Asesinaron a un gendarme para robarle el auto, huyeron e incendiaron el vehículo que usaron en el ataque
Fueron veinte disparos en quince segundos. Así asesinaron a un comandante mayor de la Gendarmería cuando se resistió a que un grupo de asaltantes le robara su auto, un Toyota Etios, en el que circulaba por El Palomar, en el conurbano bonaerense.
“Levanta las manos. Levanta las manos”, gritó uno de los cuatro asaltantes que cruzó la marcha del vehículo en el que viajaba el efectivo de la Gendarmería. Sentado en el asiento delantero, el comandante mayor abrió fuego contra los cuatro delincuentes que le apuntaban con sus armas.
Así comenzó el tiroteo que se extendió por no más de quince segundos. Eran las 18.21 cuando los cuatro delincuentes descendieron del Nissan March en el que habían salido a robar por la zona y le apuntaron a los dos ocupantes en la esquina de Atahualpa y Villegas. Los delincuentes no sabían que ambos eran efectivos de la Gendarmería que estaban de civil porque estaban de franco.
La víctima, que habría sido identificada por fuentes policiales como Guillermo López, de 55 años, regresaba a su casa, después de haber trabajado en el área de Seguridad e Higiene del Edificio Centinela, en Retiro. Viajaba acompañado por un sargento que conducía el Toyota Etios y que trabaja en el comando central de la Gendarmería en Retiro.
Los cuatro asaltantes atacaron a cara descubierta. Todos estaban armados y por lo menos dos de ellos usaban guantes. Un quinto cómplice conducía el Nissan March que usaron para concretar el ataque.
Después de balear al comandante mayor de la Gendarmería, los delincuentes huyeron en dirección a Ciudadela, donde abandonaron e incendiaron dicho vehículo con el objetivo de borrar sus huellas.
El homicidio fue grabado por una cámara de seguridad instalada en Atahualpa al 2000, mientras que el momento en el que los delincuentes incendiaron el automóvil usado en asesinato fue registrado por un transeúnte.
Hasta el momento, no hay detenidos. No obstante, los investigadores policiales y judiciales no descartan la posibilidad de que los autores del homicidio sean los integrantes de una banda que cometió una sucesión de asaltos a mano armada contra vecinos de Morón, Ciudadela y Ramos Mejía, todos con el mismo objetivo: robar los automóviles.
El homicidio ocurrió en El Palomar cuando cuatro delincuentes apuntaron al comandante mayor, quien se resistió al asalto; así se produjo un tiroteo en el que se dispararon 20 balazos en 15 segundos Seguridad
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