Crimen de Coghlan: qué se sabe del caso Diego Fernández Lima hoy

Claves del caso
El 20 de mayo pasado, se encontraron, de manera fortuita, los restos óseos de Diego Fernández Lima, un joven de 16 años que estaba desaparecido desde el 26 de julio de 1984. El hallazgo se produjo mientras obreros trabajaban en un lote de la avenida Congreso 3748, en Coghlan.
Estas 151 piezas óseas, junto con otros elementos, estaban enterradas en el fondo de la casa lindera, en avenida Congreso 3742, donde desde 1974 vive la familia Graf.
Desde entonces comenzó una investigación a cargo del fiscal Martín López Perrando con el objetivo de conocer la causa de muerte.
Este martes el caso sumó un nuevo capítulo. López Perrando, reformuló la imputación y reiteró el pedido de indagatoria de Cristian Graf, el principal sospechoso y ex compañero de la escuela de la víctima, luego de que el juez nacional en lo criminal y correccional Alejandro Litvack le pidiera más precisiones al representante del Ministerio Público Fiscal.
Pena por encubrimiento
El delito de encubrimiento agravado, previsto en el artículo 277 incisos 1° y 3°, apartados “a” y “c”, del Código Penal, contempla una pena de prisión entre uno y seis años, mientras que la supresión de evidencia (artículo 255 Código Penal), establece una pena de entre un mes y cuatro años de cárcel.
Reiteran el pedido de indagatoria de Cristian Graf
El fiscal Martín López Perrando volvió a solicitar que se cite a declaración indagatoria a Norberto Cristian Graf por los delitos de encubrimiento agravado y supresión de evidencia.
En su nuevo dictamen, el representante del Ministerio Público insistió en que luego del hallazgo de los restos óseos de Fernández Lima, hace cuatro meses -el 20 de mayo pasado- el sospechoso “llevó a cabo una serie de maniobras unívocas destinadas a encubrir el hecho precedente [por el homicidio]”.
Entre ellas, el fiscal resaltó “la generación de explicaciones inverosímiles como la existencia de una iglesia o un establo o que los huesos habían llegado en un camión con tierra cuando hicieron la pileta”; “la conducta contradictoria y evasiva frente a testigos y autoridades para desviar la investigación”, y “la pasividad ante el hallazgo y la incipiente investigación”.
Qué había dicho el juez Litvack
En su resolución de agosto, el juez Litvack sostuvo: “No hay en el dictamen una concreta imputación bajo la cual intimar debidamente al acusado. A efectos de no vulnerar la garantía del debido proceso y de evitar posibles futuras nulidades que pudieran entorpecer el avance correcto de este proceso, es que previo a expedirme en los términos solicitados, devolveré el sumario a la fiscalía con el fin de que aclare los términos de su imputación, por lo que he de remitir el presente legajo de acuerdo a la delegación oportunamente ordenada a tenor del artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación”.
Pedido de la familia Lima
Hace diez días, los abogados Hugo Wortman Jofré y Tomás Brady, letrados que representan a Javier Fernández, hermano de la víctima, solicitaron una serie de medidas de prueba: “Técnicas de georradar del domicilio” a través de una fuerza de seguridad, mayores precisiones sobre la llamada al número de emergencias 911 que alertó sobre el hallazgo de los restos óseos y la liberación del oficio al Registro de la Propiedad Inmueble de la ciudad de Buenos Aires
Cómo fue el análisis de los restos óseos
Analía Simonetto, coordinadora del laboratorio del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) explicó en diálogo con LN+ cómo fue el reconocimiento de los huesos de Diego Fernández Lima, el joven asesinado en Coghlan hace 41 años. “Desde el hallazgo de los huesos hasta la confirmación de su identidad tardamos un mes. Las muestras fueron contundentes”, aseguró.
Y siguió: “Nuestro trabajo consistió en delimitar el lugar posible de inhumación, descartar que no hubiese una segunda persona y recolectar todo tipo de información, artefactos o huesos que pudieran brindar datos a la causa”.
“Con ese análisis genético obtendríamos el sexo y la edad de la víctima. Desde el laboratorio rápidamente nos dijeron que entre las muestras óseas y de sangre había un match, y pudimos confirmar que se trataba de Diego Fernández Lima”, concluyó Simonetto.
La investigación busca conocer la causa de muerte del joven de 16 años, cuyo restos se encontraron 41 años después en el fondo la casa de Cristian Graf, un ex compañero de la escuela; el fiscal Martín López Perrando reformuló la imputación por encubrimiento agravado y reiteró el pedido de indagatoria del principal sospechoso Sociedad
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