Cambio climático: el crucial desafío de las nuevas tecnologías para ser relevantes​

El cambio climático, la escasez de recursos naturales y la creciente demanda de alimentos debido al aumento de la población mundial son factores que influyen en el futuro del sector agropecuario global.

El aumento de la producción no podrá basarse en la expansión de tierras agrícolas. Si la productividad agrícola de la tierra se mantiene en sus niveles actuales, sería necesario convertir 6 millones de hectáreas de tierra en producción agrícola cada año hasta al menos 2030, para satisfacer la demanda. En referencia al recurso agua, la sobreexplotación de acuíferos, la falta de infraestructuras adecuadas, el cambio climático y la contaminación del agua están reduciendo en forma significativa la disponibilidad del recurso.

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Frente a esta realidad, la posibilidad de generar modelos de producción que puedan integrar sustentabilidad climática y económica, y puedan cubrir la demanda por alimentos, deberán basarse en sistemas de manejo intensivo sustentable que incluyan procesos de innovación que incorporen eficientes sistemas de manejo y nuevas tecnologías.

La adopción de estos modelos deberá tener en cuenta la alta vulnerabilidad de los sistemas agrícolas bajo condiciones dictadas por el cambio climático, y no menos primordial, estudiar la información para poder determinar las tendencias de los cambios con los que los fenómenos asociados al cambio climático se presentan.

Además, deberá visualizar los posibles escenarios que permitan suministrar a los productores proyecciones a corto y largo plazo. Para ello, se hacen necesarias inversiones en procesos de digitalización del sector que sean innovadores, y que, por intermedio del uso de tecnologías disruptivas, permitan la integración de datos meteorológicos con los de riego y las condiciones existentes en el suelo. Identificar y predecir deficiencias, optimizar los periodos de cosecha, prevenir enfermedades, etc.

Es aquí en donde la tecnología por intermedio del uso de sensores tiene un importante lugar. El uso de sensores se caracteriza por la creciente producción de datos múltiples y sofisticados que se generan a nivel de finca, parcela o animal. La información se puede recoger, almacenar, procesar y gestionar los datos, lo cual es indispensable para la tarea de generar soluciones en tiempo real.

La problemática de estos sistemas es que la recolección de datos es muchas veces puntal, lo cual podría complicar el manejo de varias fuentes de datos paralelamente y que no siempre están interconectadas. Esto hace necesaria una actitud integrativa que ofrezca soluciones holísticas, “one stop shop”.

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Según McKinsey & Co., en una encuesta publicada en 2023, nos muestra que una de las importantes barreras que frenan la adopción de nuevas tecnologías son los altos costos y la incertidumbre acerca de los índices de retorno de las inversiones en agtech. En Brasil y Argentina el 50% de los encuestados, planean utilizar al menos un producto agtech en el transcurso de los próximos dos años.

Este desafío se transforma en más difícil cuando tenemos en cuenta que la posible introducción de nuevas tecnologías requiere especialización y en general reducen la oferta de puestos de trabajo. En esta situación, los programas de adopción de tecnologías deberán incluir capacitación y paralelamente alternativas laborales para aquellos trabajadores que sean desplazados del sector. Los procesos de adopción serán aún más complejos cuando el proceso se desarrolla entre los pequeños agricultores. Las pequeñas explotaciones agrícolas están fragmentadas y a menudo tienen acceso limitado a insumos, nuevas tecnologías y financiación.

Sumado a esto, la existencia de procesos de migración de jóvenes que abandonan la agricultura de baja productividad y pasan principalmente a actividades informales en servicios que se desarrollan en zonas urbanas. Esta migración contribuirá a la discontinuidad en la renovación generacional de las fincas, conduciendo al “envejecimiento” de la población en las áreas rurales-agrícolas con fuertes impactos en la fuerza laboral disponible.

La agtech tiene la gran posibilidad de transformarse en una herramienta fundamental para el sector agropecuario, que debe transitar el camino a la descarbonización en forma eficiente. Las tecnologías innovadoras serán relevantes para el sector únicamente si logran contribuir de manera eficiente a enfrentarse a los desafíos que el cambio climático nos está imponiendo.

Todo plan de desarrollo rural sustentable con adopción de tecnologías agrícolas debe integrar soluciones en agricultura, seguridad alimentaria, empleo y migración. Solo así se logrará un crecimiento inclusivo y sostenible para todos los grupos de interés.

El autor es ingeniero agrónomo, con una maestría en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Fue parte del Servicio de Extensión Rural perteneciente al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Israel, actualmente ocupa el cargo de Director del Departamento de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional

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