Hamas libera a los rehenes tras dos años de horror: siete ya están bajo resguardo de Israel

TEL AVIV.- Después de una noche de trepidación, en la que nadie se fue a dormir, sino que todos se la pasaron con el aliento suspendido, ansiosos, pendientes de las noticias, finalmente poco antes de las 8 de la mañana locales (las 2 de la Argentina), comenzó el principio del fin del horror.
En tandas, los primeros siete rehenes secuestrados por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre -brutal asalto que significó un antes y un después para Israel- después de 737 días de espanto, empezaron a regresar a casa. La breaking news de los primeros cautivos siendo entregados por Hamas a la Cruz Roja, y luego a la IDF, las fuerzas del ejército israelí, provocó en la denominada “Plaza de los Rehenes” de esta ciudad un grito de júbilo (y liberación, valga la redundancia) y aplausos, que se repitieron en todo el país, donde todos seguían en vivo y en directo uno de los momentos más emotivos y fuertes de su historia. Después de 737 días de guerra, espanto y angustia, el acuerdo firmado entre Israel y Hamas contra viento y marea de los últimos días y un compás de espera dramático, podía celebrarse -en serio- el fin de la pesadilla, el fin del infierno. Y, si todo va bien, el inicio de una nueva etapa para Medio Oriente.
Para los veinte rehenes -todos varones, entre los cuales tres argentinos, los hermanos David (34) y Ariel (28) Cunio y Eitan Horn (38)-, muchos que vivían en kibutz brutalmente asaltados del sur del país, pegados a Gaza; jóvenes que estaban bailando en el Nova Festival y algunos soldados-, el regreso significará el inicio de un proceso de rehabilitación física y emocional que durará meses.
Mientras se esperaba también el regreso de otros 28 rehenes que han muerto, (entre los cuales, el argentino Lior Rudaeff, conductor de ambulancias y médico voluntario de 61 años), aún se desconocen las condiciones de salud de los ex cautivos, que se teme delicadas después de la intensificación de los bombardeos de los últimos días de guerra y la hambruna. Todo estaba listo en hospitales para atenderlos.
El acuerdo sellado entre Israel y Hamas -bajo presión de Estados Unidos y con la mediación de Qatar, Egipto y Turquía-, en negociaciones más que complejas en Sharm El-Sheik, implicó un alto el fuego, una retirada parcial de las fuerzas israelíes de la Franja, en una primera fase que incluyó el canje con unos 2000 presos palestinos, que comenzará en las próximas horas.
Tal como se esperaba, la liberación tuvo lugar horas antes de la llegada -con toda la gloria-, del presidente estadounidense, Donald Trump, aliado desde siempre de Israel, pero que en las últimas semanas se impuso y le dijo “ahora basta”, al cuestionado primer ministro israelí, Benjamin Netanyau. El mandatario estadounidense, para quien la liberación significa un verdadero triunfo político, fue ovacionado en la última gran manifestación en la “Plaza de los Rehenes” de este sábado, en la que su amigo Bibi Netanyahu, en cambio, fue abucheado al grito de “¡vergüenza!”. El premier israelí siempre fue denostado por los familiares de los rehenes -al principio 250-, que vieron como el líder más longevo de Israel, con tal de mantenerse en el poder por sus problemas judiciales, prefirió lanzarse en la guerra más larga de la historia del país -que causó más de 67.000 muertos y devastación en Gaza-, sin intentar jamás negociar una liberación que todos los analistas creen que podría haberse dado mucho antes.
Trump, cuya imagen, junto a la leyenda “Thank you Mr. President”, empapelaba todo el país -en Jerusalén una pancarta junto a su foto incluso decía “Ciro el grande está vivo”-, será recibido este lunes con todos los honores. En una visita relámpago -casi cuatro horas-, hablará ante la Knesset y, más importante aún, se encontrará con rehenes liberados, el gran objetivo del viaje. “El presidente viajará a Medio Oriente para reunirse con ellos y saludarlos en persona”, dijo el vicepresidente J.D. Vance. “Es un gran día para sus familias, pero creo que lo más importante es que es un gran día para el mundo entero”.
Luego partirá hacia Egipto para una cumbre junto a otros líderes árabes y de occidente que respaldaron su plan de paz de 20 puntos, donde escenificará la firma de un acuerdo inimaginable hace una semana. A último momento, fue invitado a participar también el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbs. Aunque hay muchas dudas sobre cómo podrán implementarse las demás fases, la expectativa por un Medio Oriente renovado se palpitaba en la comunidad internacional.
“En estos últimos días, el acuerdo sobre el inicio del proceso de paz ha encendido una chispa de esperanza en Tierra Santa”, dijo el papa León XIV en su tradicional aparición dominical. Animó entonces a las partes implicadas “a proseguir con valentía el itinerario marcado hacia una paz justa, duradera y respetuosa de las legítimas aspiraciones del pueblo israelí y del pueblo palestino”. “Dos años de conflicto han dejado muerte y ruinas por todas partes, sobre todo en el corazón de quien ha perdido brutalmente hijos, padres, amigos y todo lo que tenía”, añadió, al asegurar su cercanía al inmenso dolor de todas las víctimas. “A Dios, única Paz de la humanidad, le suplicamos que cure todas las heridas y ayude con su gracia a realizar lo que humanamente ahora parece imposible: redescubrir que el otro no es un enemigo, sino un hermano a quien mirar, perdonar y ofrecer la esperanza de la reconciliación”, imploró.
