Boca y una derrota dura ante Atlético Tucumán que vuelve a plantearle varios interrogantes​

Sin hambre. Sin alma. Sin reacción. Boca mostró su peor cara en Tucumán y tropezó ante un Atlético sólido que lo ganó de principio a fin. El Xeneize no la pasó bien en el José Fierro y, pese a la levantada del final, pudo haber sufrido más goles. Una derrota dura que vuelve a plantear interrogantes.

Boca arrancó abajo por quinta vez en sus últimos cinco partidos y careció de ideas y de ímpetu para equiparar las acciones. Sufrió la ausencia de jugadores (Cavani, Rojo, Zenón) y no encontró respuestas en las individualidades ni en el juego colectivo. Boca jugó, tal vez, su peor partido en la era Martínez, que falló en el armado del 11 y sumó su quinta derrota como DT del Xeneize, todas en condición de visitante.

Boca jugó un primer tiempo para el olvido. Sometido por Atlético Tucumán, no pateó al arco hasta el minuto 45, cuando Equi Fernández probó de afuera la segura resistencia de Durso. Poco, demasiado poco ante un modesto conjunto tucumano que logró ante Boca su tercera victoria en 2024.

La primera falla de Boca pasó por el armado. Sin Marcos Rojo (lesionado), Cristian Lema (expulsado) ni Nicolás Valentini (apartado del equipo por cuestiones contractuales), Diego Martínez debió recurrir a una zaga de emergencia compuesta por dos defensores diestros: Nicolás Figal, de flojo primer semestre, y el juvenil Lautaro Di Lollo, que disputaba anoche su tercer partido como profesional. Los laterales, para colmo, tampoco estuvieron en su noche. Acaso disminuidos físicamente, ni Advíncula ni Blanco mostraron el nivel que los convirtió en figuras del Boca de Martínez y también formaron parte del desconcierto defensivo.

En el medio, la baja inesperada de Kevin Zenón (quedó fuera del banco por un problema muscular) volvió a abrirle las puertas a Frank Fabra, que en 45′ demostró por qué disputó apenas cuatro partidos de titular durante todo el ciclo de Martínez. Lento, impreciso y desconectado de sus compañeros, fue el primero en dejar la cancha junto al joven Milton Delgado.

Equi Fernández y Medina también parecieron sufrir la seguidilla de partidos. Dos de los futbolistas que más minutos acumularon en lo que va de 2024 no hicieron pie en el José Fierro y Boca, diezmado por algunas ausencias, los extrañó más de la cuenta. El mejor fue Langoni, aunque la posición no lo favoreció: fue de extremo en un 4-2-3-1, lejos de Merentiel y sin compañía de los medios. Y Atlético, con poco, exprimió cada falencia de su rival.

Sava diagonales de Coronel y Bajamich para explotar la espalda de los centrales y volcó el juego por la izquierda para usufructuar la precisión de Pereyra en el manejo del balón y los envíos largos. Bien rodeado por Tesuri y Adrián Sánchez (ex Boca, Atlético adquirió el 65% del pase a finales del año pasado), el entrerriano manejó los tiempos del partido y colocó cuatro pases-gol. A los 28 minutos, el propio Pereyra inició la acción del 1 a 0 del Decano, que terminó con el centro atrás de Infante y gol de Coronel, que durmió a Equi y definió debajo del arco. En el comienzo del partido, Coronel había sido protagonista de otro tanto del local, anulado por offside. Echavarría entendió que el volante obstruyó la salida de Romero e imposibilitó la reacción del arquero ante el disparo de Tesuri. Una decisión polémica que se discutió hasta el entretiempo.

Lo mejor del partido

En el arranque de la Liga Profesional, Boca se pareció mucho más al que cayó goleado en Brasil por la Copa Sudamericana que al que aplastó a River por la Copa de la Liga. Padeció el arranque de cada tiempo y recién inquietó a Atlético sobre el final del partido. Martínez intentó acomodar las piezas en el vestuario. Rompió el 4-2-3-1 y sumó gente en ataque en busca del empate. No era mucho lo que tenía a disposición. De mitad para arriba, solo Saralegui, Bullaude, Janson, Briasco y el chico Zufiaurre. Optó por Jabes y el ex Vélez, y entre los dos generaron la más clara de Boca en el partido: centro de Jabes y cabezazo a quemarropa de Janson que Durso tapó con las rodillas.

Pero Atlético lo jugó con alma y vida y empiojó a Boca en todos los sectores. Presionó alto, anuló el circuito Equi-Medina-Merentiel y generó situaciones para ampliar el resultado. Sufrió en el cierre, es cierto, aunque el triunfo casi no peligró. Es más: Tesuri falló una situación increíble en el epílogo del encuentro, con Boca volcado en ataque y el Decano parado para lastimar de contra. Así, volvió a festejar ante su gente y dejó atrás el 0-4 ante Huracán en la última fecha de la Copa de la Liga.

Para Boca será fundamental empezar a recuperar soldados y volver al triunfo este miércoles contra Fortaleza, en la Bombonera, por la Copa Sudamericana. El Xeneize marcha segundo de los brasileños en el grupo y depende de sí mismo para clasificarse en primer lugar. Ante Atlético, por lo pronto, no superó la prueba. Y eso no deja de ser un llamado de atención pensando en lo que viene.

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