Al rescate
Ellos las rescatan del barro como, a veces, otros las rescatan del fluir de la nube digital. A casi un año de la inundación que provocó la muerte de más de 230 personas en Valencia, estudiantes de la Universidad de Bellas Artes están restaurando fotografías familiares dañadas en aquellos trágicos días. Recuperan y restauran fragmentos de papel donde cada quien ancla algo así como una parte del alma. Mientras, otra inundación, la del fárrago digital, desborda de imágenes; no hay acción de la vida cotidiana que no tenga su doble hecho de píxeles. Pero de toda esa marea cada tanto elegimos una foto y la hacemos papel. De esos fragmentos –sonrisas, primeros pasos, algún atardecer, ciertas despedidas– están hechas las pequeñas memorias de la gente común: frágiles como el tiempo evanescente que las constituye, resistentes como la búsqueda del sentido.
Ellos las rescatan del barro como, a veces, otros las rescatan del fluir de la nube digital. A casi un año de la inundación que provocó la muerte de más de 230 personas en Valencia, estudiantes de la Universidad de Bellas Artes están restaurando fotografías familiares dañadas en aquellos trágicos días. Recuperan y restauran fragmentos de papel donde cada quien ancla algo así como una parte del alma. Mientras, otra inundación, la del fárrago digital, desborda de imágenes; no hay acción de la vida cotidiana que no tenga su doble hecho de píxeles. Pero de toda esa marea cada tanto elegimos una foto y la hacemos papel. De esos fragmentos –sonrisas, primeros pasos, algún atardecer, ciertas despedidas– están hechas las pequeñas memorias de la gente común: frágiles como el tiempo evanescente que las constituye, resistentes como la búsqueda del sentido. Cultura


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