Crisis política en Francia: una alianza de la extrema derecha con la izquierda hizo caer al gobierno​

PARÍS.- Los diputados franceses aprobaron este miércoles una moción de censura con 331 votos a favor y lograron destituir al gobierno del primer ministro Michel Barnier en una decisión histórica que agudiza la crisis política del país.

Este desenlace, impulsado por una inusual alianza entre la extrema derecha y la izquierda, deja a la segunda economía de la zona euro en una situación de incertidumbre y sin precedentes en más de 60 años.

La votación marca un hecho excepcional en la Quinta República, siendo la primera vez que un gobierno cae por una moción de censura desde 1962. Michel Barnier, quien asumió el cargo tras las elecciones legislativas adelantadas en junio, lideraba un gabinete con apoyo insuficiente en una Asamblea Nacional profundamente fragmentada entre tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha.

La moción de censura fue presentada debido al descontento con la gestión del gobierno de Barnier, particularmente por su presupuesto, centrado en recortes de gasto público y aumentos temporales de impuestos a grandes empresas. Tanto la izquierda como la extrema derecha criticaron estas medidas, considerándolas una continuación de las políticas de Emmanuel Macron, que han sido ampliamente impopulares.

Francia enfrenta un déficit proyectado en el 6,1% del PIB en 2024 y una deuda pública del 112% del PIB, lo que la coloca bajo presión económica.

Durante el debate, Barnier habló sobre el presupuesto que su gobierno envió hace unos días para reducir el gasto público mediante una artículo constitucional sin apoyo parlamentario y que es el motivo central de las mociones de censura en su contra.

“Tuve la responsabilidad de pasar el presupuesto de la Seguridad Social”, dijo el mandatario, quien aseguró que si bien este “no era perfecto”, trabajaron por mejorarlo para reducir el gasto.

Además, aseguró que un voto de censura “no resolverá” los problemas estructurales de las finanzas públicas, que continuarán siendo un desafío para el país.

“Seguirá siendo un honor para mí haber servido a Francia y al pueblo francés”, dijo el primer ministro al final de su discurso.

La inusual alianza entre la extrema derecha de Marine Le Pen y la izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP) dejó al gobierno sin margen para maniobrar. “El interés del país es más importante que el interés de los partidos”, había dicho Macron, pero su llamado no logró evitar el colapso de su administración.

El ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen ya había aclarado el miércoles que votaría para derrocar a Barnier junto a los partidos de izquierda. Sin pedir directamente su dimisión, Le Pen llamó a Macron, con quien se disputó la presidencia en 2017 y 2022, a pensar si puede continuar en el cargo.

”Corresponde a su conciencia decidir si puede sacrificar la acción pública y el destino de Francia a su orgullo. Corresponde a su razón decidir si puede ignorar la evidencia de un repudio popular masivo”, subrayó.

Cómo sigue

El presidente Emmanuel Macron, que no se ve afectado directamente por la censura, ahora debe decidir si mantiene a Barnier como primer ministro interino o busca un reemplazo. Sin la posibilidad de convocar elecciones anticipadas hasta 2025, la composición de la Asamblea Nacional seguirá siendo la misma, perpetuando los bloqueos legislativos.

El presidente no se ve afectado por la moción de censura porque, en el sistema político de Francia, el presidente es elegido directamente por el pueblo y no depende del apoyo parlamentario para mantenerse en el cargo.

La moción de censura solo tiene el poder de destituir al primer ministro y a su gabinete, pero no afecta la posición del presidente. Macron mantiene sus funciones ejecutivas, incluyendo la autoridad para nombrar un nuevo primer ministro y formar un gobierno interino, aunque seguirá enfrentando los desafíos de trabajar con una Asamblea Nacional dividida y sin una mayoría clara.

El inminente colapso del gobierno dejará un agujero en el corazón de la Unión Europea en un momento en que Alemania también está debilitada y en modo electoral, a pocas semanas de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, vuelva a entrar en la Casa Blanca.

Barnier, el breve

El éxito de la moción de censura convirtió al gobierno de Barnier en el más breve de la Quinta República francesa, iniciada en 1958, y en el segundo en caer, tras el de Georges Pompidou en 1962 cuando Charles de Gaulle era presidente.

Pero, sobre todo, ahondará la crisis política que se vive desde junio, cuando el presidente adelantó por sorpresa las legislativas previstas en 2027, tras la victoria de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo en Francia.

Aunque el mandatario centroderechista ya había perdido la mayoría absoluta tras su reelección en 2022, los nuevos comicios dejaron una Asamblea sin mayorías claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha.

El Nuevo Frente Popular (NFP) -coalición de socialistas, comunistas, ecologistas e izquierda radical- ganó los comicios, pero, casi dos meses después, Macron nombró primer ministro al exnegociador europeo del Brexit, en nombre de la “estabilidad”.

Barnier sólo reunió el apoyo de la alianza de centroderecha de Macron y de su propio partido conservador Los Republicanos (LR), por lo que la supervivencia de su gobierno dependía de la líder ultraderechista Marine Le Pen, que finalmente lo dejó caer.

“Política ficción”

Con un presupuesto centrado en reducir el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos para grandes empresas, el gobierno buscaba reducir el déficit (proyectado en el 6,1% del PIB en 2024) y la deuda pública (112% del PBI a fines de junio).

“Al inscribir su presupuesto en la desastrosa continuidad de Emmanuel Macron, el primer ministro sólo podía fracasar”, escribió el martes por la noche la líder del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) en la red social X.

Avec la nomination de Michel Barnier, les Français attendaient de l’apaisement pour nos institutions, une vision pour le pays et un espoir de redressement.

En inscrivant son budget dans la continuité catastrophique d’Emmanuel Macron, le Premier ministre ne pouvait qu’échouer.…

— Marine Le Pen (@MLP_officiel) December 3, 2024

Poco antes, en una entrevista a las cadenas de televisión TF1 y France 2, Barnier se defendió asegurando que modificó su proyecto inicial tras “escuchar a todo el mundo” y acusó a Le Pen de entrar en “una especie de puja”, con reclamos sin fin.

Más allá del presupuesto, los partidos juegan sus cartas para 2027, cuando los franceses tengan que votar al sucesor de Macron, que llegó al poder en 2017 y ya no puede ser reelegido cuando complete su segundo mandato.

Pero, cuando una mayoría de franceses lo ve como responsable de la situación actual y con su popularidad en su nivel más bajo, cada vez más voces reclaman su dimisión para superar la crisis, una opción que el presidente calificó el martes de “política ficción”.

Le Pen aparece en posición de fuerza en los sondeos para alcanzar la presidencia, pero la justicia podría frustar su sueño si el próximo 31 de marzo decide inhabilitarla durante 5 años, como pide la fiscalía en un caso de malversación de fondos europeos.

Agencias AFP y Reuters

​ La destitución del primer ministro Michel Barnier, promovida por la extrema derecha y la izquierda, expondría a Macron a la necesidad de formar un gobierno rápidamente para evitar el bloqueo presupuestario  El Mundo 

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