Los líderes europeos miran mal el plan de Trump para Ucrania y debaten su seguridad

PARIS – Varios líderes europeos se reunieron este lunes en París para hacer frente a la “aceleración” de la administración estadounidense sobre el futuro de Ucrania y definir una respuesta común a fin de reforzar la seguridad de Europa. Los temas centrales del encuentro: ¿quién está dispuesto a enviar tropas al terreno para garantizar un eventual cese del fuego? ¿Y cómo financiar una necesaria independencia estratégica de Estados Unidos?
Europa está dispuesta a “tomar la iniciativa” de otorgar garantías de seguridad a Ucrania, afirmó el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, después de la reunión de urgencia de París sin dar detalles.
La reunión informal convocada por el presidente francés Emmanuel Macron, se produjo pocos días después de la llamada de Donald Trump a su homólogo ruso, Vladimir Putin, y su decisión de negociar directamente sobre Ucrania durante una futura cumbre en Arabia Saudita. Una reunión que estará precedida este martes por un encuentro previo entre delegaciones de alto nivel de ambos países, del cual han sido excluidas tanto Ucrania como Europa.
“Consideramos que hay una aceleración sobre la cuestión ucraniana. Y, en consecuencia, una necesidad de hacer más, mejor y de manera coherente para nuestra seguridad colectiva”, explicó un consejero del presidente francés.
Estuvieron presentes en ese encuentro informal realizado en el palacio del Elíseo, los jefes de gobierno de Alemania (Olaf Scholz), del Reino Unido (Keir Starmer), de Italia (Giorgia Meloni), de Polonia (Donald Tusk), de España (Pedro Sánchez), de los Países Bajos (Dick Schoof) y de Dinamarca (Mette Frederiksen). También asistieron la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von Der Leyen, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
Poco minutos antes de iniciado el encuentro, el presidente Macron se comunicó telefónicamente con Donald Trump, según informó la presidencia francesa sin dar detalles.
“Hoy, el presidente Donald J. Trump y el presidente francés Emmanuel Macron tuvieron una conversación amistosa. Los líderes hablaron sobre la guerra en Ucrania, la próxima reunión de las naciones europeas que se celebrará este martes y las conversaciones en Arabia Saudita entre funcionarios estadounidenses y rusos. La llamada duró aproximadamente 30 minutos”, aseguró un funcionario de la Casa Blanca.
Pero no es solo esa “aceleración” que inquieta a los europeos, sino la ausencia de visibilidad en cuanto al plan norteamericano para Ucrania… “a condición que este exista”, previene una fuente francesa. En los pasillos del Elíseo, se compara el método del equipo Trump a las tácticas guerreras: “inundar la zona”, “disimular las pistas”, “tapizar de bombas”. Y las contradicciones aumentan la confusión. Bastaron apenas 24 horas al secretario de Estado Marco Rubio para rectificar los propósitos del general Keith Kellogg, enviado especial de Donald Trump para Ucrania, el domingo en la cadena CBS: Sí, los europeos estarán “implicados” en la negociación. ¿Cuándo y en qué forma? Nadie lo sabe.
La inquietud reina en consecuencia sobre el “deal” que Trump estaría dispuesto a concluir con Putin.
“Un cese del fuego no es la paz”, repiten tanto los ucranianos como los europeos. La mayoría se niega a confiar en el presidente ruso. Para todos, el peligro es evidente: si los medios para garantizar una paz “justa y duradera” no están reunidos, el presidente ruso repetirá el asalto contra Ucrania ni bien pueda. Y tampoco se detendrá ahí.
Pero, ¿cómo asegurar la defensa de Europa cuando se tienen tan pocos medios, debido, es verdad, a haber ignorado la evidente tendencia al abandono norteamericano desde hace una década? ¿Cómo hacer el duelo de la protección militar de Estados Unidos cuando la de Europa no está lista para remplazarla y que la amenaza rusa está bien presente?
Esa perspectiva, a la cual ya no es posible escapar frente a la brutalidad del equipo Trump, es potencialmente devastadora para la unidad de Europa.
“Yo siempre pensé que Estados Unidos podía dividirnos más que China o que Rusia”, confiesa un responsable europeo. Esa división, presente en todos los temas importantes fue la cuestión central de la reunión de este lunes en el Elíseo, de la cual no transcendieron detalles. Por ejemplo, enviar o no tropas al terreno una vez que se haya firmado un cese del fuego. O cómo financiar la construcción de una sólida defensa común europea.
Donald Trump, así como su predecesor Joe Biden, siempre excluyó enviar tropas norteamericanas a Ucrania, incluso para garantizar su seguridad. Esta semana, su secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue aun más lejos agregando que “si tropas de mantenimiento de la paz eran desplegadas en algún momento, tendría que ser en el marco de una misión fuera de la OTAN y no cubiertas por el artículo 5″, que obliga a la Alianza Atlántica a defender a sus miembros cuando son atacados. En otras palabras, la OTAN no protegerá a aquellos miembros que se desplieguen en Ucrania.
