Causas y riesgos: la incómoda enfermedad otoñal que puede afectar el rendimiento escolar y laboral​

Durante el otoño, el aumento de la humedad en espacios cerrados (con la proliferación de hongos) y la acumulación de hojas en descomposición, acompañado por el uso frecuente de calefacción y la permanencia en espacios poco ventilados, favorece el aumento de las alergias. Los ácaros, el moho y el polvo son los principales responsables en desencadenar reacciones alérgicas que, además de resultar molestas y perjudiciales para la salud, pueden traer complicaciones especialmente en personas con antecedentes respiratorios.

En diálogo con LA NACION, distintos especialistas explican por qué aparecen las alergias en esta época del año, y detallan distintas estrategias para reducir su exposición y aliviar los síntomas más molestos.

“Los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides) son artrópodos de muy pequeño tamaño presentes en casi todos los hogares, por lo que son una de las causas más frecuentes de alergia respiratoria”, explica Raquel Rodríguez, Jefa de la División Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas José de San Martín (UBA).

Y detalla: “En general crecen en ambientes con una humedad superior al 70% y a una temperatura óptima en torno a los 25ºC. Se alimentan sobre todo de restos de nuestra piel que se desprende de forma natural, por lo que se encuentran fundamentalmente en colchones, almohadas, ropa de cama, peluches y alfombras”.

Explica que los hongos de la humedad (Penicillium y Aspergillus) típicos de esta época también pueden generar alergias respiratorias, por lo que aconseja poner “especial atención en los sitios de mayor humedad del hogar como son baños y cocinas”. En el espacio exterior existen otros géneros de hongos que, en días secos y ventosos (cuando tienen su pico de liberación de esporas), también pueden afectarnos considerablemente. Además, existen algunos pólenes de árboles, como la casuarina y eucalipto, que polinizan en otoño, junto con algunas malezas pueden ser responsables de síntomas de alergia al realizar actividades al aire libre.

¿Cuáles son las alergias más comunes?

Entre las alergias más habituales del otoño, los especialistas coinciden en que la rinitis es la causa de mayor consulta. “Las personas susceptibles de desarrollar una enfermedad alérgica por su predisposición genética (atopía), pueden presentar una rinitis alérgica en esta época, la manifestación alérgica más frecuente caracterizada por la inflamación de la mucosa que reviste la nariz, manifestándose con secreción acuosa, estornudos, obstrucción nasal y picazón de nariz, paladar y parte posterior de garganta. La presencia de tos y sibilancias bronquiales hace sospechar su asociación con el asma alérgico”, indica Rodríguez.

Y advierte que, cuando estos síntomas se hacen persistentes “pueden llegar a afectar las actividades diarias, como el rendimiento escolar y laboral, e incluso hay dificultades para dormir, generando un fuerte impacto en la calidad de vida”.

“Los síntomas de las alergias en otoño pueden ser similares a los de un resfriado, siendo los síntomas más frecuentes la congestión nasal, los estornudos, la picazón en los ojos, el lagrimeo constante y la dificultad para respirar”, coincide Laura Bustos, especialista en inmunología de Boreal Salud.

Y resalta: “En algunos casos, estas reacciones pueden derivar en complicaciones como rinitis, bronquitis o asma, empeorando en personas con el sistema inmunológico deprimido. Además, la exposición prolongada a los alérgenos puede generar fatiga y afectar el rendimiento diario, tanto en el trabajo como en el estudio”.

Cómo minimizar los síntomas y prevenir complicaciones

Es importante realizar la consulta al alergólogo para identificar el o los alérgenos responsables del malestar y así tener en cuenta algunas medidas generales.

“Si se va andar en bicicleta o hacer actividad al aire libre, se recomienda tapar la cara y la nariz, llevar una bufanda o un pañuelo, para limitar la cantidad del ingreso de partículas que se volatilizan con el viento y que se trasladan con los alérgenos”, explica Marcela Smurra, neumonóloga del Sanatorio Modelo de Caseros. Y agrega que “el aumento de secreción nasal, como consecuencia de los cambios de temperatura y la inflamación de las células, también ocurre con mayor frecuencia en esta época y es otro causal de malestar alérgico”.

