Cinematográfica persecución en la avenida General Paz: lo detuvieron por conducir un auto robado

“Por colectora, por colectora, agarra la bajada”, avisaba el operador de las cámaras de seguridad al personal de la Policía de la Ciudad que había iniciado la persecución del conductor de un automóvil que tenía la chapa patente adulterada.
El escenario de la cinematográfica persecución, que terminó con la detención del sospechoso, protagonizada por la Policía de la Ciudad, fue la transitada avenida General Paz, a la altura del barrio porteño de Villa Lugano.
Todo comenzó cuando desde el Anillo Digital, un sistema de control de la Policía de la Ciudad que identifica a cada uno de los vehículos que utilizan las 78 entradas y salidas de la Ciudad, a lo largo de la avenida General Paz y los puentes sobre el Riachuelo, se detectó el paso de un auto Volkswagen Suran gris con pedido de secuestro.
Tras la señal de alerta de los operadores de los lectores de patente, personal policial le dio la voz de alto al conductor del vehículo, quien ignoró la orden e intentó escapar a toda velocidad.
Entonces, se inició una persecución terminó cuando el automóvil chocó contra un móvil policial de la Comisaría Vecinal 8A, en la avenida General Paz, a la altura de la Echeandía, en el barrio de Villa Lugano.
Tras revisar el vehículo, los policías que participaron del operativo confirmaron que no se trataba de un simple error en la chapa patente: los grabados de cristales, chasis y motor revelaron que la Suran tenía un pedido de secuestro por robo agravado.
En el interior del vehículo, además, hallaron más de 100.000 pesos, un teléfono celular Samsung y la llave de otro auto.
La detención del sospechoso, imputado de encubrimiento y resistencia a la autoridad y el hallazgo de la llave de otro auto, llevó a los uniformados hasta una casa en Saladillo al 5000, en Villa Riachuelo, donde encontraron un segundo vehículo, marca Peugeot, con dominio adulterado y documentación irregular.
Ese auto también fue secuestrado como parte de la investigación, que ahora busca determinar si ambos autos estaban vinculados a la misma organización delictiva.
El Anillo Digital, pieza central en este caso, es un engranaje de control clave para prevenir delitos en el área metropolitana. Cada día registra el paso de más de tres millones de vehículos gracias a una infraestructura de 74 pórticos con 814 lectoras de patentes ubicados en puntos estratégicos de la General Paz, los puentes sobre el Riachuelo y las avenidas más transitadas.
Los datos son monitoreados en tiempo real desde dos centros —el Centro de Monitoreo Sur, en Puente La Noria, y el Centro de Monitoreo Norte, en Balbín—, donde trabajan de manera conjunta la Policía de la Ciudad y la policía bonaerense, con el objetivo de “blindar” las fronteras urbanas frente al delito.
Por orden de la Justicia, el conductor del vehículo quedó detenido acusado de encubrimiento y resistencia a la autoridad, cargos que podrían agravarse en función del avance de la investigación.
La Justicia también instruyó a los peritos a analizar en detalle la documentación incautada, que presentaba irregularidades, así como los más de 100.000 pesos y la llave de otro vehículo hallados en el interior del auto.
El objetivo es establecer si esos elementos responden a un delito aislado o si forman parte de una trama más amplia de ilícitos vinculados al robo y la falsificación de automotores.
El sospechoso fue acusado de encubrimiento y resistencia a la autoridad Seguridad
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