El puntazo de Alcaraz ante Rublev, en otra gran remontada para pasar a cuartos de final en Wimbledon​

El bullicio, el “ooooooohhhhhh” y los aplausos estremecieron a Carlos Alcaraz, que apoyó su índice en el lóbulo de su oreja derecha y disfrutó del reconocimiento tras el punto del partido ante Andrey Rublev.

El murciano se defendía como podía de los fuertes remates del ruso. Hasta que un revés profundo pareció sentenciar el punto a favor de Rublev. Pero allí estuvo Alcaraz para llegar a la pelota con margen mínimo para preparar su devolución demoledora. Fue un passing-shot cruzado y de revés, que superó el esfuerzo de Rublev para llegar a una pelota que lo pasó a toda velocidad.

No fue un punto más. Porque además de ser el más celebrado de la jornada, le sirvió al español para quebrar el saque de su rival y ponerse en ventaja en un partido durísimo. Con ese latigazo defensivo, quebró y se puso 4-3 en el tercer set.

Otra vez desde atrás. Otra vez con temple, Carlos Alcaraz volvió a sortear un partido complejo en Wimbledon y se metió en los cuartos de final por tercer año consecutivo, ahora tras vencer al ruso Andrey Rublev por 6-7 (5), 6-3, 6-4 y 6-4 en dos horas y 43 minutos.

CARLOS ALCARAZ IS UNREAL 😱

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— ESPN (@espn) July 6, 2025

Un partidazo

Tal como le pasó contra Fabio Fognini (se impuso en cinco sets) y Jan Lennard Struff (victoria en cuatro parciales), Alcaraz volvió a sortear un partido complejo en Wimbledon y se metió de nuevo entre los ocho mejores del tradicional torneo inglés.

El murciano, número 1 del mundo y vigente bicampeón en el All England, fue de menos a más. El encuentro comenzó con Rublev, hoy 14º del ranking, lanzando golpes profundos, angulados, casi sin errores. En un abrir y cerrar de ojos, el ruso se adelantó 4-1 y pareció poner en jaque al murciano. Pero Alcaraz nunca se va, ni siquiera cuando el marcador parece señalar lo contrario.

Reaccionó con una recuperación notable y llevó el set al tie-break, donde incluso estuvo al borde de ganarlo. Sin embargo, Rublev mostró su versión más eléctrica y agresiva y cerró con un passing-shot brillante que le dio el primer parcial. El ruso celebró con puño apretado: sabía que había hecho méritos.

Pero Alcaraz estaba apenas entrando en calor. Ajustó detalles. Afinó su primer saque. Y, sobre todo, se soltó. A partir del segundo set, fue otro jugador. Más profundo, más arriesgado. La primera muestra fue inmediata: un break clave en el octavo game tras una doble falta de Rublev, y luego no falló el servicio para cerrar 6-3. Partido igualado.

En el tercero, el partido migró hacia el lado emocional. Rublev volvió a golpear fuerte y tuvo tres bolas de quiebre para irse arriba, pero Alcaraz las salvó todas con autoridad. Y en el séptimo game llegó la obra cumbre mencionada antes: el español quebró con un passing cruzado exquisito que hizo estallar al Court Central. El 6-4 selló el set con un aire de partido sentenciado.

Ya en el cuarto, sin ceder nunca el control, Alcaraz quebró en el quinto game, y aunque Rublev intentó mantenerse con su derecha potente, el murciano no flaqueó. Dos aces consecutivos —parte de una producción total de 22 aces, su segunda mejor marca personal en Grand Slams— pusieron el broche final. La racha de Alcaraz ahora es de 22 triunfos consecutivos: no pierde desde la final de Barcelona. Además, lleva 18 éxitos seguidos en Wimbledon.

En cuartos de final lo espera Cameron Norrie, un viejo conocido. El británico, 61º del mundo, necesitó cinco sets y cuatro horas y media para derrotar al chileno Nicolás Jarry, en una batalla mental y física: 6-3, 7-6 (4), 6-7 (7), 6-7 (5) y 6-3. Será el segundo enfrentamiento entre ambos en Wimbledon: en 2022, también en esta instancia, ganó el local.

Aunque llega más desgastado, Norrie jugará con un plus: la mística de ser el último británico en carrera, el recuerdo de sus semifinales en 2022 y la energía de un público que lo empuja. Alcaraz lo sabe y no se relajará.

Del otro lado del cuadro, Jannik Sinner sigue firme, con un rendimiento impecable: ganó todos sus partidos en sets corridos hasta el momento. En su camino de octavos lo espera Grigor Dimitrov, otro nombre de peso que quiere volver a decir presente en las rondas finales.

Por su parte, Taylor Fritz también está en cuartos, aunque por una vía inesperada: su rival, Jordan Thompson, se retiró lesionado cuando caía 6-1, 3-0. El estadounidense, campeón en Eastbourne y Stuttgart, es el jugador con más victorias sobre césped en esta temporada, y el éxito de este domingo, en 41 minutos, le trajo algo de alivio después de dos batallas de cinco sets ante el francés Mpetshi Perricard y el canadiense Gabriel Diallo.

Fritz se enfrentará a Karen Khachanov, que busca confirmar su resurgimiento después un arranque de año irregular. El objetivo del estadounidense está claro: ser el primer campeón masculino de su país en Wimbledon desde Pete Sampras, en 2000.

Lo mejor de Alcaraz-Rublev

“Estoy contento porque cada día me siento mejor. No había empezado bien este torneo, pero ahora estoy con confianza”, dijo Alcaraz tras el partido. Con solo 22 años, el murciano ya ganó cinco Grand Slams. Pero quiere más. Y en Wimbledon va por el tercero consecutivo.

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