“Abierto a trabajo”, pros y contras de mostrarnos disponibles​

Fue en junio de 2020 de LinkedIn lanzó la posibilidad de indicar en nuestros perfiles cuándo estamos buscando empleo, con un medio círculo verde alrededor de nuestra foto y con la leyenda #opentowork, millones de personas encontraron una manera de enfrentar una consecuencia inmediata de la pandemia que fueron despidos masivos, freno en las contrataciones y un mercado laboral más incierto.

Las claves para atraer y retener talentos en tiempos de crisis

Cuando se trata de contrataciones laborales, entramos en una dinámica de poder, en una danza de necesidades que necesitan ser satisfechas. Tanto quienes buscan trabajo, como quienes buscan talento quieren que el proceso sea lo más corto, simple y eficiente posible. Pero no todo el mundo toma a esta etiqueta de la misma manera. Y además hay que saltar el prejuicio instalado en el mundo laboral de que “los mejores talentos no están buscando trabajo, porque ya lo tienen”. No creo que sea siempre así. Conozco al menos cuatro experimentados profesionales repensando sus próximos pasos de carrera, sin empleo actual.

Entre los pros de usarlo están que se incrementa nuestra visibilidad en la red, se generan otras oportunidades de networking y que da transparencia a la búsqueda. Según LinkedIn, más de 33 millones de usuarios lo usan en la actualidad. Si bien no cuentan con estadísticas acerca de qué cantidad de propuestas de trabajo genera, sí saben que quienes lo tienen reciben el doble de mensajes de reclutadores y un 20% más de mensajes de contactos de la red ofreciendo o señalando oportunidades de empleo abiertas de las que están al tanto. “Cuando salió nos sorprendió a quienes utilizamos métodos de reclutamiento cuidadosos y más puntuales. Quizás no sea la ideal para puestos jerárquicos, pero la digitalización y globalización del trabajo hace que los profesionales trabajen más por proyectos, multiempresa y que haya más agilidad en el salto de una posibilidad laboral a la otra. Las áreas de recursos humanos ya lo han internalizado, permite invertir mejor el tiempo y ser más asertivos con candidatos que sí están interesados en escuchar propuestas”, explica Carla Cantisani, directora de Servicios, Calidad y Transformación de la firma reclutadora Adecco.

Dentro de las contras, se encuentran el estigma de parecer “desesperado”, el potencial riesgo de ser contactado por organizaciones fraudulentas y recibir conexiones indeseadas. Como cada herramienta, puede ser bien o mal usada. Una de las razones por las que no me convence, es que le quita el foco a nuestra propuesta única de valor y se lo pone a la condición (temporal) de desempleo. Antes de usarlo, intentaría aumentar los posteos que aporten valor a la red, que muestren el impacto de mis trabajos pasados y generaría muchas más conversaciones genuinas y periódicas con contactos interesantes. Y de usarlo, lo acompañaría con un buen texto que cuente en profundidad las razones de esa apertura a nuevos rumbos con foco en el valor que podemos obtener de trabajar juntos.

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