7 maratones imperdibles y los consejos para disfrutar del proceso​

Aunque algunas cifras evaluadas en diferentes estudios de salud y ejercicio realizados por la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres coinciden en que apenas un 1% de la población ha terminado una maratón alguna vez en su vida, el auge de correr está en aumento y se ha convertido en una práctica popular, masiva y con cada vez más fanáticos. Por ejemplo, la última Media Maratón de Buenos Aires alcanzó un récord de 25 mil corredores, con 13.500 inscriptos provenientes del interior y más de 4 mil extranjeros.

Según una encuesta realizada por Eventbrite, sobre algo más de 10.000 corredores, el 52% son hombres. Datos de la Confederación de Atletismo de Argentina sugieren que el 45% de los corredores se encuentra entre los 25 y 40 años. La última Encuesta Nacional sobre Actividad Física y Deporte que se realizó en 2021, demostró que más del 56% de los aficionados a esta práctica en el país corren 3 o más veces por semana y el 26% lo hace en dos ocasiones. Siguiendo la tendencia mundial, en ese mismo informe se confirmó que la mitad de las personas que hacen alguna actividad física eligen correr.

Mientras Buenos Aires escala posiciones entre las mejores maratones del mundo, el selecto grupo de las “big 5″ incluye a Boston, London, Berlín, New York y Chicago. Abbott World Marathon Majors (AbbottWMM), por su parte, reúne a seis de las maratones más grandes y reconocidas del mundo, que suma, además de a las anteriores, a Tokio. Con el furor internacional el turismo vinculado a las carreras se ha convertido en una variable en rápido crecimiento que permite incluir paisajes urbanos, momentos de ocio, actividades culturales y turísticas, en el marco de una tendencia que se ha calificado como “ocio serio” que, además de estimular un estilo de vida saludable, redunda en un impacto positivo en la economía. Un documento del Ministerio de Turismo y Deportes, dio a conocer que el turismo a partir de actividades de running creció un 20% en los últimos dos años. La última maratón de Nueva York contó con 10.000 extranjeros. La carrera de Chicago durante 2024 tuvo 15.000 corredores internacionales provenientes de 143 países, mientras que en Tokio asistieron 6000 foráneos. Los organizadores de la maratón de París aseguran que el 40% de los asistentes llega del extranjero cada año. En tanto, la maratón de Boston históricamente recibió a ganadores de 27 países diferentes.

El dilema del amante del ejercicio suele ser qué hacer durante las vacaciones. ¿Dónde encontrar recorridos potables? ¿Serán sitios seguros? ¿Habrá alojamientos cercanos a algún circuito? Habitualmente uno no se queda demasiado tiempo en un sitio como para testear e incorporar una rutina nueva, sin embargo, las maratones más célebres pueden ofrecer una alternativa adecuada a todas esas preguntas. Con todo ya dispuesto para que los corredores lleguen y hagan su magia, estos sitios cuentan con la infraestructura adecuada, además de permitir el encuentro en comunidad de otros amantes de la práctica. Viajar y correr permiten, además, conocer el sitio de destino de un modo diferente, por lo común adentrándote en la naturaleza propia del lugar o sumergiéndote en la arquitectura de diferentes barrios, acercándote a la vida diaria del lugareño. Muchos participantes, además, conservan como hitos personales el hecho de que se consigan récords en algunas de las competencias en las que intervienen, dotando a la actividad de una forma de “entrar en la historia”.

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A continuación, siete de las maratones más multitudinarias y buscadas por los viajeros que sueñan con correr por el mundo.

Londres, en abril

Es costosa, pero a beneficio. Existen siempre algunos lugares disponibles para conseguir una especie de beca. Integra los 6 Abbott World Marathon Majors y es una de las carreras más deseadas por los corredores.

La de Londres es la maratón dueña del récord mundial de fondos recaudados para fundrainsing según el libro Guiness. Para el año que viene se le pide a los corredores que intenten recaudar 2500 libras para donar y deben pagar un bono de 100, para reservar su plaza.

El circuito es muy veloz y tiene pocas pendientes. Da comienzo en Blackheath, a metros de la línea del meridiano 0, en el observatorio de Greenwich. La segunda parte de la carrera atraviesa sitios emblemáticos de la ciudad como el Puente de Londres a la altura del kilómetro 20, el parlamento, el Big Ben y el Palacio de Buckingham.

En cada kilómetro los corredores reciben gomitas y fruta fresca.

París, en abril

La Ciudad Luz albergará su próxima maratón el 13 de abril de 2025. Es la segunda más concurrida, detrás de la de Nueva York, con 50.000 corredores.

