Qué tanto valor pierden los autos chinos con el tiempo, según un análisis internacional
El impacto a nivel global que representaron los autos chinos en los últimos años todavía genera repercusiones y análisis en los diferentes mercados automotores del mundo. Estas marcas dejaron atrás los tiempos en los que solo buscaban ser una opción atractiva por el precio y ahora buscan competir desde la seguridad y la tecnología, incluso avanzando con fuerza en sus unidades premium de negocio.
Producto de sus bajos costos y la impresionante capacidad de volumen de producción, fueron ingresando a múltiples mercados a fuerza de soportar pérdidas por un determinado período de tiempo para luego hacerse con una parte de la participación total en ventas globales.
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En los países con un sector automotor más volcado a la importación se volvieron líderes, mientras que en aquellos con una cultura industrial automotriz más fuerte (como es el caso de la Argentina), su ingreso fue paulatino, con menos volumen.
Uno de los países europeos con mayor adopción de los vehículos chinos fue España, donde cuentan con un 9,5% de cuota de mercado (en nuestro país se ubican cerca del 2,5%) y en el que seis marcas concentran más del 94% de las ventas: MG, BYD, Omoda, Jaecoo, Ebro y Leapmotor.
Ante esta tendencia, Granvan, la organización de la distribución (venta y reparación) de vehículos en España, realizó un estudio para determinar cómo se comportan los precios de los modelos chinos con el paso del tiempo —es decir, de cuánto es su depreciación— frente a los de las compañías generalistas y de lujo.
El informe determinó que teniendo en cuenta todas las motorizaciones y ponderando su peso en las ventas, un vehículo chino conserva de media el 60,7% de su valor inicial pasados los tres años frente al 65,5% de las marcas generalistas. La entidad llegó a esta conclusión utilizando el índice GANVAM-DAT, que es la referencia oficial en España del valor de los vehículos usados en los canales de venta, financieras, aseguradoras o administraciones públicas, entre otras entidades.
Dentro del tipo de vehículo que más comercializan en el país europeo se encuentran los nafteros convencionales, a pesar de las automotrices chinas son líderes en los modelos eléctricos y cuentan con una amplia gama de productos electrificados.
En concreto, el 38% de sus ventas con vehículos que equipan impulsores tradicionales, seguido de los híbridos enchufables, que representan el 27% y de los eléctricos puros, un 17%. Sin embargo, el estudio aclara que los híbridos no enchufables chinos, aunque representen el 17% de sus ventas, apenas representan el 3,9% del mercado total en España, lo que evidencia “el buen posicionamiento de las marcas europeas en esta motorización”, según explican.
A pesar de la mencionada levemente menor capacidad de conservación de valor de los vehículos de China frente a las marcas tradicionales, desde la organización ponen en consideración que muchos de estos vehículos son eléctricos: “La rápida evolución de la tecnología eléctrica y una reducción progresiva del precio de los eléctricos nuevos en los últimos años ejerce una presión adicional que empuja a la baja el valor de los modelos chinos en el mercado de segunda mano”, detallaron.
Cabe aclarar que para el análisis la entidad no se basó en el lugar de fabricación, sino en la procedencia corporativa y la identidad comercial de las marcas, al ser “los factores que realmente determinan su reconocimiento en el mercado, su estrategia de expansión internacional y su impacto en la estructura competitiva del sector automovilístico”.
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