Esas garantías de seguridad son el punto central de los debates en Europa. Washington puso a sus socios europeos entre la espada y la pared enviándoles a cada uno un cuestionario sobre las capacidades que pueden aportar para proteger a Ucrania después de un eventual cese del fuego frente a las fuerzas rusas. Como hipótesis, a las misiones de control de la tregua, se agregaría el envío de tropas europeas como fuerza de disuasión, que serían desplegadas detrás de las tropas ucranianas que protegerán las fronteras.
Por el momento, una minoría de países europeos están a favor de esa solución: Francia, Gran Bretaña y los Países Bálticos.
“Estamos dispuestos a contribuir a garantizar la seguridad de Ucrania enviando nuestras propias tropas al terreno si fuera necesario”, declaró el primer ministro británico Keir Starmer este lunes, agregando que se reunirá en los próximos días con Donald Trump en Washington.
Ninguno de aquellos dispuestos a aceptar esa opción se pronunció, sin embargo, sobre el número de hombres que podría enviar. Volodimir Zelensky reclama 200.000 soldados para asegurar los 2.500 kilómetros de línea de frente, en particular en las regiones separatistas del Donbass, Crimea y la zona fronteriza este y sur de Ucrania, donde los rusos intentan avanzar.
Para los países “de buena voluntad”, sin embargo, es imposible alcanzar ese nivel a falta de hombres y de medios. Las dos principales potencias militares de Europa, Francia y Gran Bretaña, se declaran incapaces de responder a la exigencia.
A ese núcleo duro se agregarían los países escandinavos, como Suecia que, este lunes, afirmó “no excluir” el envío de soldados a Ucrania. Pero otros países, por el contrario, ya anunciaron lo contrario: como Polonia que, sin embargo, hace los esfuerzos más importantes de la Unión Europea para dotarse de una fuerza militar de primer nivel frente al peligro representado por Rusia.
“Polonia apoyará a Ucrania en el terreno de la organización, en función de sus posibilidades financieras, humanitarias y militares. Pero no tenemos pensado enviar soldados polacos a territorio ucraniano”, afirmó el primer ministro de Polonia, Donald Tusk poco antes de la reunión de París, conminando a sus socios a aumentar “sensiblemente” los gastos en defensa.
Italia Alemania tampoco son favorables a un despliegue fuera del paraguas estadounidense.
“No creo que sea oportuno hablar de esta cuestión”, declaró el canciller Olaf Scholz minutos antes de la reunión de París.
“La primera ministra considera que el despliegue de soldados europeos en Ucrania es un proceso complejo, una solución ineficaz”, dijeron funcionarios italianos respecto de la posición de la permier Giorgia Meloni.
Por su parte, los países de Europa central, como Hungría, Austria y Eslovaquia, conocidos por adoptar ante Rusia una posición mucho más complaciente, lo han desechado de plano.
De hecho, el gobierno húngaro fustigó este lunes a esos dirigentes “frustrados”, que quieren “impedir un acuerdo de paz en Ucrania”, según palabras de su ministro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto.
La reunión de este lunes también tenía por objetivo analizar un aumento de la financiación del sector de la defensa europea y las capacidades militares del bloque, eventualmente a través de empréstitos comunes o mediante lo que los franceses llaman “métodos innovadores de financiación”.
“Si los europeos no hacemos un gasto consistente en defensa ahora, nos veremos obligados a gastar diez veces más porque no evitaremos una gran guerra”, dijo el polaco Donald Tusk, para quien Europa no está hoy en condiciones de hacer frente al potencial militar ruso.
Hace tiempo que Emmanuel Macron defiende la idea de que la UE se lance en un empréstito común para reducir su dependencia de las tropas y del material militar norteamericanos. Alemania y los Países Bajos nunca lo siguieron hasta que los dramáticos cambios en la actitud de Estados Unidos parecen haberlos llevado a reflexionar.
“La defensa de Europa es un bien público europeo. Por eso debemos articular mecanismos comunes de la UE para poder financiar y aumentar nuestra capacidad de seguridad y defensa”, declaró el primer ministro español Pedro Sánchez al término de la reunión.
Por su parte, la presidenta de la comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, afirmó el viernes que propondría la derogación de los criterios de convergencia, que fijan un límite de deuda pública del 60% y un déficit del 3% del PIB a los países de la zona euro. Una idea bien recibida por la mayoría de los países del bloque.
El premier británico Keir Starmer, cuyo país no integra la UE, también se comprometió a llevar el gasto de defensa del Reino Unido del 2,33% actual al 2,5% del PIB.
“Porque no solo se trata de la línea de frente ucraniana: es también la línea de frente de Europa y del Reino Unido. Es por nuestra seguridad nacional. Estoy convencido de que hay que hacer más”, declaró minutos antes de la reunión.
Luego de la conmoción que produjo el discurso del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en la Conferencia para la Seguridad en Múnich, varios funcionarios europeos buscan orientar una política común; el envío de tropas y el financiamiento de la guerra fueron los ejes centrales del encuentro El Mundo
Leave a Comment