Su recorrido incluye los hitos más simbólicos de la capital francesa. Parte de la Avenida de Champs Elysées, bajo el Arco del Triunfo. Recorre, entre otros sitios, la Ópera Garnier, la Catedral de Notre Dame, el Museo del Louvre, La Bastilla, el estadio de Roland Garros y la Torre Eiffel y muchos tramos a la vera del Sena, para cruzar la meta en la icónica Plaza de l’Étoile.

Los 250.000 espectadores no detienen su Allez! que invita a superar la prueba. Corredores de 145 países suelen participar del evento cada año.

Aún si no se va a correr, el encuentro, que dura tres días, se define como la Run Experience, con más de 60 actividades en paralelo que seducen a los 80.000 visitantes que llegan a París.

China, en mayo

Se realiza habitualmente el primero de mayo desde el año 2000 en la Gran Muralla China, ubicada a unos 70 km de la ciudad de Pekín. Es un recorrido incomparable por una de las siete maravillas del mundo y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Propone recorridos de 5, 10, 21 y 42 kilómetros y se encuentra entre las más complejas del mundo. El promedio de recorrido es de 7,5 horas, apenas un poco menos del doble que las tradicionales maratones en ruta. Además de correrse en mayo, también tiene una versión de otoño, a fines de septiembre.

Durante su recorrido, aunque no es posible verla en toda su extensión, se atraviesan tres puntos claves de la Gran Muralla: Badaling, Mutianyu y Simatai. Es solo para muy atrevidos, con escaleras y pendientes. Localizada a 1000 metros de altura, ofrece una vista increíble de paisajes memorables. Badaling es una de las áreas naturales mejor conservadas del mundo.

Victoria, en mayo

Esta maratón australiana, que se corre desde hace 20 años, toma uno de los recorridos ruteros más celebrados del país, el Great Ocean Road.

La opción de hacerlo corriendo aporta, además del desafío deportivo, una senda turística deslumbrante. La ruta se encuentra en la costa sur de Australia, una zona que, además de arena y mar azul de un lado, ofrece un paisaje de extensa vegetación del otro.

El recorrido atraviesa una inmensa cantidad de puntos panorámicos, pero lo más celebrado del trayecto es la imagen de los Doce Apóstoles, un conjunto de promontorios de piedra caliza que emergen en el océano.

Además, se puede apreciar la garganta de Loch Ard, el Puente de Londres y la Bahía de los Mártires, todo en medio de una fauna que mezcla koalas, pingüinos, ballenas y focas. Se puede participar de carreras de 60K, 44K,22K y 12K, que se realizarán entre el 17 y 18 de mayo.

Estocolmo, en mayo

Una carrera que serpentea por las 14 islas sobre las que se asienta la capital sueca. El camino de los corredores se abre paso a una mezcla de paisajes únicos que combina las vistas naturales de la ciudad y su centro medieval conservado de manera meticulosa. La meta se instala en el Estadio Olímpico de 1912, sitio de 83 récords mundiales de atletismo. Acepta inscripciones hasta el mismo día. Los 42 kilómetros de la carrera recorren siete distritos de la ciudad. Östermalm, la zona más exclusiva de la ciudad, es donde da inicio la competencia y finaliza. Vinci propone las viviendas más elegantes; Vasastan es el barrio chic y moderno, con los más sugerentes restaurantes. Kungsholmen es la zona más relajada e íntima, que incluye playa y el parque Rålambshovs, también es la sede del ayuntamiento. Gamla Stan es el centro histórico de Estocolmo, con edificios del siglo XIII como el Palacio Real.

San Francisco, en julio

Se comenzó a correr en 1977 (con la presencia de solo 900 corredores) y es uno de los emblemas deportivos del año. Es una carrera legendaria, en la que todo amante del fitness sueña con participar. El cruce del Golden Gate la convierte en única. Se correrá el 25 de julio. Para la siguiente temporada se ofrecerán siete carreras las que incluyen: un ultramaratón, un maratón clásico, dos medio maratones, una carrera de 10K y finalmente dos carreras de 5K. El pistoletazo de largada se escucha cuando apenas ha salido el sol. Todo comienza en el embarcadero, cerca del Puente de la Bahía. En el recorrido los atletas pasan por Fisherman’s Wharf; el parque público Marina Green que ofrece panorámicas increíbles del mítico puente; Crissy Field, un antiguo campo de aviación, hoy con humedales y hasta una playa; para terminar en el Chase Center, el estadio de los Golden State Warriors.

