Citaron a indagatoria a Norberto Cristian Graf por el encubrimiento del asesinato de Diego Fernández Lima​

El fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación del homicidio de Diego Fernández Lima, cuyos restos óseos fueron hallados enterrados en el fondo de una casa de Coghlan a casi 41 años de su desaparición, pidió que citen a prestar declaración indagatoria a Norberto Cristian Graf, quién había sido compañero de escuela de la víctima y que aún vive en el lugar del hallazgo.

Así lo informaron a LA NACION, fuentes con acceso al expediente. López Perrando le imputó el delito de encubrimiento agravado.

Para el fiscal López Perrando, el sospechoso buscó silenciar el crimen de Diego Fernández” y “practicó diversas maniobras tendientes a encubrir la averiguación de la verdad”.

El hallazgo de los restos se produjo durante una obra que se realizaba en un terreno lindero con la casa de la familia Graf, en la avenida Congreso al 3700, en Coghlan.

La víctima, de la que no se supo nada por casi 41 años, tenía 16 años y jugaba al fútbol en las divisiones juveniles de Excursionistas. La tarde del 26 de julio de 1984, después de almorzar, le pidió dinero a su madre, Bernabella Lima, para tomar el colectivo. Le dijo que iba a visitar a un compañero y luego asistiría a un taller en la escuela. Nunca regresó.

La vivienda donde fueron encontrados los restos pertenece a la familia de Norberto Cristian Graf, un excompañero de Fernández Lima en la por entonces Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 Almirante Guillermo Brown, situada en Ballivián al 2300, en Villa Ortúzar. Ambos compartieron curso hasta segundo año, cuando Fernández Lima repitió. A pesar de eso, mantenían contacto, especialmente por su afición común por las motos.

Graf, que ahora tiene 58 años, se había presentado de manera espontánea en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61, ubicada en avenida de los Inmigrantes 1950, en Retiro.

Lima, quienes comenzaron a comunicarse con la fiscalía. Uno de ellos, que vive en México, declaró bajo juramento vía Zoom. Fue él quien, tras conocer la noticia del hallazgo, llamó por teléfono para informar que en la época de la desaparición, en esa misma casa vivía Norberto Cristian Graf, a quien todos conocían por su segundo nombre y apodaban Jirafa.

A partir de esa información, el fiscal López Perrando convocó a otros excompañeros que también brindaron testimonio sobre lo que recordaban de aquellos años. La reconstrucción preliminar indica que Fernández Lima habría ido por voluntad propia a la casa de los Graf el día de su desaparición. “Por los indicios que tenemos, creemos que el 26 de julio de 1984, Fernández Lima fue por su propia voluntad a la casa de la familia Graf. Pasó algo que terminó con el homicidio del joven futbolista. Se busca determinar quién fue el asesino y, además, el móvil del crimen”, explicó un detective judicial.

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