Milei ¿ganó o perdió la elección de medio período?​

La pregunta le puede resultar ridícula a cualquier persona que vivió en la Argentina el pasado 26 de octubre, pero no a cualquier marciano que, llegado a nuestro país el pasado fin de semana, se puso a leer las columnas políticas en busca de información. A pesar de lo cual, como bien aprendí de Guillermo Lladó, “las vacas no vuelan, así que, cuando escuchás decir que las vacas vuelan, no mires al Cielo, porque no estás aprendiendo algo de las vacas, sino de quien dijo esa tontería”.

Ante todo, una digresión numérica. Un observador de la realidad puntualizó que en la reciente elección de medio período la distancia entre La Libertad Avanza (LLA) y Fuerza Patria (FP) no fue de 9 puntos porcentuales (una enormidad), sino de 17 (en números redondos, 41% a 24%). Lo que ocurre es que la autoridad electoral comparó LLA con FP y afines. Esto no modifica la futura composición de las Cámaras de Diputados y Senadores, pero sugiere que, si se hubiera tratado de una elección presidencial, el oficialismo habría ganado en primera vuelta.

Desde el punto de vista decisorio, la clave está en que el Poder Ejecutivo Nacional puede decidir sin apuro, y no en un contexto de desesperación o contra las cuerdas. Así debe entenderse el reemplazo de los ministros Gerardo Werthein, Guillermo Francos y Lisandro Catalán, por Pablo Quirno, Manuel Adorni y Diego Santilli, respectivamente. Junto a los obligados reemplazos de Bullrich y Petri, quienes acceden al Congreso.

Lo que digo en el plano de la integración del gabinete también es cierto en el de la política económica. Las reformas laboral e impositiva, que necesitan pasar del plano conceptual al operativo, se convertirán en proyectos de ley específicos que el Ejecutivo enviará al Legislativo a partir del 10 de diciembre.

Milei-Caputo-Bausili no tiraron a la basura la obra de Milton Friedman, pero decidieron contestar el aumento de la demanda de pesos, producto del alivio que generaron las urnas, en la compra de dólares y la flexibilización del cálculo de los encajes. En otros términos, el cambio en las circunstancias fue aprovechado para cambiar la política monetaria; mientras dure el cambio y en la medida en que dure. ¡Pero no se emite para financiar el déficit fiscal! Por ahora, es difícil pensar que una institución financiera venderá dólares para recomprarlos porque sí; la velocidad con la cual esto se transformará en aumento del crédito, se verá.

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