“Estamos seguros de que la primera fase del plan de paz de Trump se completará y, con toda honestidad, de las dos partes”, dijo, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, en declaraciones a CBS. “Estamos en pleno contacto con Hamás”, confió.
Abdelatty hizo saber que Egipto está trabajando en diferentes niveles en materia de seguridad, incluida la capacitación y coordinación de hasta 5.000 efectivos palestinos que serán desplegados en Gaza, junto con Jordania.
La trepidación por una liberación inminente, que mantuvo el mundo en vilo, comenzó pasado el mediodía en Israel.
“Israel está preparado y listo para recibir inmediatamente a todos nuestros rehenes”, dijo la oficina de Netanyahu, que precisó que el premier había acabado de hablar con el Coordinador para los Rehenes y los Desaparecidos, el general Gal Hirsch. Voceros de Hamas, por su parte, también hicieron saber que estaban listos para la liberación. Más tarde, el fórum de los familiares de los rehenes anunció que a partir de la medianoche (las 18 de la Argentina), la Plaza de los Rehenes se iba abrir al público para brindar cobertura en vivo de la liberación. “En la plaza se emitirán retransmisiones continuas de su regreso para el público que quiera estar presente en estos momentos históricos y profundamente conmovedores”, dijeron.
Para matar esas dramáticas horas de compás de espera, algunos familiares de rehenes y ex rehenes accedieron a hablar con la prensa internacional llegada masivamente para cubrir este momento histórico. En una reunión por zoom en la que participó LA NACION, Ilan Dalal, padre de Guy Gilboa-Dalal, que fue secuestrado en el Festival Nova junto a su amigo desde el jardín de infantes, Evyatar David, ambos de 24 años, no podía ocultar su felicidad y profundo agradecimiento al gran ganador de la pulseada entre las dos parte en pugna, Donald Trump. “Todo esto fue posible gracias a él, Trump puso todo su peso para que esto pudiera ser realidad, junto al respaldo de una coalición internacional de países y, eventualmente, de Israel y luego de Hamas”, dijo Dalal, al elogiar, al mismo tiempo, otros negociadores clave: el enviado especial Steve Witkoff y su yerno, Yared Kushner. “Estoy muy feliz, muy feliz de poder volver a abrazar a mi hijo por primera vez en tres años”, aseguró, emocionado.
Junto a él estaba Tal Shoham, capturado en el kibbutz Beeri el maldito 7 de octubre y liberado en enero de este año, después de 15 meses de infierno, que se hizo amigo de Guy y de Evyatar al compartir el cautiverio en un túnel de Gaza. “¿Cómo fue reintegrarme a la vida normal después de los abusos físicos y psíquicos sufridos? Las experiencias varían de acuerdo a cada persona, son diferentes de acuerdo a cada uno, pero yo tuve suerte porque no sufrí efectos de estrés post traumático porque tengo dos hijos pequeños que me necesitan y que me dieron fuerza para seguir adelante”, dijo. “Pero de todos modos es un proceso muy largo: uno se despierta por la noche pensando que sigue en el túnel, en la oscuridad de Gaza, sin comida ni agua, uno tiene recuerdos horribles, de repente, se encuentra con información que no tenía de otros asesinados, sin incluir que, debido a la desnutrición -como pudo verse en imágenes recientes-, hay que tener mucho cuidado con la alimentación”, añadió. “Comer de repente puede llegar a matar y la recuperación, tanto física como emocional, lleva mucho tiempo”, precisó.
En la “Plaza de los Rehenes”, epicentro de la lucha por traer a todos casa, comenzaron a llegar ríos de gente desde temprano, para acompañar con música, mensajes de esperanza y afecto el compás de espera. A diferencia de Netanyahu, que jamás pisó este lugar, consciente de que no era bienvenido, sí apareció allí el presidente, Isaac Herzog.
Netanyahu solo apareció en una declaración televisada a las 20.15 locales, con la que trató de recuperar algo de protagonismo en este momento determinante y adjudicarse, una vez más, una victoria que no es suya.
“Sabemos que hay muchos desacuerdos entre nosotros”, reconoció. “Pero hoy, y espero que también en el futuro, tenemos todos los motivos para dejarlos de lado porque gracias a esfuerzos conjuntos logramos enormes victorias”, añadió.
En lo que algunos consideraron el comienzo de una nueva campaña electoral del líder político más longevo de la historia -que muchos quieren que se vaya porque fue su responsabilidad la catástrofe del 7 de octubre-, advirtió luego que “la campaña no ha terminado”, al reconocer que aún . quedan por delante retos de seguridad muy grandes. “Algunos de nuestros enemigos están intentando reconstruirse para atacarnos nuevamente. Y como decimos: ‘Estamos en ello’”.
La organización terrorista comenzó con la primera fase del pacto; Cruz Roja fue la encargada de recibir a la tanda inicial y trasladarlos hasta el campamento del ejército israelí El Mundo
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