Con el aval de Caputo, el senador peronista Kuieder quiere presidir la estratégica Comisión Bicameral de Inteligencia​

La constitución de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia del Congreso, demorada por las reyertas internas entre los bloques interesados en integrarla, amenaza con sumar un nuevo conflicto: la posibilidad de que el senador entrerriano Edgardo Kueider, quien supo revistar en las filas del kirchnerismo pero ahora se acerca al calor del oficialismo libertario, sea ungido presidente de esa comisión estratégica.

Kueider contaría con la bendición del asesor presidencial Santiago Caputo quien, en las ingentes negociaciones en el Senado para aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal, se habría comprometido a promover al senador entrerriano al frente de aquella comisión bicameral a cambio de su voto. El peronista votó a favor.

El conflicto se desataría porque la vicepresidenta del Senado, Victoria Villarruel, le había dado su venia al senador Martín Goerling (Misiones), un hombre de Pro leal a las prédicas libertarias. Menuda fue su sorpresa cuando se enteró, en boca de funcionarios oficialistas, que Caputo habría bendecido al “converso” Kueider.

“Habrá que ver si por un voto (el de Kueider) el oficialismo está dispuesto a provocar un conflicto con sus aliados principales en el Congreso. Puede generar un problema serio”, advirtieron, sin disimular su enojo, en la bancada amarilla.

Lo que los funcionarios nacionales no parecen advertir en esta reyerta es que quien define al presidente de esta comisión bicameral son sus integrantes; los de afuera son de palo. Ergo, quien resulte designado será quien reúna la mayor cantidad de votos de sus pares. Difícilmente Kueider lo logre, ya que los representantes de Unión por la Patria (tres senadores y tres diputados) se la tienen jurada luego de que facilitara con su voto la sanción de la Ley Bases.

“De ninguna manera lo vamos a apoyar después de su traición en el Senado”, enfatizaron desde esa bancada.

La conformación de esta comisión estratégica, demorada hace siete meses, ha sido motivo de varios conflictos. Hace diez días, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, vetó el nombramiento de Emilio Monzó, promovido por una treintena de diputados de Hacemos Coalición Federal, bloque que conduce Miguel Pichetto.

Menem se excusó con que la cantidad de legisladores que integran esta bancada no le alcanzaba para ocupar una silla en esa comisión. Lo cierto es que el riojano quería asegurarle ese lugar a otro libertario para asegurar el control de ese cuerpo.

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