Actuó en Mi pobre angelito y puso una cláusula que lo hizo ganar millones de dólares: “No podían hacerlo sin mí”
Mi pobre angelito se estrenó en 1990 y rápidamente se convirtió en una de las películas más taquilleras de la década, además de un clásico navideño que sigue siendo relevante hasta hoy. Con su mezcla de comedia, travesuras y una entrañable historia de familia, logró cautivar a audiencias de todas las edades. El film, dirigido por Chris Columbus y protagonizado por un joven Macaulay Culkin, quien interpretó al famoso Kevin McCallister, se volvió un éxito absoluto y dejó una huella en la cultura popular. Ahora, más de tres décadas después, se dio a conocer la sorprendente cláusula que hizo poner en su contrato uno de sus actores, y que contribuyó a que ganara millones tras la secuela.
Una clausula que generó millones
Se trata de Daniel Stern, quien interpretó a Marv Murchins, integrante de los “Wet Bandits” (los “bandidos mojados”), junto a su compañero en el crimen Harry Lyme, interpretado por Joe Pesci. La dupla fue el motor de diversión tanto en Mi pobre angelito como en su secuela, Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York. El carismático dúo de ladrones torpes se convirtió en uno de los aspectos más memorables de la franquicia, y ahora, se reveló una cláusula clave en el contrato de este recordado actor.
Actuó en Mi pobre angelito y puso una cláusula que lo hizo ganar millones de dólares: “No podían hacerlo sin mí”
Stern, que ahora tiene 67 años, aseguró que casi no aceptó el papel en la primera película, que se estrenó en 1990. Esto ocurrió después de que el rodaje se ampliara de seis a ocho semanas, pero los 300.000 dólares que se le ofrecieron se mantuvieron sin cambios. Es decir: le pedían más tiempo por el mismo dinero, algo que no aceptó. Así, tras rechazar la película, los productores lo llamaron nuevamente porque no estaban conformes con su reemplazo, lo que finalmente permitió a Stern volver al proyecto y participar en uno de los mayores éxitos de taquilla de todos los tiempos.
Después de esto, Stern describió su partida (temporal) de la película como “una de las decisiones más estúpidas de mi vida en el mundo del espectáculo”.
El detalle en su contrato que lo hizo millonario
Luego del gran éxito, llegó la secuela titulada Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York y, a pesar de saber que había tenido suerte de no haber rechazado la película inicial, Stern también sabía que su valor como actor había aumentado considerablemente, sobre todo después de que Home Alone recaudara 500 millones de dólares en los cines de todo el mundo. Sin embargo, no estaba contento con los 600.000 dólares que le ofrecieron para la secuela, sobre todo al enterarse de que Joe Pesci estaba ganando hasta 3 millones de dólares.
Esta discrepancia lo llevó a distanciarse de su agente, quien le sugirió que aceptara una oferta mejorada de 800.000 dólares. En lugar de ello, Stern exigió 1,5 millones de dólares junto con el 2% de las ganancias brutas de la secuela. “Sabía que no podían hacer la película sin mí, pero también me sentía inseguro porque casi lo arruiné la primera vez”, explicó, además de que sumó: “No quería ser demasiado codicioso cuando me encantaba tanto la película y el papel”.
Finalmente, Stern consiguió sus 1,5 millones de dólares, pero el estudio llegó a un acuerdo sobre el porcentaje de ganancias, reduciéndolo al 1% en lugar del 2%. A pesar de ese recorte, el acuerdo fue un triunfo para él, quien supo negociar mejor sus condiciones gracias a su creciente popularidad y el éxito de la primera película.
Durante su exhibición, la secuela recaudó 359 millones de dólares en todo el mundo, lo que permitió a Stern llevarse 3,59 millones de dólares extra gracias al 1% de las ganancias. En términos de dinero actual, eso equivale a aproximadamente 8,07 millones de dólares en 2024.
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