Andrea Karina Vázquez. Quién es la médica acusada de instigar una falsa denuncia contra su exmarido​

Andrea Karina Vázquez se presenta en sus redes sociales como médica, referente en salud pública y una persona que “lucha contra la violencia sexual en las infancias”. Se recibió en la Universidad de Buenos Aires a los 23 años. Comenzó su carrera en ginecología y luego se especializó en mastología. Según su perfil en LinkedIn, durante más de una década atendió a personas con patologías oncológicas y acompañó procesos de salud con enfoque integral. Dice que su vida cambió cuando se convirtió en madre y que, a partir de un conflicto judicial por la tenencia de sus hijos, canalizó su experiencia personal en militancia institucional.

El 18 de julio pasado, su historia quedó en el centro de una causa penal. Fue denunciada por el fiscal Jorge Bettini Sansoni, acusada de haber instigado a dos de sus hijos, cuando eran niños, a denunciar falsamente a su padre, el médico Pablo Ghisoni, por abuso. El caso se reactivó a partir de un video publicado por su hijo Tomás, hoy de 23 años, en el que afirmó que la denuncia fue falsa y que había sido inducido por su madre a sostenerla durante más de una década. La Justicia investiga ahora si Vázquez incurrió en falso testimonio calificado, instigación y asociación ilícita

“Las experiencias personales que pusieron en riesgo mi vida y la de mis hijos me llevaron a transformar el dolor en acción”, escribió hace un tiempo. Aseguró que esa vivencia la convirtió en una referente en “el acompañamiento a madres protectoras” y que desde hace más de 10 años se dedica a militar “por los derechos de las infancias, las mujeres, las personas no binarias y todas las sobrevivientes de violencia sexual”.

A lo largo de los años, construyó un extenso currículum académico: egresada de la Maestría en Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba, diplomada en Género y Salud por la Universidad Nacional de La Plata y la Escuela de Gobierno “Floreal Ferrara”, y también diplomada en Salud Internacional por la Universidad Nacional de José C. Paz. Actualmente, tal como figura en la página web del municipio de La Matanza, se desempeña como subdirectora de Acceso a la Justicia de la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades.

Vázquez firmó artículos en la revista académica TraHs – Trayectorias Humanas Transcontinentales, publicación de la Red Internacional América Latina, África, Europa y el Caribe (ALEC), con sede en la Universidad de Limoges (Francia). En esa publicación escribió, entre otros, los siguientes textos:

“El pseudo-concepto de la alienación Pparental y su impacto en el mundo en las mujeres y los niños”“La crueldad como estrategia de restauración del poder patriarcal en la familia”“Principales prácticas de crueldad y tortura hacia niños, niñas y adolescentes”“Silenciar la voz de los niños, niñas y adolescentes”“Obligar a niños, niñas y adolescentes a revincularse con progenitores violentos”“Separaciones arbitrarias de las figuras de apego y de su hogar (arrancamientos)”“Restituciones internacionales en casos de violencia doméstica”“Las madres protectoras como denunciantes de violencia sexual incestuosa”“Cartografía de la impunidad”“Criminalización y patologización”“El cautiverio judicial y la condena a muerte legal”“Madrectomía: amputación de la madre a los NNA y del ejercicio de la maternidad”

En 2024 compartió un artículo coescrito con Andrea Tuana titulado “La restauración del poder patriarcal en la familia. Prácticas de crueldad hacia niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia y hacia sus madres protectoras”. También participó en actividades organizadas por la ONG uruguaya El Paso, como el conversatorio “Absuelto no es inocente”, en el que expuso junto a Thelma Fardin y representantes de Amnistía Internacional, el Instituto de Psicología Clínica de la Universidad de la República (Udelar) y otras organizaciones. En ese encuentro se debatió sobre impunidad en causas de violencia sexual.

En otra actividad, publicada en su perfil profesional hace un año, mencionaba su participación en el seminario “De la impunidad a la autonomía”, en Montevideo, dentro de la mesa “Quien debe proteger, maltrata”. Figuraba como “ginecóloga – mastóloga”, en una lista junto a representantes de ONG. En su perfil de LinkedIn, tiene fotos con figuras publicas como Dora Barrancos, Romina del Pla y Estela de Carlotto, entre otras.

