. Por otra parte, si se analiza la provincia por su “mercado” que son los 17.000.000 de habitantes, se puede entender que varias de las últimas batallas contra la “casta” no hicieron más que recaer sobre los votantes del distrito. Fue así como la mano invisible terminó siendo claramente visible. “Hay una máxima del mundo corporativo que bien puede aplicarse a lo que pasó ayer. Cuando todos son tus enemigos, ellos dejan de ser el problema y el foco se corre hacia vos. Aquí jubilados, empleados públicos, personas con discapacidad, familias que perdieron sus trabajos y fábricas que cerraron son solo un capítulo que justifica el porqué de lo que ayer sucedió”, reflejó el presidente de una empresa industrial que tuvo que despedir 1000 empleados por el cambio de reglas. “¡Ojo que yo no estoy con el kirchnerismo, ¡eh! Pero me cansé de que me griten y me den cátedra cuando tengo la misma presión tributaria y veo cómo se celebra la llegada de importados, que no generan trabajo ni cumplen las reglas. Eso me da vergüenza de solo escucharlo”, dijo, en referencia al plan de apertura económica.En 2024, el producto bruto geográfico de la provincia de Buenos Aires cayó un 2,2%, con retracciones fuertes en la industria y en la construcción. El retiro de la Nación de la obra pública pobló de carteles la provincia, donde identificaban al Poder Ejecutivo como responsable de las interrupciones y al provincial como quien destraba la obra. Los datos del Ministerio de Economía de la provincia señalan que el 38% de las empresas que se cerraron este año a nivel nacional están en su jurisdicción. Y cuando se cruza la economía de las cinco secciones electorales del interior junto a la capital, generan el 35% de la riqueza de la provincia. Las principales actividades de estos municipios son el agro (22,6%), comercio (18,8%), industria (16,4%), inmobiliario y empresariales (8,4%), enseñanza (4,6%) y salud (3,9%). La industria siderúrgica en la segunda sección o la pesquera en la quinta son solo algunos ejemplos de rubros con fuertes caídas.Es que la principal actividad productiva es la industria (aporta el 28,6% del total), ubicada en su mayor parte en los municipios del conurbano donde las suspensiones crecieron y los cambios de matrices también. En el primer semestre del año, la industria provincial atravesó uno de los peores períodos desde la pandemia, con su consecuente impacto en el empleo. El Ministerio de Economía de la provincia asegura que la contracción fue superior al 11% y que operan un 7% debajo del promedio de la última década. “Los industriales somos fanáticos de lo que hacemos. Queremos competir, pero también que nos nivelen la cancha. Muchas veces veo a un ministro celebrando récords de importaciones y eso es directamente menos empleo. Mis operarios lo entendieron por la realidad, aunque en 2023 habían votado por el actual presidente”, se ufanó uno de los principales productores de la provincia. Según Abeceb, más del 40% de las pymes industriales se siente amenazada por las importaciones. La textil, confección y calzado, en un 66,66%; la metalmecánica, en un 54,1%, y la de sustancias y productos químicos, caucho y plástico, en un 40,2%.La capacidad ociosa en el distrito es también otra luz amarilla. Está en torno al 40% y es justamente el mismo porcentaje del producto bruto industrial de la Argentina que surge en las tierras gobernadas por Kicillof.“A poco de cumplir dos años de gestión el electorado no mira para atrás, sino para adelante. Y desde hace seis meses solo escucha a un gobierno que se aplaude a sí mismo y reta a quienes lo contrataron, que somos sus votantes, o a quienes plantean diferencias, que inmediatamente son mandriles”, grafica un economista que supo tener buena llegada al Presidente. Y agrega: “No todos los empleados públicos son ñoquis, no todas las empresas estatales son ineficientes, no todas las instituciones son inútiles y de hecho mucho de lo que se planea destruir no tiene un correlato de cómo se construirá su consecuente solución”. En el universo de empleados estatales el tamaño de la administración de Axel Kicillof es el más grande. Según los datos del Mapa de Empleo Público provincial, asciende a 609.498. El podio de las provincias con la mayor cantidad de empleados lo completan la ciudad de Buenos Aires, con 197.473 empleados, y Santa Fe, con 138.903. Desde una óptica más general, el empleo público da trabajo a casi una de cada cinco personas ocupadas en la Argentina, lo que supone también un universo importante de votos a nivel nacional. En paralelo, los datos del Registro Nacional de Personas con Discapacidad de la cuestionada Andis muestran que la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires (CABA) concentran la mitad de los certificados únicos de discapacidad (CUD). Esto se relaciona con el peso específico que tienen ambas jurisdicciones en la población del país, a tal punto que el 40,5% de los CUD vigentes a marzo de 2025 corresponden a la provincia de Buenos Aires; el 9,7%, a CABA; el 7,4%, a Santa Fe, y el 6,7%, a Córdoba. “En el país que no miramos hubo miles de errores al momento de cortar la protección a personas que efectivamente la necesitaban y, además de eso, se sospecha que había corrupción. Eso generó tanta bronca que hubo campañas genuinas para ir a votar en contra por parte de familias que sintieron una falta de empatía total por parte del Gobierno”, resumió un especialista en discapacidad que supo trabajar durante la gestión Macri. