Chicharrita: un experto habló del abecé para enfrentar a la plaga en la próxima campaña​

La chicharrita, que este año golpeó la producción de maíz, fue uno de los puntos centrales en el Congreso Maizar 2024, donde los diferentes expertos brindaron las pautas para tener los cuidados y recordaron que la enfermedad generada, spiroplasma, existe desde hace más de 30 años en el país. Uno de ellos fue Andrés Caggiano, gerente de Desarrollo de Producto de NK Semillas, quien mencionó que este supervector transmite cuatro enfermedades.

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“Es complejo; es una enfermedad que se conoce en la Argentina hace más de 30 años, pero con mucho foco en el norte del país: el NEA y NOA, y esta campaña ha resonado tanto y se ha hablado tanto de ella porque ha llegado a zonas donde no es tradicional, como por ejemplo en el centro del país. Eso fue lo que hoy hace que los productores o toda la Argentina prácticamente hablen de la chicharrita, el vector que transmite la enfermedad a la planta de la cual se alimentan”, precisó.

Destacó la importancia del manejo, que no es solamente seleccionar el híbrido de mejor comportamiento, sino que es un complejo de medidas que hay que tomar que arrancan desde el clima. “La chicharrita no supera temperaturas cercanas a 0°C, empieza a morir en el invierno y la cantidad de heladas que hay en el invierno, juegan un papel fundamental para nosotros, porque mientras más heladas haya, menos posibilidad de vivir, y lo más importante es que la chicharrita es monófaga: solo se alimenta de maíz y solo se reproduce en el maíz, por lo tanto, al no haber maíz en el campo tenemos grandes chances de cortar su ciclo de vida”, sostuvo.

“El frío la mata, pero si dejamos el maíz guacho, que es su fuente de alimento y reproducción, le estamos favoreciendo el ciclo de vida a la chicharrita. Vive 70 u 80 días en condiciones normales, por lo cual en el invierno con frío y si no hay maíz en el ciclo de vida, debería arrancar la campaña con menos prevalencia del vector, de todas las zonas maiceras de la Argentina”. Con las heladas y el frío, la chicharrita baja su población porque no tolera ese clima.

La firma recomienda un paquete de medidas de manejo, dentro de las cuales está la elección de la fecha de la siembra y lo más temprano posible dentro de cada región. En el norte de Córdoba, donde se siembra todo antes del 15 de diciembre, es mejor, porque seguramente se encuentran con menor población de los lotes de maíz: “A medida que avanza el cultivo de maíz y que encuentra un continuo de fecha de siembra tiene mejores condiciones para crecer; las fechas más tardías en todas las regiones son la que más sufrieron porque hay más presión de esta famosa chicharrita”.

Esta es una enfermedad que tiene gran notoriedad y prevalencia en regiones tropicales. Brasil viene trabajando desde hace muchos años en la problemática. Si bien en la Argentina se conoce desde hace tres décadas, tenía muchos focos en el norte. Allí los híbridos son de origen tropical o subtropical. “Estos maíces tienen mejores comportamientos en general a esta enfermedad, porque son desarrollados en condiciones con esta enfermedad; es frecuente. Seleccionás los mejores híbridos cuando la enfermedad está. Nosotros traemos genética tropical argentina, tenemos dos híbridos que funcionan bien, que son de origen tropical y subtropical y también obviamente evaluamos todo nuestros materiales templados de maíz y en eso sacamos los mejores”, expresó.

También explicó que necesitan llegar a la siembra con baja población del vector, y eso se hace con un invierno frío, controlando el maíz guacho. “Necesitamos el mejor híbrido, el mejor curasemillas y en el caso de ser necesario hacer aplicaciones posemergentes de insecticidas en el maíz”, precisó.

La Argentina viene de los últimos tres años con inviernos más cálidos de lo normal, con lo cual eso generó la persistencia de la chicharrita. “Lo que más pesó fue que se arrancó a sembrar maíz en septiembre y se terminó de sembrar en enero: esto hace que la plaga constantemente encuentre alimento para reproducirse, y condiciones de temperatura y humedad. Esto hizo que explote este año y de ahí se transmita desde Santa Fe al resto de las provincias del resto del país porque es un vector que también tiene gran capacidad de vuelo. Vuela a 20 km por día o más”, amplió.

Los productos subtropicales tienen desarrollos en la enfermedad. Los híbridos tropicales tienen un condicionamiento: no se pueden sembrar en todo el país, porque son desarrollados en latitudes donde la temperatura y humedad son distintas, por tanto, esa genética es exclusiva del centro del país hacia el norte. En el resto del país, hay que buscar otros híbridos de buen comportamiento. Según afirmó, el productor no estaba preparado, no conocía la enfermedad y no había desarrollo de un híbrido que contenga la enfermedad. Fue por eso que quienes sembraron híbridos tropicales salieron mejor parados. “Ahora tenemos mucho más que antes y nos va a ayudar a encarar la campaña de la mejor manera”, resumió.

​ Andrés Caggiano, gerente de Desarrollo de Producto de NK Semillas, se refirió al manejo que se puede llevar adelante en las distintas regiones agrícolas  Campo 

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