Si alguna vez sentiste que tu perro se dio cuenta de que le ponías menos comida de lo habitual en su plato, no estabas equivocado. Un estudio explicó esta conducta y reveló son capaces de detectar incluso las diferencias más sutiles en las cantidades, lo cual sugiere que poseen una habilidad innata para percibir variaciones en su entorno.

Este investigación, realizada por la Universidad de Emory, cuyo objetivo era demostrar que los perros pueden diferenciar entre cantidades visuales de una forma muy similar a los primates, incluidos los humanos, utilizó la resonancia magnética funcional en canes despiertos y sin restricciones. Los investigadores analizaron las reacciones cerebrales de los perros mientras observaban una serie de imágenes con diferentes cantidades de puntos, y encontraron que ciertas regiones del cerebro de los perros se activaban con mayor intensidad cuando las cantidades variaban.

Más precisamente, se observó en el cerebro de los perros una actividad mayor en la región parietotemporal al momento de observar patrones numéricos de puntos que diferían significativamente en cantidad, como la diferencia entre ver dos puntos frente a diez.

El hallazgo muestra que los perros parecen tener la competencia de distinguir entre diferentes cantidades de forma espontánea, sin ningún tipo de adiestramiento previo. Y esto podría significar que, al igual que los humanos, estos animales podrían tener una capacidad innata para percibir cantidades, lo que les permite detectar diferencias sin necesidad de aprender a contar.

¿Por qué desarrollaron esta capacidad?

Según los científicos, la capacidad de percibir diferencias en cantidades podría ser una ventaja evolutiva que ayuda a los perros a evaluar rápidamente situaciones de supervivencia, como la disponibilidad de recursos. En la naturaleza, los animales deben ser capaces de decidir si una fuente de alimento es suficiente para satisfacer sus necesidades o si deben seguir en la búsqueda de una mejor ubicación. Y esta habilidad de percibir cantidades de manera aproximada fue clave para la supervivencia de los antecesores de los perros, ya que permite tomar decisiones rápidas sin necesidad de cálculos complejos. Por lo tanto, si se reduce la cantidad de comida que uno le da a su perro, este podría percibirlo gracias a esta capacidad de evaluar cantidades, incluso si no puede expresar ese sentimiento de manera directa.

Los investigadores también encontraron que no todos los perros mostraban la misma precisión en la detección de diferencias numéricas, lo cual podría depender de factores como la edad, la raza o incluso la experiencia previa del perro. Sin embargo, la mayoría de los perros estudiados mostró una clara capacidad para distinguir entre diferentes cantidades, lo que sugiere que esta habilidad es común entre las razas, aunque con variaciones individuales.

Qué otro descubrimiento arrojó el estudio

Otro descubrimiento interesante fue que las áreas del cerebro que se activaban cuando los perros percibían diferencias numéricas estaban relacionadas con otras capacidades cognitivas, como la capacidad de atención. Esto sugiere que los perros utilizan múltiples procesos mentales para evaluar su entorno y que la percepción de cantidades podría estar conectada con su habilidad para mantenerse alerta y enfocados en diferentes estímulos.

Además, los investigadores observaron que los perros no solo mostraban activación cerebral ante grandes diferencias numéricas, sino también ante cambios más sutiles. Esto indica que la habilidad de los perros para notar variaciones no se limita a diferencias obvias, sino que también son capaces de percibir pequeños cambios, lo cual podría ser esencial en situaciones donde la precisión es clave, cómo estimar cuántos miembros tiene su grupo social.

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