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, el 72% de las jubilaciones fue para quienes no habían completado los aportes. Es la jurisdicción, sin dudas, de mayor peso en cuanto al número de casos y al monto asignado: se trata de 1.596.487 prestaciones. Los recursos surgen de aportes y contribuciones, pero también de impuestos de rentas generales. El país que no miramosEl nuevo riesgo país se disparó ayer con la hipótesis de un Kicillof a la cabeza de los presidenciables y con la posibilidad que las reformas que planteaba el Presidente para su segunda mitad de gobierno se vuelvan inviables por la falta de consenso. Además de los pedidos de investigación abiertos en el Congreso y la apuesta por poner fin a los vetos presidenciales. También fue una novedad para los directivos del FMI que conocen a la Argentina de vidas anteriores y para gran parte del empresariado que, sigiloso, tiende sus redes en territorios antagónicos y ayer mismo empezó a estrechar redes con lo que estiman puede ser una alternativa pendular a futuro. Caputo, en tanto, se recuperaba anoche en su casa del cansancio posviaje a la costa oeste de Estados Unidos y se preparaba junto a su equipo para un día distinto. No se trata de la inflación, ni del dólar ni del endeudamiento. Es la pelea latente entre el presidente de la Nación, Javier Milei, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que a partir de ahora marcará los próximos dos años. Para algunos es demasiado pronto y eso puede perjudicar al gobernador. Para otros, la refundación del Gobierno parece lejana si no toma nota de lo que efectivamente ocurrió en la provincia. El miedo a un efecto contagio es lo que primaba ayer entre los dirigentes de La Libertad Avanza. Tampoco les pasa inadvertido que la coalición ganadora terminó de alinearse por la “causalidad” de dos cortes de luz y hasta ayer tenía grietas muy profundas que aún están bajo la superficie. Con mucho sigilo Kicillof ya dio una orden a su mesa chica. “Si voy a ser el candidato en 2027, no quiero llegar como Alberto. Vamos a trabajar con un plan para tener todo listo y unificado antes de que nos sorprendan los resultados en las urnas. Primero alineamos y luego gobernamos”, confió a sus personas de confianza. El Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que tiene hoy una “marquesina” provincial, se convertirá en nacional en los próximos días. El velo se correrá definitivamente. Allí funcionarán las primeras mesas de trabajo con una dinámica similar a la que tuvo la Fundación Pensar antes de la llegada de Mauricio Macri al poder, pero también es una muestra cabal de la unión de todos los antagonistas de Milei: desde la izquierda provincial hasta los líderes sindicales más disímiles. Basta con recorrer el listado de los adherentes para entender que justamente se trata de otra Argentina la que plantean. Desde hoy, todos los intendentes buscarán duplicar la apuesta del “Estado presente” y ayer bromeaban con la idea de que la realidad impone “Volver a Keynes”. Anunciarán coberturas médicas, obra pública y empatizarán con todas aquellas minorías que sean –según su punto de vista– atacadas por el Poder Ejecutivo. Kicillof empezó a hablar de su familia, respaldará a los actores y actrices y abrazará banderas que supo abrazar el matrimonio Kirchner. “La verdad, no podíamos creer que se metieran con la universidad pública, el Garrahan, las personas con discapacidad. Falta que odien a Favaloro y nos sirven al electorado en bandeja. Ahora encima les va a tambalear el plan económico, que está sostenido en alfileres”, celebraba ayer un estratega de Fuerza Patria que anticipó que después de que caló la idea del gobierno del “hombre cruel” instalarán la del “gobierno para unos pocos”, como para recuperar el voto peronista que Milei les había sacado. Desde el mileísmo dicen haber tomado nota del resultado, aunque las heridas están todavía muy abiertas para recalcular tan rápido. Ahora queda esperar si, como dice el gabinete económico, serán ellos quienes terminen con los efectos no deseados de esta derrota que sin dudas se convirtió en un cisne negro a nivel internacional. “Habrá que ver si luego del triunfo de Kicillof se guarda la motosierra para operar en el hospital de guerra y se pasa a la etapa de cirugía fina dentro de los estándares de la sociedad. Todavía están a tiempo, pero viste cómo somos los argentinos: cuando menos lo pensás, los votos te ponen FIN, como diría Adorni”, concluyó irónico el número uno de una alimentaria que tenía prevista una llamada hoy a las 8 de la mañana para hablar del fenómeno Milei. Pasada la medianoche seguía cambiando slides. Economía
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