El concepto de “madre protectora” fue el eje sobre el que construyó su identidad pública. En entrevistas, redes y conferencias, relataba que se convirtió en una cuando el sistema judicial le quitó la tenencia de sus tres hijos. Contaba que fue víctima de un “secuestro judicial” cuando el Tribunal de Familia N°3 de Lomas de Zamora ordenó, en 2012, la entrega de los niños a su padre, Pablo Ghisoni. Según sus palabras, la policía ingresó a su casa mientras ella estaba trabajando. “Desde ese día, los niños solo pudieron ver a su mamá ocho horas en dos años”, dijo.

Su testimonio aparece en el libro Violencias de género. Las mentiras del patriarcado, de Liliana Hendel, en el capítulo titulado “La maternidad: mandato, culpa y placeres”. Allí, Vázquez relató en primera persona cómo fue su infancia, su vínculo con su familia, su deseo de ser madre, el inicio de su relación con Ghisoni y los conflictos que, según ella, marcaron su maternidad. “Soy una mujer de fe, siempre lo fui”, dijo. “Desde que me quitaron a los chicos, no volví a atender el consultorio. No puedo”.

Describió situaciones de violencia física, control económico y hostilidad, y narró que uno de sus hijos fue golpeado por el padre con una botella. Dijo que denunció el hecho, que inició una batalla legal y que fue acusada de “obstrucción del vínculo”. Contó que fue señalada como una madre manipuladora por sostener que sus hijos tenían un coeficiente intelectual elevado. En el libro, la periodista escribe que Vázquez fue acusada de padecer una condición psiquiátrica, y que los informes judiciales fueron utilizados para justificar la reversión de la tenencia.

Vázquez decía que, incluso cuando no tenía contacto con los niños, se conectaba virtualmente con ellos, los ayudaba a estudiar por Skype, les tomaba lecciones, les enviaba resúmenes. También contó que se disfrazó en un juzgado para celebrar un cumpleaños con ellos, y que en otra ocasión logró acceder a los expedientes judiciales que no le permitían ver presentándose con una escribana.

“Soy un grano en el sistema”, dijo. “Los tres jueces que proveyeron la medida cautelar que revirtió la custodia de mis hijos tienen juicios políticos. No soy la única madre. Hay muchas. No todas pueden contar”.

Durante años repitió ese discurso en actos públicos, redes, foros internacionales, y en funciones estatales. Nunca fue acusada formalmente. Hasta el 18 de julio pasado.

Una denuncia judicial, un video testimonial y el inicio de una nueva causa

El relato que Vázquez sostuvo durante más de una década se vio públicamente desmentido por uno de sus propios hijos. Ese día, Tomás Ghisoni, de 23 años y estudiante de Derecho, publicó un video en redes sociales que rápidamente llegó a la Fiscalía de Juicio N°1 de Lomas de Zamora. “Cuando era adolescente acusé falsamente a mi padre de algo gravísimo”, dice en la grabación. “Y lo más difícil de admitir es que sostuve esa acusación por más de diez años”.

En el mismo video, explicó que durante su infancia creció escuchando que su padre, Pablo Ghisoni, era una persona peligrosa, que les había hecho daño, y que él creyó todo lo que su madre le decía. “No fue una mentira inventada por mí. Fue una historia sostenida, repetida, impuesta por una figura adulta en la que confiaba plenamente: mi madre”, afirmó.

El testimonio motivó al fiscal Bettini Sansoni a presentar una denuncia formal contra Vázquez por los delitos de instigación a la comisión del delito de falso testimonio, falso testimonio calificado y asociación ilícita. La causa se radicó en Lomas de Zamora, y la investigación quedó a cargo de la fiscalía que hasta entonces había seguido la causa contra Ghisoni. En su dictamen, Bettini Sansoni sostuvo que no solo Tomás había sido manipulado por su madre, sino que existía la posibilidad de que Vázquez hubiera sido parte de una organización más amplia dedicada a facilitar denuncias falsas en disputas judiciales por tenencia.