Nueva York, en noviembre

Para participar en la reina de las maratones, los corredores deben inscribirse y completar 9 carreras que califiquen para la prueba y tener una membresía activa de NYRR (New York Road Runners). Una posibilidad para sumar opciones es ofrecerse como voluntario, lo que suma como una de las condiciones en competencias.

Para quienes no cumplen con estos requisitos, existe un sorteo de cupos generales cuya aplicación es posterior a las de aquellos que sí alcanzan los objetivos. También se obtiene un cupo si se corre en favor de una de las entidades afiliadas a NYRR.

Con línea de llegada en el Central Park, los casi 42 kilómetros del recorrido llevan a los amantes del fitness a los cinco distritos de la ciudad. La prueba se realiza desde el año 1970 el primer domingo de noviembre. Posee, además, una opción cortísima destinada a niños.

El manual del maratonista viajero

Correr siempre supone un esfuerzo durante el entrenamiento y una dedicación clave durante la competencia. Cuando, además, la carrera tiene lugar lejos de casa, se multiplica la demanda de energía y concentración, no solo para los buenos resultados deportivos, sino para el cuidado de la propia salud y para disfrutar de todo el proceso.

◗ La Asociación Americana de Subespecialidades Médicas en su capítulo de deportes, sugiere que aquellos que viajen para competir en una maratón, intenten estar en destino al menos 48 horas antes de la actividad. Para Marcos Acuña, operador de viajes, especializado en experiencias deportivas, hay que encontrar el balance perfecto entre “llegar anticipación como para estar lo suficientemente descansado y listo para la actividad, pero sin exagerar y no tener que irse inmediatamente luego de correr. Poder quedarse en la ciudad de la carrera –explica–, o irse a dar una vuelta cerca, no solo es agradable por el viaje en sí mismo, sino porque ayuda a poner en perspectiva gratamente la experiencia”.

◗ “Si se hace un viaje en avión previo a una competencia deportiva es esencial el uso de las medias de compresión –explica Tham Wedatilake, deportólogo de la Universidad de Oxford–. Contribuyen a mantener la buena circulación y evitar hinchazón y molestias. Sería ideal mantenerse activo durante el viaje, tratando de hacer pequeñas caminatas regulares y movimientos con los pies”.

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◗ Algunas de las actividades habituales cuando uno está de viaje, como trasnochar, probar gastronomía local o andar en demasía por la ciudad pueden no ser las ideales para un maratonista antes de correr. “Es aconsejable mantener las rutinas, tanto de descanso como en la dieta –aporta Marcela Gimémez Alvarez, nutricionista deportóloga-. Todos estos desarreglos se pueden guardar para experimentar pasada la competencia”.

◗ Un hotel amable en términos de cuidados físicos puede ser una alternativa valiosa. “Es mejor que quede cerca del lugar de inicio de la carrera o con buena accesibilidad sobre todo en transporte público, porque es común que no se pueda acceder de otro modo –explica Acuña–, pero si además cuenta con spa, o experiencias de masajes, y gimnasio propio suma puntos para cualquier deportista”.

◗ Seguro médico adecuado es una de las recomendaciones que Acuña da con mayúsculas. “Siempre aconsejo que es mejor plantearse el peor escenario posible –dice–: una deshidratación que requiere asistencia o una fractura, por ejemplo. Que el seguro médico cubra esas variables es fundamental para evitar pasar un mal momento”.

◗ Más allá de que los organizadores suelen hablar todos inglés, en un momento de estrés o crisis, la comunicación se puede volver menos fluida. Contar con una tarjeta multilingüe que detalle todos los temas claves de salud como el grupo sanguíneo, un contacto de emergencia, alergias o medicación que se está ingiriendo ayudará frente a una situación extrema.

◗ El jet lag es inevitable, pero la diferencia horaria se puede poner a favor: “Si se despierta muy temprano se puede aprovechar para salir a caminar –dice Wedatilake–. Es una excelente oportunidad para recorrer el trazado de la maratón sin nadie presente”.

◗ Los maratonistas expertos sugieren no estrenar nada en competencia, sino más bien llevar un kit de indumentaria que ya se haya usado y con el que el corredor esté familiarizado, más aún cuando se está de viaje.

◗ La maratón es un evento para compartir, según Acuña. “La adrenalina suele ser mucha y, tanto sea con otro corredor, como con la familia o amigos, puede ser una experiencia inolvidable para todos”. “Ni hablar del apoyo psicológico que significa estar en grupo”, suma Wedatilake.

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