El desafío de disimular las ausencias del Sub 20, la tarea de Placente rumbo a las semifinales del Mundial​

Los mundiales Sub 20, al igual que los torneos sudamericanos, son desafíos para los juveniles y un rompecabezas para los entrenadores. El reto para los que comandan la misión empieza antes de confeccionar la lista de futbolistas que representan a la selección: desde las múltiples negativas de los clubes para ceder a los jugadores, porque la competencia no está incluida en el calendario de la FIFA, a afrontar la seguidilla de juegos sin padecer lesiones ni suspensiones, ya que el plantel tiene 18 piezas de campo y tres arqueros.

La Argentina se clasificó para disputar las semifinales de la Copa del Mundo de Chile 2025 y ante Colombia, pasado mañana, desde las 20, el director técnico Diego Placente no dispondrá de tres nombres que fueron titulares en el recorrido: Maher Carrizo, que purgará una fecha de suspensión, y Valente Pierani y Álvaro Montoro, lesionados y quienes quedaron descartados para el resto de la Copa del Mundo.

El primer perjuicio el seleccionador lo tuvo cuando figuras que ya dieron el salto al fútbol europeo no encontraron recepción al pedido en sus clubes. No es un mal que aqueja a la Argentina únicamente, que descartó a Franco Mastantuono (Real Madrid) y a Claudio Echeverri (Bayer Leverkusen), situaciones que dos años atrás las sufrieron Nicolás Paz, Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte… Pero la adversidad y la dinámica del juego levanta nuevas vallas que hay que sortear para ser competitivo, protagonista y así esperanzarse con una conquista que la Argentina no disfruta desde Canadá 2007.

Los contratiempos en el terreno asomaron en Chile desde el primer episodio: la expulsión de Santiago Fernández, a los 10 minutos frente a Cuba, empujó a rediseñar el equipo con modificaciones y Santino Andino debió dejar el espacio para que con Teo Rodríguez Pagano se reorganizara la defensa. Consumado el éxito, Placente decidió alinear una nueva última línea: Pierani (Estudiantes de La Plata) tomó la plaza para liderar la zaga como primer marcador central junto a Tobías Ramírez, mientras que Julio Soler (Bournemouth) se adueñó del lateral izquierdo y se calzó la cinta de capitán. Forjado en Lanús, no estuvo en el debut porque fue liberado con escaso tiempo, ya que hizo su presentación en el equipo en la Premier League.

Con Colombia, Placente deberá rediseñar la defensa por la lesión de Pierani. La distensión de ligamentos en la rodilla izquierda impidió continuar al juvenil del Pincha en el duelo frente a México. Como si con solo cruzar la vereda estuviera la solución, para reemplazarlo el entrenador eligió a Juan Villalba, de Gimnasia y Esgrima La Plata, que fue titular con Cuba y luego tuvo minutos saltando desde el banco de los suplentes frente a Australia y los aztecas, donde habilitó a Mateo Silvetti para sellar el 2 a 0.

Un correcto partido y el rodaje que le dio los cuartos de final lo posicionan para retornar a la alineación con Colombia, un rival con el que la Argentina jugó dos veces en el campeonato Sudamericano de Venezuela: empate 1 a 1 en la etapa de grupos y triunfo 1-0, gol de Ian Subiabre, en el Hexagonal final.

Las alternativas que manejó el cuerpo técnico para reformular la defensa rindieron y la tónica se repite en el resto de las líneas: las piezas que se mueven descubren en sus reemplazantes a futbolistas que respaldan el nivel del equipo. El fuego ofensivo tiene a Alejo Sarco como artillero –cuatro goles en cinco partidos–, aunque Subiabre y Andino aportaron en la etapa de grupos y en los mata-mata, Silvetti lleva convertidos goles ante Nigeria y México.

Pero a Placente se le presentará un obstáculo con la tarjeta amarilla que recibió Carrizo en los cuartos de final con el Tri –se suma a la que le mostraron frente a Australia– y le impedirá jugar con Colombia. Las amonestaciones que arrastraban los juveniles se anulan en las semifinales –antes se limpiaban en los 4tos de final–, porque de ese modo ninguno quedaría marginado de jugar una final por acumulación de sanciones.

El jugador de Vélez es una de las figuras del Mundial: la estadística señala que convirtió dos goles a Nigeria y dio una asistencia a Tomás Pérez en la goleada sobre Australia, pero ofrece mucho más a la estructura. Juego, panorama, dinámica, conducción, ejecución de las pelotas paradas… y quien podría ser un reemplazante natural tampoco está disponible: Montoro sufrió ante Nigeria la fractura de clavícula derecha y quedó marginado del resto de la Copa del Mundo.

Las cartas disponibles ofrecen otras características, porque Subiabre y Andino son juveniles que provocan desequilibrio por potencia o velocidad, pero no cumplen funciones de titiriteros como Carrizo. Gianluca Prestianni, de las divisiones inferiores de Vélez y ahora en Benfica, fue de menor a mayor en la competencia: con México se destacó en su primer juego como titular y su plaza en la alineación estaría asegurada.

La flexibilidad que demostró la selección para cumplir con diferentes dibujos tácticos es un plus que tiene el entrenador, que en el campeonato Sudamericano no dispuso del mismo sistema en los juegos con Colombia. Patear el tablero sería una rareza a esta altura del Mundial, aunque a veces las sorpresas desorientan a los rivales.

Con 48 horas para trabajar, Placente ensayará su obra y de las piezas que elija se desprenderá el dibujo táctico: conservar a Pérez, sumar a Subiabre o a Andino, impulsar a Tobías Andrada, juntar a Silvetti con Sarco… Piezas de un rompecabezas para encastrar con el sueño de jugar la final.

​ La suspensión de Carrizo y las lesiones de Pierani y de Montoro diezman a los juveniles, rumbo al partido del miércoles frente a Colombia  Fútbol 

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