Se define el rol de Santiago Caputo en el Gabinete en medio de una negociación intensa con los Milei
La crisis en el Gabinete de Javier Milei se precipitó de manera vertiginosa en las últimas horas. Después de que se confirmara que Manuel Adorni reemplazará a Guillermo Francos al frente de la jefatura de ministros, el Presidente define el rol que tendrá Santiago Caputo, su principal asesor, en la nueva estructura de poder.
El desembarco de Caputo en el elenco de ministros de Milei provoca intrigas en la Casa Rosada. Todo indica que el consultor asumirá el puesto que dejó vacante Lisandro Catalán, alter ego de Francos, en el Ministerio del Interior, pero aún no están cerradas las conversaciones en torno al diseño que tendrá el cargo de Caputo, hoy prestador de servicios como monotributista. Es decir, el jefe del Estado y su hermana, Karina Milei, aún no acordaron con el asesor multifunción del Gobierno cuáles serán las áreas que absorberá en su cartera. Hasta ahora, el ministro de Interior maneja en los papeles el vínculo con las provincias y tiene bajo su órbita el Renaper o Migraciones.
No obstante, Caputo tendría facultades ampliadas y sumaría otras áreas para incrementar su influencia a la hora de negociar con los gobernadores. Por ejemplo, tomó fuerza la versión de que tendría el control de transporte, vialidad y energía. La mayoría de esos “ravioles” fueron absorbidos por Luis “Toto” Caputo (Economía) cuando Milei echó al fallecido empresario Guillermo Ferraro y eliminó el ministerio de Infraestructura. En los despachos oficiales especulan con que podría tener una arquitectura similar a la cartera del Interior que manejó Carlos Corach durante el segundo mandato de Carlos Menem.
Caputo optó por un silencio estratégico a sabiendas de que la negociación con los Milei no es nada sencilla. Las milicias digitales de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación militante liderada por Agustín Romo y Daniel Parisini, que rinde culto a Caputo, tampoco se expresaron respecto de la salida de Francos o la promoción de Adorni. El “triángulo de hierro” vuelve a crujir.
“Hay que esperar. Veremos”, responden allegados al asesor. En concreto, Caputo quiere garantías de que se unificará la conducción político. En otras palabras: quiere saber si será el interlocutor validado por Milei para lograr acuerdos con los gobernadores y el conductor habilitado para llevar adelante la agenda política de la administración en la nueva fase de LLA. A sabiendas de que quedan dos años de mandato, los colaboradores de Caputo apuestan a que la gestión tenga otra dinámica. Admiten que el actual diseño del Gobierno impide avanzar. “A Santiago no lo convence la idea, porque vuelve a estar en la misma situación de ahora. Va a tener arriba a Adorni, a Karina y a Martín Menem. ¿Cuánto van a durar sin chocar?”, remarca un interlocutor habitual de Caputo. ¿Acaso prefería que Cristian Ritondo se quedara con la presidencia de Diputados?
También es una incógnita si Caputo logrará colocar a Santiago Amerio, secretario de Justicia y hombre de su confianza, como el sucesor de Mariano Cúneo Libarona. La situación de Cúneo Libarona es difusa. Había pedido correrse de la gestión antes de las elecciones legislativas del domingo pasado, pero Milei le pidió que se quedara hasta febrero. De esa forma, el Presidente frenaba la puja interna entre Caputo y su hermana por la designación del sucesor de Cúneo Libarona en Justicia. Es sabido que Amerio tiene amplias funciones desde su secretaria y prácticamente controla los hilos de la cartera sin ser ministro. No obstante, desde un sector de LLA dejaron correr la versión respecto de un posible ofrecimiento a Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, para que se quede con el cargo. Montenegro es un dirigente de Pro que no responde a la jefatura de Macri y que tiene llegada a Caputo. “Sin comentarios”, respondieron a LA NACION desde el entorno de Cúneo Libarona, cuya continuidad volvió a quedar en duda.
A propósito de la Justicia, a Mauricio Macri, quien criticó este sábado con dureza la designación de Adorni y advirtió sobre la puja interna de poder en LLA, llegó a la última cumbre con Milei en Olivos muy disgustado por los “rumores” que llegaron a sus oídos respecto de una presunta intención del Gobierno de reflotar el proyecto para ampliar la composición de la Corte Suprema. ¿Teme que Milei insista con la candidatura del juez federal Ariel Lijo cuando cambie la composición del Senado? En el macrismo están alertas frente a un eventual diálogo entre el Gobierno y el kirchnerismo por la integración del máximo tribunal y la procuración general de la Nación. “Mantenemos la preocupación institucional; el Gobierno tiene una tendencia casi autodescructiva”, señala un consejero de Macri.
La definición en torno a Caputo no debería dilatarse mucho más, según coinciden en la Casa Rosada. Es que el Presidente prevé convocar a sesiones extraordinarias, por lo que el nuevo ministro del Interior requerirá un tiempo razonable para asumir y presentarse de manera oficial como el nuevo interlocutor con los gobernadores y la oposición dialoguista. “Santiago no está aceptando, por algo es”, comenta un dirigente que conoce al dedillo la galaxia de internas de LLA.
Hasta ahora, Caputo se resistía a dejar el lugar de “monje” en las sombras. Si bien tiene un contrato de asesor, tiene injerencia en las áreas más sensibles del Estado. Sus tentáculos llegan a casi todos los rincones de poder de la gestión de Milei. Sus leales manejan o influyen en la SIDE, ARCA, el Ministerio de Salud, las comunicaciones o en el manejo de las empresas públicas.
Con la impensada victoria electoral del domingo, Karina Milei ratificó su centralidad en el Gobierno. En la previa de los comicios, los lugartenientes de Caputo se alistaban para rearmarse políticamente y sumar más poder. La renuncia del canciller Gerardo Werthein, que había sido blanco de los cuestionamientos de Las Fuerzas del Cielo, y la negociación con el gobierno de Donald Trump para conseguir el salvataje financiero que le dio aire a Milei para frenar la crisis cambiaria los había envalentonado. Sin embargo, Karina Milei volvió a actuar como la “dama de hierro” de LLA cuando se conocieron los resultados de las legislativas del domingo.
De inmediato, la hermana del Presidente volvió a exhibirse implacable. Si bien ya había avalado la designación de Pablo Quirno como sucesor de Werthein, aceleró la jugada para colocar a Adorni como jefe de Gabinete y desplazar a Francos. En las huestes de Caputo presumieron que el vocero presidencial ya había acordado con los Milei que tendría un ascenso cuando aceptó ponerse al frente de la boleta de legisladores porteños de LLA en mayo pasado. Esa opción nunca lo entusiasmó demasiado a Adorni.
Quienes conocen a Caputo insisten en que no le interesa ocupar un cargo formal y niegan que haya intentado posicionarse para la jefatura de Gabinete. “Se hubiera quedado con ese lugar cuando se fue [Nicolás] Posse”, señalan fuentes de LLA.
Con el relanzamiento del Gobierno de Milei, el asesor todoterreno y sus laderos fieles presionaron para que el Presidente defina una nueva hoja de ruta para conseguir la aprobación de reformas estructurales y garantizar la gobernabilidad. Es sabido que objetaron la estrategia electoral desplegada por Karina Milei y los Menem, sobre todo, porque complicó la relación con las provincias y derivó en cimbronazos económicos y cambiaros. Es más: insisten en que, pese al triunfo electoral, hubo errores y deficiencias en el armado y en la selección de los candidatos de LLA. “Primó otra cosa”, evalúan los “celestiales”.
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