La acusación contra Ghisoni, médico obstetra, se había presentado años antes, en 2016, cuando Tomás era menor de edad. La denuncia fue firmada por él y su hermano menor, con participación directa de su madre. Francisco, el mayor, no adhirió a la denuncia y sostuvo desde el inicio que su padre no era culpable. “Ella lo tenía todo planeado”, declaró años después, durante su testimonio ante el tribunal. Según su versión, la denuncia se activó justo cuando la Justicia ordenó la restitución de los menores con su padre.

Pablo Ghisoni en LN+

Pablo Ghisoni fue detenido en 2020. Pasó dos años y tres meses en una institución psiquiátrica bajo modalidad de prisión preventiva, y luego seis meses con prisión domiciliaria. “Durante todo ese tiempo, no se sumó ninguna prueba nueva”, declaró Ghisoni en una entrevista con LN+. “Y el fiscal decidió no acusar. Salí absuelto en 2023, pero los abogados de Vázquez apelaron ante la Cámara de Casación de La Plata”. Según consta en el expediente, esa apelación impidió que la sentencia quedara firme, pese a que el fallo absolutorio había sido confirmado por el tribunal oral y por la Cámara.

En ese mismo proceso judicial, un testigo aportó un dato clave: señaló la posible existencia de una estructura que brindaba asesoramiento legal a mujeres en procesos de divorcio conflictivo, con el objetivo de construir denuncias de abuso sexual infantil. Esa estructura —según la acusación fiscal— ofrecía pericias, informes psicológicos y herramientas discursivas para sustentar las denuncias en sede judicial. El testigo mencionó psicólogos, peritos y abogados vinculados a ONG, algunas de ellas con integrantes previamente sancionados o inhabilitados por falsear declaraciones en Cámara Gesell.

“Detrás de este caso podría haber un conjunto de personas, agrupaciones y profesionales pagos, relacionados con lo aquí denunciado”, afirmó el fiscal Bettini en su dictamen. En el mismo documento pidió la intervención del Asesor de Incapaces, de la Justicia de Familia y del Centro de Protección de la Niñez, ya que el hijo menor del matrimonio, I.G., vive actualmente con Vázquez.

En paralelo, el caso Ghisoni había tenido múltiples derivaciones. Según el propio médico, “durante seis meses los chicos quedaron desescolarizados porque ella tenía una perimetral en el colegio y no se podía acercar. Yo no podía hacer nada”. Añadió que, cuando finalmente quedó firme la resolución que ordenaba la restitución, “al día siguiente presentaron una denuncia de abuso sexual agravado por el vínculo”.

La acusación fue por “abuso sexual reiterado y corrupción de menores”. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Lomas de Zamora dictaron el veredicto absolutorio. La Cámara de Casación confirmó esa resolución. Pero, tras la apelación de la defensa de Vázquez, aún no se cerró definitivamente el proceso.

En la entrevista con LN+, Pablo Ghisoni relató: “Paralizó mi vida. Perdí dos hijos que no vi nunca más. Todo fue más o menos normal hasta que en 2016, en un régimen de visitas, ella le hace decir a uno de los chicos que yo le tiraba del pelo. Y desde ese día no los vi más”.

En su video, Tomás dijo: “Este tipo de acusaciones roban años, destruyen familias y siembran desconfianza en las voces que sí necesitan ser escuchadas”. Luego agregó: “Una ley que regule este tipo de denuncias no es una amenaza para las víctimas reales. Es una forma de cuidar la verdad”.

A la fecha, Vázquez no hizo declaraciones públicas tras la denuncia de su hijo. En sus redes sociales, no se refirió a la causa. Su última publicación en LinkedIn, fechada meses antes del video de Tomás, promovía el texto que había coescrito con Andrea Tuana sobre las prácticas de crueldad hacia niños y madres en contextos judiciales. En ese artículo, hablaban de “la madrectomía” como una forma de amputación institucional de la figura materna.

​ Es funcionaria de La Matanza y activista por los derechos de las mujeres; su caso ganó protagonismo porque uno de sus hijos la señaló como quien lo había impulsado a responsabilizar a su padre  Sociedad 

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