Murió el piloto Chris Raschke al estrellarse a 450 km/h mientras buscaba batir un récord de velocidad en tierra

El reconocido piloto de velocidad terrestre Chris Raschke murió el domingo luego de perder el control de su vehículo en una carrera en el circuito Bonneville Salt Flats de Utah, Estados Unidos.
El hombre buscaba romper un record de velocidad en su peculiar auto, que estaba armado con un diseño similar al de un cohete y había sido bautizado con el nombre “Speed Demon” (“Demonio de la velocidad”, en español).
La víctima -que tenía 60 años y hacía más de cuatro décadas que se dedicaba al automovilismo- fue atendida por los profesionales de la salud que se encontraban en el evento luego de accidentarse a poco más de tres kilómetros de comenzada la carrera, pero murió en el momento a causa de sus heridas.
Esta información fue consignada por la Southern California Timing Association, organizadora del popular evento Speed Week desde fines de la década de 1940, al medio inglés The Guardian.
Se desconoce qué velocidad intentaba alcanzar Raschke al momento de su muerte. La asociación y la oficina del sheriff del condado de Tooele investigan el hecho, dijo el sargento Dane Lerdahl, portavoz de la agencia policial. “Sabemos que fue un accidente”, dijo Lerdahl.
Subrayaron además que, aunque el operativo de seguridad actuó de inmediato, la naturaleza del choque resultó fatal para el piloto. Además, transmitieron sus condolencias a la familia, amigos y al equipo Speed Demon, y recordaron la importancia de mantener estándares máximos de seguridad y de esclarecer todas las circunstancias.
Raschke conducía un auto aerodinámico, un vehículo largo y angosto diseñado para alcanzar altas velocidades. Según la página web del equipo de carreras, trabajó en el circuito de Ventura a principios de los 80, compitió con motos y autos en la división mini stock, aprendió a fabricar y mantener coches de carreras trabajando con un aclamado fabricante de motores y, posteriormente, se convirtió en piloto del equipo Speed Demon.
El director de la carrera, Keith Pedersen, declaró que su muerte fue “un duro golpe” para toda la comunidad de las carreras. “Es mucho más una camaradería y una comunidad, y eso crea muchas amistades y confianza”, dijo Pedersen y añadió: “Él es una gran parte de ello, y se le echará mucho de menos”. El equipo, en tanto, se declaró “profundamente desolado” por su muerte.
El año pasado, el piloto había logrado alcanzar una velocidad de 737 kilómetros por hora en la Semana de la Velocidad, según la revista especializada Hot Rod.
El estadounidense tenía 60 años y hacía más de 40 que se dedicaba al automovilismo; las autoridades desconocen qué velocidad quería alcanzar al momento de su fallecimiento Automovilismo
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