Lanús llegó a la final de la Copa Sudamericana por la magia de Marcelino y el olfato goleador de Castillo
 
			Emocionó Lanús, por la entrega, por cada defensa heroica pero también por el fútbol de dos futbolistas que, el día que Diego Maradona cumpliría 65 años, le hicieron honor con una gran jugada que le dio el pasaje a la final de la Copa Sudamericana para medirse contra el Atlético Mineiro de Jorge Sampaoli. Y a doce años de aquella conquista de la Sudamericana 2013 de la mano de los Mellizos Barros Schelotto quiere repetir el festejo. El Titán Castillo, cada vez más parecido a Palermo por olfato y despliegue, por optimismo, hizo el único tanto luego de una acción genial de Marcelino Moreno, el mago que es capaz de sacar un conejo de la galera y sorprender con una jugada única.
El clima estaba expectante. Desde las 17.11, que el plantel salió a reconocer el campo de juego, los jugadores chilenos recibieron los primeros insultos. El plantel granate fue recibido con fuegos artificiales y el Laucha Acosta, el ídolo con mayor cantidad de partidos jugados, arengaba desde una de las ventanas del micro.
Pasaron 71 días desde que el 20 de agosto estos mismos futbolistas de la entidad chilena veían desde el campo de juego de la cancha de Independiente cómo sus hinchas se trenzaban en una feroz pelea con los simpatizantes del Rojo. La suspensión terminó en descalificación para el conjunto argentino y una sanción económica y deportiva para los dirigidos por Gustavo Álvarez. Por eso no extrañaron los cuidados especiales en las adyacencias del estadio, pese a la prohibición de los hinchas chilenos de ni siquiera acercarse a las inmediaciones de La Fortaleza. Incluso ya dentro del estadio sonó fuerte el “el que no salta es un traidor”, dirigido a los chilenos por lo que se hizo viral en las redes horas antes con algunas publicaciones repudiables sobre la Guerra de Malvinas. Hasta en el sector de prensa se evitó que los medios chilenos se ubiquen en los pupitres que están pegados a la tribuna local. Pero la tensión se notó.
Si faltaba algo para aumentarle los voltios al partido fue el gol anulado por VAR a Marcelino Moreno por posición adelantada, a los 11 minutos. Lanús estaba impreciso en el medio campo, sobre todo desde los pies de Salvio y Medina. Castillo les sacaba chispas a los duelos cuerpo a cuerpo, pero estaba en desventaja, solo contra la línea de 3 centrales de Hormazábal, Calderón y Zaldivia. Los dirigidos por Álvarez eran más prolijos en el juego corto y buscaban sobre todo atacar por el sector izquierdo, con el carrilero Salomoni. Pero la llave de Lanús parecía estar ahí, a la espalda del stopper Zaldivia. Por ahí se había filtrado Moreno y después Castillo, en una acción que por poco no fue gol.
En el segundo tiempo Lanús tuvo cinco minutos de furia: generó la situación más clara con un taco de Carrera para Marcelino (la devolución de la pared interna) y el remate de Castillo fue rechazado por Castellón; el 9 tuvo otra que finalizó en el córner. En la primera llegada de la U, Salomoni convirtió el 1-0, pero la acción fue anulada por el VAR por posición adelantada previa de Di Yorio.
La jugada descomunal del partido se generó a los 17, Marcelino Moreno metió una aceleración y gambetas desde la mitad de la cancha y asistió a Castillo que, tras dejar en el camino al arquero definió con el arco libre. Golazo.
El 14 de diciembre de 2024 Mauricio Pellegrino era anunciado como el nuevo DT de Lanús. Serio, trabajador, quizás a veces demasiado esquemático desde los sistemas y a la hora de hacer modificaciones, pero estudioso de cada rival y contexto, y muy respetado en todos los lugares donde trabajó. Nunca se le conoció alguna frase fuera de lugar y tampoco suele hacer demasiados gestos durante los partidos. No grita los goles, o lo hace con ‘delay’. La procesión va por dentro. Su ciclo arrancó con miradas intrigantes y no del todo optimistas, sin mucho feeling. En un instante arrancó, más con resultados que un funcionamiento sostenido, pero llegó a la final de la Copa Sudamericana sin que nadie le regale nada y con argumentos para sostenerse en ese lugar de privilegio e, incluso, ir por más. Coronar el trabajo con una vuelta olímpica.
El equipo empezó a salir casi de memoria, más allá de algunos retoques por lesiones y de recambios para afrontar el Clausura y el certamen internacional. Se apoyó en un esquema 4-2-3-1 que más de una vez se modificó a una línea de 5 (como en ambos finales de los encuentros ante la U) para eventuales circunstancias. Y si bien no es un equipo que se caracterice por hacer muchos goles, encuentra en su bloque ofensivo a los futbolistas con mejor entendimiento entre ellos, a la hora de generar una triangulación: Eduardo Salvio, Moreno, Ramiro Carrera y sobre todo Castillo, que vino con expectativas desde Gimnasia, pero sorprendió gratamente con 9 festejos en 20 partidos.
El gran golpe de la gestión Pellegrino era haber eliminado al poderoso Fluminense en el Maracaná, pero ahora lo superó. El golazo de Dylan Aquino para el 1-1 le dio el boleto a la semifinal con la estrategia del DT. “Ellos arriesgaban mucho en dar el paso adelante y jugar con el fuera de juego y ahí creo que vinieron nuestras oportunidades, con los espacios, con la pared del gol, con cambios de orientación, jugar con la desesperación del adversario”, había explicado desde el plan de acción. Y Lanús, si bien suele protagonizar y buscar ser ofensivo, se siente más cómodo cuando tiene espacios amplios por delante para atacar. Así le anotó los dos goles a la U en el 2-2 como visitante y… el 1-0 de Castillo en el Sur.
Lo mejor del partido
En el partido 46 de Mauricio Pellegrino como DT de Lanús, el equipo jugó con el corazón y se regaló llegar a una final internacional. Su ciclo fue en crecimiento, está en la puerta de ganar un título internacional y todavía mantiene las chances intactas en el torneo Clausura. La gente de Lanús se fue feliz, gritando como gol el toque de Castillo a la red pero también cada rechazo final de cabeza de Izquierdoz y Canale. El plantel y el pueblo granate se fueron a festejar por las calles. Ya tendrán tiempo de pensar en la final.
 El equipo de Pellegrino fue superior y ahora definirá la final con el Atlético Mineiro por la Copa Sudamericana Fútbol


 
                                 
                                
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