La paciencia
 
			El concurso comenzó a organizarse en el verano de 1945, con el horror de la Segunda Guerra terriblemente vivo. En esos días, entre la destrucción y el rezago del miedo, el foco de las participantes no debe haber estado demasiado lejos del que desvelaría a todas las que siguieron, desde aquel año hasta nuestros días. Cabello, maquillaje, manicura; algún que otro rulero, equilibrio sobre tacos, atención al pliegue, caída y revoleo de tal o cual prenda: la corona de Miss Gran Bretaña fue –y es aún hoy, en su 80° aniversario– el gran objeto de deseo de las mujeres que, como estas chicas retratadas en Leicester, Inglaterra, sueñan con llegar al podio. En la foto hay varios ejes pero quizás el más distintivo sea el de la paciencia. Vean sino a la rubia que, de frente y con la mirada suspendida vaya a saberse en qué ensoñación, entrega sus bucles al meticuloso trabajo de la peinadora.
 El concurso comenzó a organizarse en el verano de 1945, con el horror de la Segunda Guerra terriblemente vivo. En esos días, entre la destrucción y el rezago del miedo, el foco de las participantes no debe haber estado demasiado lejos del que desvelaría a todas las que siguieron, desde aquel año hasta nuestros días. Cabello, maquillaje, manicura; algún que otro rulero, equilibrio sobre tacos, atención al pliegue, caída y revoleo de tal o cual prenda: la corona de Miss Gran Bretaña fue –y es aún hoy, en su 80° aniversario– el gran objeto de deseo de las mujeres que, como estas chicas retratadas en Leicester, Inglaterra, sueñan con llegar al podio. En la foto hay varios ejes pero quizás el más distintivo sea el de la paciencia. Vean sino a la rubia que, de frente y con la mirada suspendida vaya a saberse en qué ensoñación, entrega sus bucles al meticuloso trabajo de la peinadora. Cultura


 
                                 
                                 
                                
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