Diputados. El oficialismo superará el centenar de bancas con sus aliados de Pro y aspira a convertirse en primera fuerza
Los batacazos electorales de La Libertad Avanza en los principales distritos del país moldearán una Cámara de Diputados muy distinta a la actual. Contrario a todas las previsiones, el oficialismo, hoy en minoría, podría convertirse en la primera fuerza del cuerpo junto a sus socios de Pro y de la UCR a partir del 10 de diciembre próximo. Un resultado que ni siquiera los libertarios más optimistas aventuraban y que se explica, en buena parte, por el fracaso de Provincias Unidas en quebrar la polarización entre LLA y el kirchnerismo.
El triunfo fue tal que la tropa violeta más que duplicará su representación con la próxima renovación parlamentaria (tendrá 80 bancas propias), aunque no alcanzará por sí sola el tercio del cuerpo (86 legisladores) que necesita para blindar los vetos presidenciales a las leyes opositoras. Solo llegará a ese tercio –y lo excederá ampliamente- con sus aliados electorales de Pro y de la UCR, cuyos bloques quedarán más reducidos pero entre las dos aportarán una treintena de bancas al oficialismo. Siempre y cuando no surjan fisuras entre ellas.
Si se suman las tres fuerzas en los distritos donde compitieron juntas, el oficialismo y sus aliados reunirían alrededor de 110 bancas. Un crecimiento por demás importante pero todavía lejos del quorum propio (129 diputados). Ergo, el Gobierno estará forzado a negociar con otras bancadas, particularmente aquellas que responden a gobernadores, las reformas estructurales todavía pendientes que le reclama el Tesoro de los Estados Unidos y el FMI para la segunda etapa del gobierno libertario
En términos numéricos, el resultado electoral permite avizorar que el hemiciclo de la Cámara baja quedará dividido en dos grandes sectores con la renovación parlamentaria: de un lado se instalará, más fortalecida, La Libertad Avanza con sus aliados de Pro y UCR, aunque por ahora no hay decisión de articular un interbloque.
Del otro lado se plantará Fuerza Patria, que tendrá un bloque similar al actual con 99 integrantes. A duras penas cosechó 47 bancas -renovaba 46- gracias a sus triunfos en seis distritos, donde ratificó su dominio: Formosa, Tucumán, Catamarca, San Juan, Santa Cruz y La Pampa, aunque por márgenes menores a lo esperado.
En el medio de ambos polos quedarán, más diluidas en virtud de la polarización entre LLA y Frente Patria, las terceras fuerzas. El debut de Provincias Unidas –que aglutina a los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Corrientes, Santa Cruz y Chubut- fue peor del esperado. Salvo en Corrientes, perdió en todas las provincias donde competía, una derrota de catástrofe que el oficialismo fue el primero en capitalizar para engrosar su tropa.
Así las cosas, contra sus expectativas, este espacio tendrá 8 bancas a partir de diciembre próximo; es probable que estrechen filas con el puñado de diputados al que quedará reducido Encuentro Federal, que conduce Miguel Pichetto, con la próxima renovación parlamentaria. Podrían sumar unas 16 bancas.
En rigor, fueron pocos los gobernadores que pudieron salvar la ropa en estas elecciones, lo que le abre al oficialismo un escenario por demás auspicioso para negociar las leyes que se vienen. Con el envión anímico del triunfo, buscará meter una cuña en Provincias Unidas y restablecer alianzas con las provincias más dialoguistas, las cuales descuidó en el último tiempo por las rivalidades electorales.
Principales provincias
El epicentro del triunfo libertario fue, sin dudas, Buenos Aires, el distrito que más bancas aporta (35). En una ajustada elección con Frente Patria, la nómina encabezada por Diego Santilli (Pro) cosechó 17 escaños -cinco de ellos amarillos- y aventajó por apenas uno al kirchnerismo, cuya nómina lidera Jorge Taiana. Tercero en discordia fue la izquierda: de la mano de Nicolás del Caño se llevó dos bancas.
La polarización entre ambos espacios fue tal que las terceras fuerzas quedaron diluidas: Florencio Randazzo, quien se postulaba por Provincias Unidas, no pudo renovar su banca; tampoco Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, pese a contar con el apoyo del radicalismo bonaerense.
En la Ciudad de Buenos Aires, el fenómeno de la polarización también amenazó a las terceras fuerzas. La Libertad Avanza, con Alejandro Fargosi a la cabeza, se alzó con 7 de las 13 bancas en juego; de esa cosecha, dos pertenecen a Pro.
El Frente Patria, en una elección mejor a la esperada, se llevó cuatro bancas de la mano del actual diputado Itai Hagman; también arañó un escaño Martín Lousteau (Ciudadanos Unidos), presidente de la UCR, y Myriam Bregman (Izquierda). En el camino se quedaron Ricardo López Murphy y Facundo Manes, quienes aspiraban a renovar su banca, y Hernán Reyes, de la Coalición Cívica. El partido que lidera Elisa Carrió quedará reducido, con la próxima renovación parlamentaria, a solo dos diputados.
En Santa Fe y Córdoba la nota la dio la dura derrota de Provincias Unidas: el gobernador santafecino Maximiliano Pullaro salió tercero en su distrito y se llevó solo 2 de las 9 bancas en juego. Allí se impusieron los libertarios, que se alzaron con 4 bancas de la mano del joven Agustín Pellegrini, mientras que Frente Patria obtuvo 3 con Caren Tepp como figura.
En Córdoba la derrota de Juan Schiaretti frente a La Libertad Avanza, encabezada por Gonzalo Roca, fue contundente. Los libertarios se alzarán con 5 de las 9 bancas; Provincias Unidas se llevará solo 3 mientras que el escaño restante será para la peronista Natalia De la Sota, actual diputada y clave en la derrota del schiarettismo en la Docta.
El bloque de LLA duplicará su representación a partir de diciembre; Fuerza Patria renovó sus bancas en juego y mantendrá su caudal; los libertarios, todavía lejos del quorum, necesitarán negociar con terceras fuerzas Política


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