Para reducir el impacto con alérgenos en el hogar, la especialista sugiere mantener la vivienda ventilada con un adecuado uso de la calefacción (ventilar a diario); evitar el uso de humidificadores ambientales, manteniendo una humedad relativa por debajo del 60%. También debe evitarse la estancia prolongada en ambientes húmedos y lugares que hayan permanecido cerrados durante largo tiempo.

Los especialistas consultados coincidieron en que es importante prestar “especial atención a la limpieza del dormitorio”. ¿Cómo? A partir de disminuir el barrido y el uso de plumeros y optar por utilizar paños húmedos para arrastrar el polvo de pisos y muebles; aspirar el colchón y lavar las almohadas de manera periódica; lavar las sábanas semanalmente con agua caliente a 60ºC (los ácaros mueren a esta temperatura); usar solo peluches lavables en la cama de los niños; evitar el uso de sahumerios y aromatizantes de ambientes y, por supuesto, evitar fumar en interiores.

Para el baño, se aconseja mantener seca la ducha para reducir la proliferación de hongos y quitar ropa y calzado húmedo de armarios o zonas poco ventiladas, y revisar dónde se guarda la ropa y el calzado húmedos, evitando los armarios o las zonas poco ventiladas.

¿Cómo tratar las alergias?

Los pilares del tratamiento consisten en minimizar la exposición a los alérgenos siguiendo las medidas de prevención antes mencionadas. Pero cuando los síntomas perjudican el rimo de la vida diaria a pesar de haber reducido al máximo el contacto diario con alérgenos, se agrega el uso de fármacos con previa consulta profesional.

De acuerdo a Rodríguez, los fármacos “se indican en relación con la localización e intensidad de los síntomas del paciente; existe un amplio arsenal terapéutico compuesto por antihistamínicos y descongestivos orales, spray nasal e inhaladores bronquiales con corticoides y antileucotrienos orales”.

“Para los síntomas nasales, el spray con corticoides es lo primero que se indica. La administración diaria por períodos prolongados y controlado por el alergólogo suele ser muy eficaz y bien tolerada. En cambio, para los síntomas bronquiales, se reserva el salbutamol y corticoides inhalados. Estos tratamientos locales pueden combinarse con la administración de antihistamínicos orales de nueva generación, aunque se debe advertir del posible efecto sedante de los mismos. Siempre debe ser supervisado por un profesional”, precisa.

Y concluye: “Cuando no se logra controlar los síntomas con los fármacos habituales o si estos provocan demasiados efectos secundarios, está indicada la inmunoterapia específica que consiste en la aplicación de una vacuna, por vía oral o inyectable, con extracto alergénico (identificados como responsables de la alergia), con cierta regularidad y por un período de 3 a 5 años”.

Qué podemos hacer para reducir el riesgo a las alergias

Evitar la exposición al polen y al moho: mantener las ventanas cerradas en días ventosos y, opcionalmente, usar un purificador de aire con filtro HEPA en casa.Aspirar alfombras, cortinas y colchones para reducir la acumulación de polvo y ácaros. Lavar la ropa de cama al menos una vez a la semana con agua caliente.Mantener la humedad por debajo del 50% y evitar la proliferación de moho. También se aconseja ventilar ambientes durante el día para reducir la acumulación de humedad.Tomar una ducha después de estar al aire libre: esto ayuda a eliminar el polen y las esporas que puedan haberse adherido a la piel y el cabello.Evitar secar la ropa al aire libre: el polen y otras partículas pueden adherirse a la ropa tendida en el exterior, así que es mejor secarla en interiores o en secadora.Utilizar anteojos de sol y mascarilla: en días con alta concentración de polen, los anteojos de sol pueden proteger los ojos y una mascarilla filtrante puede reducir la inhalación de alérgenos.Recurrir a tratamientos médicos: siempre que sea bajo el control de un profesional de la salud los tratamientos de inmunoterapia hiposensibilizante para alergia crónicas de síntomas anuales son una opción recomendable para combatir los síntomas.

​ Los expertos destacan que es importante hacer la consulta con un alergólogo para identificar a los responsables del malestar y así tener en cuenta algunas medidas generales  Sociedad 

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