Copa Argentina: Vélez le dio un duro golpe a San Lorenzo, sigue en carrera y se sostiene con la clase de la juventud​

Vélez juega muy bien. Representa lo mejor del fútbol argentino. San Lorenzo, en cambio, está de capa caída. No le sale una. En un partido electrizante, con el respaldo de los pibes, el equipo de Liniers se impuso por 3 a 1 y se clasificó para los cuartos de final de la Copa Argentina. Jugará con el vencedor de Independiente vs. Godoy Cruz.

El segundo tanto pareció en ser conseguido posición adelantada, pero en este torneo no hay VAR. Algo más: este certamen permite que haya hinchas de unos y otros. Hubo alegría, hubo tristeza. Como lo fue siempre.

Miles y miles de San Lorenzo. Miles y miles de Vélez. El juego de toda la vida, que hoy parece una misión imposible en la Liga Profesional. Y en el ascenso, claro está. El color del fútbol argentino, ni más ni menos.

Desde los primeros instantes, Vélez se adueñó de la pelota, del desarrollo. Un disparo de Romero, cruzado y bajo, abrió el juego de las certezas: así iba a ser el desarrollo. Con el equipo de Liniers al ataque, con el conjunto azulgrana atento a las respuestas rápidas.

Agustín Bouzat y el pibe Christian Ordóñez marcaron la temperatura del espectáculo. Prepotencia en el círculo central, indispensables en el quite y la circulación, gigantes ante el esfuerzo mayúsculo de Remedi e Irala (otro pibe con futuro) en la misma zona.

Y fue el juvenil del Fortín quien sorprendió y abrió el marcador. De 9 y de zurda, luego de una excelente combinación colectiva, el sello de un equipo que sigue creciendo.

Se despertó San Lorenzo, con ráfagas de Braida por el carril izquierdo. Leguizamón, tan escurrido como ineficaz, fue otra de las apuestas del Ciclón. De a ratos, el espectáculo fue electrizante, de ida y vuelta. Con pimienta, con dosis de un clásico moderno, arropado por miles de hinchas.

Un córner de Aquino (medias bajas y la confirmación de que éste, es su momento ideal) casi sorprende a Altamirano, el arquero que sostuvo a San Lorenzo. Eso sí: las molestias físicas de Braida complicaron más al Ciclón. El volante quiso continuar, pero el dolor fue más fuerte. Antes, de todos modos, salió Remedi, también lesionado. Una doble mala fortuna sufrió San Lorenzo.

Sin embargo, fue. Fue con alma y vida, Vélez se descuidó y un cabezazo de Cuello estableció la igualdad. Y dispuso de una situación ideal, con un remate de Irala, que sacó Marchiori. Fue el mundo del revés: San Lorenzo tomó el control del partido que había sido de Vélez en la primera mitad.

El final fue a toda orquesta. Y un pase genial de Michael Santos (¿estaba en off side?) a Romero acabó con el suspenso, con un zurdazo del artillero, a siete minutos del cierre.

La actualidad los separa. Parece un abismo, aunque en el fútbol argentino nada es lo que parece. Vélez alcanzó la final de la Copa de la Liga y luego del receso por la Copa Argentina, no para de ganar. A veces, de gustar. Gustavo Quinteros atravesó algunas tormentas (algunas deportivas, como una dura derrota con River y un grave caso judicial, que derivó en la salida de cuatro jugadores), recompuso piezas y entusiasma con la propuesta.

Tiene un enorme arquero, como Tomás Marchiori, mantiene a Valentín Gómez en la defensa, Claudio Aquino se tomó en serio el trabajo de ser enganche y Thiago Fernández es el mejor exponente juvenil de nuestro medio. El plantel no es amplio y se excede en sangre joven, pero tiene explosión y se nota la sintonía entre el DT y el plantel.

Algo que no ocurre con Leandro Romagnoli y sus intérpretes. Logró la clasificación para los octavos de final de la Copa Libertadores (lo que no es poco), pero con los refuerzos habilitados (o sin ellos), no encuentra la brújula. Sugiere ser más arriesgado que el ciclo de Rubén Insua, aunque son chispazos en el desorden. En la Liga Profesional suma 7 unidades (con un partido pendiente, a mitad de camino con Godoy Cruz), diez menos que Vélez. Tripicchio, en el lateral derecho, y Reali, en el vértice izquierdo, son algunas de las caras nuevas de un ciclo que avanza y retrocede, entre embates internos de las autoridades. San Lorenzo venía de igualar sin goles ante Independiente, en el mismo estadio. Llegó a esta instancia tras dejar en el camino a Independiente de Chivilcoy (1-0) y a Chacarita (2-0).

Vélez había goleado como local a Defensa y Justicia por 3 a 0 y se mantiene expectante en la lucha del torneo, ya que se ubica en la tercera posición con 17 puntos, a solo dos unidades del líder Huracán. Su camino en la Copa Argentina tampoco fue sencillo: en 32avos de final dejó en el camino con un ajustado 2-1 a Sportivo Las Parejas, mientras que con el mismo resultado eliminó a Arsenal en los dieciseisavos.

Compacto de Vélez 3 vs. San Lorenzo 1

En el final de fiesta velezano, Maher Carrizo, de 18 años y en su presentación, selló el triunfo. A lo grande.

​ En la cancha de Independiente, el equipo de Liniers se impuso por 3 a 1; sin VAR, el segundo tanto pareció ser conseguido en posición adelantada; se lesionaron Eric Remedi y Malcom Braida  San Lorenzo 

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