Escalofriante denuncia: investigan en Italia si existieron “safaris humanos” durante el sitio de Sarajevo
ROMA.- Luego de una denuncia que presentó un escritor, la fiscalía de Milán comenzó a investigar el presunto “safari humano” que algunos italianos, fanáticos de las armas, habrían protagonizado yendo en viajes organizados a Sarajevo para divertirse como francotiradores de fin de semana.
Esta red de turistas de guerra les pagaba a los serbios sumas ingentes -entre 80 y 100 mil euros- para ir a matar seres humanos. Y la tarifa era más cara si se disparaba contra niños.
El sitio de Sarajevo, entre 1992 y 1996, fue el más largo de la historia moderna, y causó más de 11.000 muertos -1601 niños-, la mayoría civiles.
Fue la inteligencia bosnia, a fines de 1993, que les advirtió a sus colegas del Sismi (el servicio de inteligencia militar italiano) sobre la presencia de al menos cinco italianos que se encontraban en las colinas alrededor de Sarajevo, acompañados, para dispararles a civiles, reveló el diario La Repubblica.
Aunque podría ser mucho mayor el número de “francotiradores de fin de semana” italianos, que pagaron para tirarles a civiles indefensos durante el asedio a la capital de Bosnia.
Así lo denunció el escritor italiano Ezio Gavazzeni, con la colaboración de los abogados Nicola Brigidia y Guido Salvini, que, aportando pruebas, logró la apertura de una investigación de la fiscalía de Milán por homicidio voluntario, agravado por motivos abyectos y crueldad.
El fiscal Alessandro Gobbis apunta ahora a dar con esos “turistas de guerra”, dispuestos a pagar para ir a jugar a la guerra y a matar inocentes, para divertirse.
Fiel reflejo del espanto, los fanáticos pagaban más, según testigos, para poder dispararle a chicos.
Entre los participantes del safari humano, habría personas de Milán, pero también de otras regiones del norte como Piamonte y el Véneto.
¿El perfil de los “soldados del week-end”? Simpatizantes de extrema derecha, apasionados de las armas o de la caza, adinerados y en busca de adrenalina.
La fiscalía ya tiene una lista de testigos para llamar a declarar. Entre ellos, el ex militar de la inteligencia bosnia que se enteró por un soldado serbio capturado del terrible negocio.
Este incluía el transporte desde Trieste, en avión, de los “cazadores” de hombres, hasta Belgrado (Serbia), donde aterrizaban con un avión de la compañía Aviogenex y, después, el traslado hasta las colinas que rodean Sarajevo.
En sus 17 páginas, la denuncia habla de “un hombre de Turín, uno de Milán y otro de Trieste”.
“Uno de los francotiradores italianos identificados en las colinas de Sarajevo en 1993, objeto de la señalación al Sismi, era de Milán y dueño de una clínica privada especializada en cirugías estéticas”, añade el documento, siempre según La Repubblica.
El fiscal también podría llamar a declarar al cineasta esloveno Miran Zupanic, que en un documental titulado nada menos que “Sarajevo Safari”, relató este horror.
Ese documental fue el que llevó al escritor italiano Ezio Gazzeni, junto a dos abogados y a la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karic, a presentar una denuncia.
En una entrevista con La Repubblica, Gazzeni explicó que nunca tuvo ningún tipo de relación directa con la guerra en la ex Yugolsavia. Sino que su deseo de buscar la verdad surgió tras leer algunos artículos sobre supuestos “francotiradores turistas” y no soldados, en las colinas de Sarajevo y ver el documental antes citado.
“En la denuncia que presentamos sólo hay un destilado de lo que se sabe, una mínima parte”, aseguró.
“Esta investigación destapa una parte de la sociedad que oculta su verdad debajo de la alfombra, una sociedad que vive de la apariencia”, dijo Gazzeni, indignado.
“Hablamos de gente de dinero, de buena reputación, empresarios, que durante el sitio de Sarajevo pagaba para poder matar a civiles indefensos. Salían de Trieste para la caza humana y después volvían y seguían haciendo la vida de siempre, respetable ante los ojos de los demás. Gente con pasión de las armas, que prefiere irse a la cama con un fusil, con dinero y contactos justos de facilitadores entre Italia y Serbia. Es la indiferencia del mal: convertirse en Dios y mantenerse impunes”, denunció.
El escritor, de 66 años, confirmó que los servicios secretos italianos estaban al tanto del “safari humano”.
“Sí, mi fuente, E.S., ex 007 bosnio, dice que el Sismi sabía y que intervino. En el territorio había una misión de Unprofor, a la que Italia contribuía con la mayor parte de soldados y los italianos tenían una sección del Sismi en Sarajevo. Sabemos que hay una carpeta sobre los turistas de guerra. Que eran, al menos, un centenar”, calculó.
Si bien en Bosnia nadie quiso ocuparse del tema porque hay problemas aún graves que resolver, Gavazzeni espera que la investigación logre atrapar a alguno de los francotiradores italianos.
El cónsul bosnio en Milán, Dag Dumrukcic, aseguró la total colaboración de su gobierno a la investigación. La fiscalía pidió actas del Tribunal Penal Internacional de La Haya para la ex Yugoslavia (1993-2017), en las que un exbombero estadounidense, que se encontraba en la Sarajevo bajo sitio, también habría hablado de “francotiradores turistas”.
El caso presentado por un fotógrafo a la fiscalía de Milán se remonta a una serie de crímenes cometidos en la década de 1990 El Mundo


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