Cómo se mide la sensación térmica

En el tercer día con alerta por altas temperaturas en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, muchos se preguntan cómo se mide la sensación térmica, índice que llegó a un récord para marzo en el día de ayer y que se mantiene como uno de los factores que dificultan la vida del AMBA en estas jornadas.
Al hablar de sensación térmica, se refiere a la manera en que las personas perciben el ambiente en un momento determinado. Por eso, aparece separado de la temperatura, ya que otras variables como el viento o la humedad pueden aumentar o disminuir el calor en el ambiente y, por ende, la sensación térmica.
El pasado jueves, la combinación de un alto porcentaje de humedad y máximas de hasta 35°C generó que pasado al mediodía se alcanzara una sensación térmica que llegó a los 47°C, número inédito para este momento del año. De esta forma, se observa cómo la humedad y la falta de viento empujaron al alza la sensación térmica, produciendo esa sensación de sofoco que predomina en las calles en estos días de calor. Esto ocurre porque cuando hay mucha humedad en el ambiente y al cuerpo le cuesta lograr la regulación térmica por la imposibilidad de que se evapore la transpiración.
Cómo se mide la sensación térmica
En concreto, la sensación térmica no se mide, sino que se calcula. Existen varias fórmulas matemáticas complejas, pero la mayoría de los organismos las sintetizan en dos tablas que indican cuál es la sensación térmica, una para el verano, otra para el invierno.
Dependiendo el tipo de clima, la tabla para estimar la sensación térmica toma las temperaturas y las cruza con los valores de la velocidad del viento o de la humedad relativa. El primero es para invierno, ya que con su aire frío el viento hace que baje la temperatura, y la humedad relativa se usa para establecer la sensación térmica en verano, porque como se mencionó la alta humedad potencia el calor para los seres humanos.
Hasta cuándo sigue el calor en Buenos Aires
La ola de calor que atraviesa Buenos Aires tomará su tercer día este viernes 7 de marzo, cuando el Servicio Meteorológico Nacional estima una temperatura mínima de 27°C y una máxima de 35°C.
Estas condiciones se van a dar en un día con cielo mayormente nublado desde la tarde hasta la noche, mientras sopla un viento que podría traer algún alivio: tanto en la mañana como en la tarde se esperan ráfagas que podrían llegar hasta los 50 kilómetros, aunque el viento se calmará en la última franja horaria del viernes.
Las probabilidades de lluvia están situadas en 10% pasado el mediodía. Aunque estos valores no parecen pronosticar caída de agua, sí podrían contribuir a la humedad que aumenta la sensación térmica. De todas formas, se espera que después del pico vespertino la temperatura descienda y se despida en 29°C, valores altos igualmente para la noche.
Las previsiones del SMN son que un frente frío irrumpirá en el estuario y llevará hacia abajo los termómetros hacia el fin de semana, con un sábado que podría tener tormenta en la madrugada y mañana que le darán temperaturas mínimas de 19°C y máximas de 24°C, una tregua necesaria ante el calor que asola la ciudad de Buenos Aires en los últimos días.
A raíz del calor que afecta al AMBA en los últimos días, y que se extenderá este viernes, cobra mayor importancia esta variable, que indica cómo percibe el cuerpo la temperatura, la humedad y el viento Clima
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